Diario de un Putero Arrepentido

La primera vez que me fui de putas tenía 19 años. Estaba harto de que las chicas de mi edad sólo me quisieran como amigo. Yo era el divertido, el que las hacía reír, el que las escuchaba y consolaba cuando estaban tristes... Pero para liarse preferían a otros. Así que como supongo que les habrá pasado a la mitad de los españolitos, cansado de esperar a mi "princesa de cuento" perdí mi virginidad con una meretriz.
La mía en cuestión se hacía llamar Paula. Era una colombiana de caderas generosas, morena de piel sin llegar ser mulata, y con muy buena maña para los inexpertos. Pagué media hora, 10.000 pesetas de entonces, y me corrí en diez minutos…

Después de aquello me sentí bastante mal. Tenía la sensación de que me había robado a mí mismo la oportunidad de haber disfrutado con alguien especial, ese momento tan trascendente en la vida un chico.

Sin embargo, un par de semanas más de "pagafantas" me bastaron para perdonarme mi desliz y empezar a desear repetir experiencia.

De modo que tras la primera vez vino la segunda, y luego la tercera, para así acabar yendo todo lo asiduamente que la maltrecha economía de un universitario sin trabajo podía permitirse.

Por fin, con 23 años comencé a salir con mi primera novia en plan serio, llamémosla “Ramona”…

¡Cómo era Ramona…! Era guapa, inteligente, y le gustaba el sexo más que “a un tonto un palo”. Y cómo follaba… Así que os podéis imaginar, yo agilipollado perdido y besando el suelo que pisaba.

Para mí Ramona era un sueño hecho realidad. Para el resto del mundo una zorra sin corazón… Es curioso como a las zorras se les suele dar muy bien eso del sexo. De hecho estoy bastante convencido de que una tía que no sea buena en la cama, muy difícilmente llegará a ser una gran zorra…

Pero bueno, que me desvío del tema… La cuestión es que durante el tiempo que duró nuestra relación en ningún momento volví a sentir la “llamada de la selva”, y estuve durante más de un año sin pisar un “puti”, una sala de masajes o cualquier otra cosa que se le pareciera…

Pero claro, la cabra tira al monte, y la zorra al gallinero. Así que poco más de un año después de iniciar nuestra relación, ella me dejó “el corazón partío”, y nunca mejor dicho, porque era la época en la que la dichosa canción de Alejandro Sanz sonaba hasta de cabecera del telediario…

Fue una ruptura inmensamente traumática. A pesar de que la relación no duró demasiado tiempo, 14 meses, a mí me costó casi tres años superar de verdad la pérdida. Y durante ese tiempo, y ya por fin con un sueldo, mísero eso sí, pero un sueldo al fin y al cabo, se acabó por consolidar mi afición a las mujeres de vida alegre…

A lo largo de esa etapa tan deprimente de mi vida mantuve tres relaciones con sendas chicas que resultaron bastante poco trascendentes en mi vida, y ni si quiera en el inicio de esos “affaires” me planteé dejar mi “afición”.

Hasta que con 28 años comencé a salir con la que hoy es mi mujer. Era una chica que conocía desde hacía bastante tiempo, y que siempre me había hecho “tilín”. Le había “tirado los trastos” en infinidad de ocasiones, y por supuesto, nunca me había hecho ni caso. Hasta que un día me cansé de hacer tanto el capullo, y comencé a pasar del tema. ¡Y cómo son las tías…! Tres semanas sin llamarla, sin ponerle ojitos, o sin proponerle que se tomara un café conmigo, y acabó siendo ella la que se me tiró al cuello… Si es que son malas hasta decir basta, y nosotros unos “pringaos”…

La cuestión es que por fin volví a estar muy ilusionado con esta nueva relación. Y corté de raíz mi vida puteril. Incluso durante la fase más inicial del noviazgo en la que lo único que hacíamos era enrollarnos y sobarnos mutuamente, y yo volvía a mi casa con “los huevos llenos de amor”.

Y por fin llego el día, o mejor dicho la noche. El calentón subió más de la cuenta, y aproximadamente un mes después de empezar a salir echamos nuestro primer polvo…

Fue desastroso en todos los sentidos. Lo primero, y aunque esté mal decirlo, su cuerpo desnudo me resulto francamente decepcionante, sobre todo, después de haberlo imaginado tantas veces bajo su ropa. Y cuando pasamos a la acción, la cosa no mejoró. Todo le daba vergüenza, todo le asustaba… Sin embargo, y aunque me quedé un poco tocado por lo mal que había salido todo, al ser la primera vez traté de restarle importancia diciéndome a mi mismo que era normal, que teníamos que habituarnos el uno al otro, y que ya mejoraría con el tiempo… Pero no fue así.

El sexo fallaba estrepitosamente. No avanzábamos nada. Evidentemente no os estoy hablando de cosas más difíciles de proponer en una relación de pareja, y que a muchas mujeres e incluso a algunos hombres les pueda causar repulsión, como el sexo anal. Hablo de cosas bastante más comunes como el sexo oral. Recibirlo le producía muchísima vergüenza, y proporcionarlo le daba mucho asco… Y en cuanto al sexo propiamente dicho, el “mete-saca” para entendernos, no pasábamos del “A-B-C”. Primero yo arriba, luego ella, y con suerte, algún día de fiesta conseguía convencerla para hacer el perrito. Al final ella nunca improvisaba, y siempre era yo el que tenía que iniciar el “acercamiento”, y el que tenía que llevar la batuta.

El verdadero problema, del que ahora soy perfectamente consciente, fue que en ese momento de la relación yo fui un GRANDÍSIMO COBARDE, y me autoconvencí de que dejar a una chica sólo porque el sexo no funcionaba era inmaduro. Además como en el resto de los ámbitos de la pareja la cosa iba bastante bien, y era una relación infinitamente más equilibrada que con “Ramona” acabé por acomodarme, antes de enfrentarme a la incertidumbre y al desasosiego de otra ruptura.

Y como era perfectamente previsible, para suplir esa carencia en nuestra vida sexual, no tardé ni seis meses en volver a irme de putas… Y así, en definitiva, seguir huyendo hacia adelante.

Dos años de relación. Toca irse a vivir juntos. Bueno, pero no si mis putas...

Cinco años de relación. Nos casamos, ¿no? Pues vale… Volvemos del viaje de novios y me voy de putas.

Un año de casados, viene el primer churumbel. Es lo lógico… Pues eso, más putas…

Tres años de casados. Llega la niña, ya tenemos la parejita. Somos una familia de anuncio, y yo me sigo yendo de putas…

Excepto el sado y los travelos, he probado prácticamente todo lo que se puede probar en este mundo.

Con una, con dos, hasta con tres a la vez... Por delante, por detrás, francés hasta el final corriéndome en su boca o su cara… Masajes con final feliz. Masajes con final “súper feliz”… He llegado a provocar, en dos ocasiones diferentes, que dos prostitutas se colgaran por mí, e intentaran quedar conmigo más allá del trabajo. Situaciones de las que huí de inmediato… Y me han pasado movidas realmente chungas, como que durante un griego se rompiera el condón, no me diera cuenta, y tras correrme sacara la polla con restos de semen, mierda y sangre...

Luego después de momentos de mucha actividad puteril. Llegaban fases de arrepentimiento. Normalmente causadas por algún hecho puntual que te infunde un temor visceral muy dentro de ti, como el episodio del condón roto que he comentado antes, que hacen que la posibilidad de haberte contagiado con el VIH no te deje dormir… Síntomas en en "tus partes" como picores, o hacer pis muy frecuentemente, que no sabes muy bien si son reales o fruto de tus neuras, y que te hacen pensar que puedes haber pillado clamidia o con mala suerte la gonorrea. U otras cosas, como darte cuenta de que te habías dejado el ordenador encendido con la página de contactos abierta durante varias horas, y que tu mujer no la ha visto por uno de esos caprichos del azar que a veces suceden… En fin, ese tipo de cosas que te acojonan de verdad, y tras las cuales te juras y te perjuras a ti mismo que lo vas a dejar y que jamás volverás a caer. Buenos propósitos que, con suerte, te duran un par de semanas...

Hace poco me puse a calcular de forma aproximada cuanto dinero me podía haber gastado en putas a lo largo de mi vida. Me salían alrededor de 40.000 €, casi 7 millones de pesetas. Y a eso habría que sumarle la pasta que me he podido dejar en análisis para descartar ETSs cuando me entra la neura hipocondríaca… En “Open House” ya me conocen por mi nombre de pila…

He llegado a ir en una ocasión a una Psicóloga para que me ayudara a salir de todo esto. Y la verdad es que al menos por un tiempo me ayudó… Conseguí estar casi un año y medio sin ir, pero al final volví a caer…

Durante todo este tiempo mis mayores miedos, siempre han sido que mi mujer me descubriera, por la humillación que supondría para ambos. O peor, contagiarle una ETS. En mi caso, no tengo dudas, cualquiera de las dos opciones supondría una petición inmediata de divorcio. Su odio eterno hacia a mí. Y hacer todo lo que estuviera en su mano para alejarme de mis hijos.

Pero al final siempre llegas a relativizar y ocultar esos miedos. Te conviertes en un maestro de la mentira. Excusas como una comida con compañeros del curro, o un regalo de despedida para alguien que se jubila, te sirven para sacar pasta de la cuenta común y llevarla a la cuenta putera. A eso le sumas pequeñas cantidades que no se noten mucho, 10 euros hoy, 20 dentro de tres días, que también vas sacando y llevándote a la otra cuenta... Además en mi caso, tengo la suerte, o la maldición, de tener un dinero por cuestiones familiares, del que mi mujer no sabe gran cosa. Por supuesto nunca utilizas tu móvil personal para llamar a los sitios. Tienes dos móviles. Y el putimóvil, que siempre está escondido en el trabajo, lleva una tarjeta prepago, que cambias cada dos o tres meses para que no te tengan localizado por el número… Te acabas volviendo un poco paranoico con eso de la seguridad…

Vaya por delante, que más allá de mi problema putero, soy una persona muy racional. De hecho, sin pretender caer en el "snobismo" me considero bastante inteligente. Tengo un alto nivel de estudios, hablo tres idiomas, y a mis casi cuarenta años tengo un trabajo bastante bien remunerado.

Y sé que evidentemente tengo un problema grave de adicción al sexo, o más que al sexo, a las putas y a todo lo que les rodea…

Al ejercicio de buscar lo que te apetece hoy (un masaje con final feliz, o sexo sin compromiso, y si es lo segundo, me apetece algo light, o algo más duro). Y al ritual de meterte en “[Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ]”, antes “milanuncios”, y empezar a mirar las fotos. Y cuando ves alguna que te gusta, buscar si en el foro dicen algo de ella, y resolver si vas o no vas. Y cuando al final te decides por una, llamar, concertar una cita, ir hacia el piso, y sentir como el corazón se va acelerando poco a poco conforme te acercas. Llegar al portal y llamar al telefonillo. Esperar impaciente los eternos segundos hasta que te abren. Entrar al piso. Ver a la chica. Desnudarse. La ducha. Y por fin la acción... Jugar a ver hasta donde se deja. ¿Podré besarla en la boca, con lengua o sin lengua? ¿Me dejará que le coma el coño?, y si es así, ¿Se dejará meter los dedos en el chocho?, ¿Y en el culo?.. Y cuando por fin pasemos al folleteo, ¿se dejará dar por detrás?, y cuando yo esté a punto, ¿Me dejará correrme en sus tetas? ¿Y en su cara?...

Soy adicto a todo eso. Soy adicto a repetir cuando encuentro a una que me hace subir al cielo. Y soy adicto a seguir buscando nuevas experiencias por muchos chascos que me lleve, y por muchas apuestas seguras que guarde en la cartera…

Soy un puto adicto, y nunca mejor dicho. Y esa racionalidad e inteligencia que afirmo poseer me hace ser perfectamente consciente de ello, del mismo modo que me hace darme cuenta que de mantener esta conducta en el tiempo, indudablemente algún día sucederá algo que destruirá mi matrimonio.

Y ahí reside el problema. Esa es la razón que me ha llevado a escribir esto. Y es que ese pánico visceral que antes tenía a destrozar mi matrimonio, sobre todo por la humillación que podría llegar a suponer que toda esta doble vida saliera a la luz, ha desaparecido...

Y ha desaparecido, porque desde hace cuatro meses me estoy enfrentando a una realidad que jamás podría haberme imaginado.

Me he colgado salvajemente de una trabajadora del sexo. Y por muy arriesgado y absurdo que sea ese sentimiento, y aunque en mi cerebro hayan saltado todas las alarmas y me grite "huye", no lo puedo evitar. Estoy enamorado hasta las trancas.

Todo empezó una mañana de agosto, justo después de volver de mis vacaciones familiares. Conseguí escaparme una horita del trabajo huyendo de la depresión post-vacacional y en busca de algo de calor humano... Lo curioso es que yo había pedido cita con otra chica, pero hubo un problema y finalmente no me pudo atender, así que pasé con su compañera.

Desde el primer instante sentí una complicidad extraña para dos personas que se acababan de conocer. Nunca me había sentido tan a gusto en un primer encuentro... Y desde el punto de vista físico fue increíble para ambos.

Así que repetí, una vez, y otra, y otra... Al principio nos ceñíamos prácticamente sólo al plano físico. Pero a la tercera cita ya empezamos a charlar antes del sexo, a contarnos nuestra "vida y milagros", y yo me sentía tan bien que al final parecía que no nos iba a quedar tiempo para lo otro. Sólo lo parecía... Las citas de una hora, pronto se empezaron a convertir en citas de una hora y cuarto, y después de una hora y media y hasta casi de dos horas, sin un incremento de un céntimo en la tarifa.

Estuvimos dos meses así. Repitiendo dos y hasta tres veces en semana. Y lo curioso es que durante ese tiempo, yo no sentí en ningún momento la necesidad de ir con otras chicas. Toda esa adicción de la que he hablado desapareció de la noche a la mañana. Sólo quería estar con ella.

Y como no podía ser de otra forma, comencé a comerme la cabeza continuamente. Por un lado me sentía tremendamente atraído hacia mi nueva amiga, pero por otro, esa situación, tan tremendamente insólita, empezaba a producirme auténtico vértigo.

Finalmente un día hablamos. Yo le dije que estaba empezando a sentir cosas por ella, que tal vez no podría poner nombre a ese sentimiento, pero que estaban allí. Y ella a su vez me contó que más allá de los clientes, había otra persona en su vida. Y que ella también empezaba a sentir cosas por mí, y que no le parecía honesto lo que estábamos haciendo. Así que decidimos dejar de vernos.

Dos semanas me duraron mis buenos propósitos, dos semanas subiéndome por las paredes. Culpabilizando injustamente a mi mujer por sentir que la falta de pasión en nuestro matrimonio era la responsable de todo. Dos semanas matándome a pajas como un quinceañero, pero sin querer saber nada de ninguna otra profesional que no fuera "la mía", por tener el absurdo sentimiento de que estaría traicionándola.

Y por fin, toda esa ansiedad acabó por vencerme, y volví a llamarla. Tenía pánico a que me rechazara. Pero no lo hizo. Y volví a verla, y a recuperar nuestras largas charlas, y a hacer el amor (si he utilizado ese término aposta) de la forma más increíble e intensa que jamás habría podido imaginar.

A la semana siguiente volví otra vez. Y entonces ocurrió. Le hablé de lo que nunca le había hablado a nadie, ni siquiera a mis mejores amigos. Le relate mi doble vida con la misma crudeza que con la que la estoy escribiendo aquí. Y ella miró de frente toda esa oscuridad, y me abrazó tiernamente, sin juzgarme. Y ahí sucedió. Ese fue el momento que ha cambiado mi vida, y trastocado toda mi realidad. Ese fue el instante en el que supe que estaba irremediablemente enamorado de ella.

Nos vimos una tercera vez en esta segunda "fase de encuentros". Y ya no pude más. Le dije que me había enamorado de ella, y que no podía seguir viéndola así. Porque me desgarraba por dentro tener que dejar el dinero en la mesilla al terminar; porque me volvía loco pensar lo que hacía con sus otros clientes, y porque me mataba imaginármela con su otro "amante especial". Y además, porque sabía que ese trabajo acabaría por desequilibrarla, y destruir todo lo que amaba de ella. Y me negaba a ser cómplice en eso.

Hicimos el amor una última vez, y nos despedimos con un largo abrazo. Y hasta ahora...

Llevo algo más de un mes sin verla. El mes más largo y deprimente de mi vida. He cogido el teléfono en un millón de ocasiones. Hace tan solo unos días no pude reprimirme más y marqué su número, pero lo cogió una compañera suya. Me dijo que estaba ocupada. Le pedí cita para otra hora. "Tiene todo el día completo, lo siento", me dijo. "¿Y para mañana?" Le pregunté yo, "Huy, creo que lo tiene muy complicado también, ¿pero si quieres puedes pedir cita con alguna de nosotras?"...

Por si no había captado la indirecta, o más bien la "directísima", a las dos horas recibí un SMS suyo: "Como te han dicho mis compañeras tengo un día muy complicado, en cualquier caso no creo que sea saludable para ninguno de los dos repetir nuestros encuentros".

Sin embargo a través de esa misma vía, conseguí convencerla para que quedáramos un día a tomar algo, más allá de su trabajo. Y así lo hicimos. Dos días después la invité a desayunar en una cafetería del centro. Y volvimos a recuperar nuestras charlas. Y hasta cierto punto fue liberador ver a mi nueva amiga en un entorno tan diferente, como si por un instante, fuéramos una pareja normal.

Pero la realidad volvió a interponerse, y a la hora y media se fue a trabajar…

He intentado volver a quedar con ella fuera de su trabajo. Justo de lo que yo huía cuando eran otras las que lo proponían. Pero de momento no he obtenido respuesta.

Por si alguien se lo está preguntando, diré que sí. Que la chica en cuestión tiene una página de opiniones de clientes en el foro. Aunque evidentemente no voy a decir quién es. El otro día me metí en su "tema", y leí dos nuevas opiniones que habían publicado. Las palabras allí escritas eran como cuchillos clavándose en mi cerebro y en mi pecho, impidiéndome pensar y respirar...

Estoy jodido de verdad. De hecho llevo un mes yendo al Psiquiatra, que me ha recetado ansiolíticos, y acabo de empezar a ir también al psicólogo.

Es la primera vez en mi vida que siento que me he quedado "atascado" en un lugar del que no voy a ser capaz de salir solo.

En este último mes he vuelto a irme de putas y acudir a masajistas casi de forma compulsiva. Pero no hay manera. Es peor. Cada vez que termino de estar con una mujer que no es ella, me siento aún más miserable.

Para colmo mi matrimonio se está desmoronando. Mi mujer no entiende porque estoy así, con esta especie de depresión como surgida de la nada. Yo le digo que tiene que ver con el trabajo, que no estoy bien. Pero empieza a no colar, y a sospechar que tiene que haber algo más detrás.

Y así estoy. Arrastrándome cual alma en pena, y tratando de sobrellevar el día a día como buenamente puedo a base de mantenerme ocupado en el trabajo, machacarme en el gimnasio, y freírme a ansiolíticos… Como no tenga cuidado, va a acabar dándome un chungo, que seguro que esto no es sano.

La semana pasada en la psicóloga tuve una revelación. Tengo que volver a encontrar al hombre que era antes de que el sexo de pago lo devorase todo. Tengo que tomar las riendas de mi vida y dejar de huir hacia delante.

De momento, ya llevo seis días sin ir a ningún sitio, sé que es muy poco, pero teniendo en cuenta como ha sido el último mes, es un pequeño triunfo.

Además estoy tratando de volver a acercarme a mi mujer en el plano físico. Este fin de semana hemos hecho el amor viernes, sábado y domingo. Hacía años que no nos pasaba eso. Y aunque no es tan satisfactorio, ni tan apasionado ni salvaje, como con mi añorada amiga, al menos me calma, y me ayuda a sentirme de nuevo cerca de mi esposa. Tal vez haya un rayo de esperanza dentro de toda esta oscuridad que siento ahora mismo.

A todos aquellos que leáis esto. Lo primero gracias por haber aguantado este ladrillazo que acabo de soltar.

Y lo segundo, que nadie, absolutamente nadie crea que este mensaje tiene algún propósito más allá que el de desahogarme por la situación que estoy viviendo, y el de leer vuestros consejos si acaso tenéis algo que decirme. Que nadie se piense que pretendo convencer a la peña para que deje de irse de putas, o hacer de adalid del sexo matrimonial. Creo que después de todo lo que he escrito, sería bastante hipócrita por mi parte pretender juzgar o dar lecciones a nadie sobre lo que tiene que hacer o dejar de hacer con su vida…

Suerte

Un putero arrepentido.

Como tu a otros también les paso lo mismo , no tiene fácil solución , lo primero sería alejar a tu amiga especial de tu vida, de lo contrario es muy probable que te quedes sin tu mujer y sin tu amiga especial y tu vida acabe por ser un infierno .
Centrate en tu mujer y tus hijos, vete de viaje con ellos y disfrutalos, aunque no lo creas las mujeres son muy listas y enseguida empiezan a imaginar cosas raras y casi siempre aciertan.
Tarde o temprano acabarás volviendo a ir de putas, te lo digo por experiencia , si recaes intenta no repetir nunca con ninguna por muy bien que te trate y así no encoñarte.
No creó que pueda ayudarte mucho pero te entiendo perfectamente , algún forero te dará un buen consejo que te permita poner un poco de orden en tu vida.
Cuidate e intenta no comerte mucho el coco.Un abrazo

Lo que te ha dicho madurito46, especialmente lo ultimo. No te comas el coco que es lo peor. Sal con amigos a tomar cañas o lo que sea, disfruta de tus aficiones (Futbol, cine, lo que sea), disfruta de tus hijos y sobretodo de tu mujer con la que seguro que has pasado momentos maravillosos, y todos los que te quedan por pasar. Olvidate de esa lumi que dices y deja los psicologos porque no sirven para nada. Un dia cambiaras el chip y seguramente se te olvide. Y tambien te recomiendo que no te metas mas en esta pagina ni en ninguna otra para no caer en la tentación.
De absolutamente todo se sale, de T-O-D-O, eso te lo aseguro. Centrate y disfruta de las cosas buenas que son muchas, tienes mujer e hijos, no estas tan mal. El pasado es el pasado y ya no se puede arreglar, pensar en lo que te has gastado o en todo lo que has hecho es una tonteria. Quedate con lo que te queda por vivir, porque si cambias el chip, será MUY BUENO.
Un abrazo, de todo se sale ;)

Pues yo te doy mi apoyo.
Lucha por lo que creas que merece la pena, sea lo que sea. Tu escrito me ha cautivado, y lo he leído del principio al final. En alguna parte me he visto identificado, en la del encoñamiento sobre todo. Al final se sale, como te dicen otros. El primer paso ya lo diste, buscar ayuda. Ánimo.

Buena suerte de todo corazón, y espero que lo superes. La verdad es que en todo lo escrito por ti, me he sentido algo representado.

Yo solo decirte que animo y mucha fuerza, es un episodio duro de olvidar pero al final tú eres el que tienes que salir solo de esta situación. Yo no soy nadie para dar consejos, pero sí te diría que luches por lo que quieres, solo se vive una vez, a mi me paso algo parecido pero puse como se suele decir los pros y los contras en una balanza y al final luche por mi mujer y mis hijos.
Mucha fuerza y suerte, al final tú eres el que tienes que elegir que vida quieres vivir.
(Un consejo, no es bueno repetir con una lumi, por que al final te enganchas).

Tremendo relato Putero arrepentido, y por lo que veo muchos nos sentimos identificados con lo que has escrito, por lo menos yo sí, pero no es un tema fácil de llevar sobre todo si hay enamoramiento y siempre se suele dar por parte del cliente.
Ellas (las lumis) suelen tener más claro que sólo es trabajo, y no digo que alguna vez se queden pilladas, pero es menos frecuente.
No sé si de la puta que te enamoraste, aunque te alargase los servicios te lo hizo gratis alguna vez o te dijo no me pagues nada que te quiero mucho.
Tampoco sé si cuando quedabas con ella a tomar algo acababais con sexo sin dinero de por medio.
Sólo te digo que hay que intentar separar sexo de amor. Si tienes mejor sexo con las putas que con tu mujer, ir con ellas cuando lo necesites y si económicamente te lo puedas permitir no es nada malo pero siempre controlando. Si eres enamoradizo cambia de puta cada vez.
Luego habiendo hijos de por medio eso marca muchísimo porque si lo piensas bien sólo hay dos opciones: seguir con tu mujer e hijos o romper con todo e irte con la puta de la que te has enamorado (que no tiene que ser fácil convivir con el pasado que tiene y cuando desaparezca esa pasión y con convivencia de por medio acabarías buscando otra porque hay una cosa que se llama morbo difícilmente controlable).
¿Sus sentimientos habrán sido como los tuyos alguna vez? ¿Tan intensos o profundos? Probablemente no.
Mi consejo es que sigas con tu familia y si quieres mejor sexo y con alguna puta lo tienes vete con ella también pero nunca olvides que para ella eres 70, 90 o 200 euros.
Un abrazo compañero.

En primer lugar muchísimas gracias a todos los que me habéis leído, y sobre todo a los que habéis escrito algo para animarme. El simple hecho de saber que puedo compartir todo esto con alguien, que incluso puede llegar a sentirse identificado conmigo, me ayuda bastante.

Y por eso estoy aquí de nuevo, y es que esto de poner lo que siento por escrito y contárselo a desconocidos que sé que no me van a juzgar, me resulta terapéutico. Me atrevería a decir que es incluso catártico.

Hoy está siendo un día un poco duro. Aunque lo cierto es que es por mi culpa, y sólo por mi culpa...

Como comenté en el relato inicial, después de haber quedado con mi nueva amiga fuera de "su entorno laboral", he tratado de volver a contactar con ella para repetir experiencia. Le escribo "whatsapps", ya que finalmente me dio su teléfono móvil personal, que me consta que lee, pero no me contesta. Tampoco lo hago en plan acosador, que nadie se asuste, en seis días le he puesto cuatro mensajes.

A pesar de que no me contestaba, esta mañana he cometido la torpeza de volver a escribirle (ese ha sido el famoso cuarto mensajito), para decirle que hoy iría a desayunar a la misma hora y al mismo sitio que el otro día, y que me encantaría que se acercara. Y de nuevo sé que lo ha leído, pero no me ha contestado. Y como era perfectamente previsible no ha aparecido.

Si es que soy GILIPOLLAS.

El problema, es que no alcanzo a entender porque no me contesta. No entiendo porque el otro día, voluntariamente, sin yo pedírselo, me da su número de teléfono personal, y ahora me ignora. Y si ha cambiado de opinión, porque no me dice simplemente: "oye mira, llegados a este punto, creo que es mejor que no nos veamos más"...

No sé si es que no tiene las cosas claras, y no quiere quedar, pero tampoco quiere perderme. O si simplemente está comportándose en plan hija de puta, para que me cabree, acabe cansándome, y la deje tranquila.

Y es que después de todo lo que he vivido con ella, toda esta indiferencia, me está causando bastante más desasosiego, y bastante más agonía que cualquier negativa que pudiera darme.

Y esa es la razón por la que hoy está siendo tan jodidamente duro. Porque tengo muchísimas ganas de mandarlo todo a la mierda y volver a ir esta tarde a echar un polvo con la primera que se me ponga por delante. De hecho, no puedo evitar sentir la tentación de llamar a su piso, y pedir cita con otra compañera. Desde luego eso jodería definitivamente cualquier cosa que hubiera podido existir entre nosotros.


Y por eso me he puesto a escribir esto. A ver si me calmo un poco, y consigo dominar la tentación. No por ella. Si no por mí. Sé que ahora no me haría ningún bien irme de putas… Y sólo tengo que aguantar dos días. A partir del veinticuatro, al menos durante cuatro días, entre los eventos navideños y las responsabilidades familiares, se esfumará toda posibilidad de volver a ir, y todo será más fácil. Ya me preocuparé por el lunes cuando llegue. De momento son sólo dos días. Tengo que aguantar como sea…

En otro orden de cosas, y respondiendo a la pregunta que me ha hecho “el foro”, os diré que siempre he pagado por el sexo con ella. Lo que si le pasó en dos ocasiones, es que se le olvidó cobrarme. Y yo, no sé si noble o estúpidamente, cuando me percaté ya en la calle, volví y le di el dinero que le debía. Cosa que ella agradeció profundamente, porque si no le hubiera caído una buena bronca de su jefe, o al menos eso me dijo.

Lo que si es cierto es que nunca me cobró por el exceso de tiempo, que en alguna ocasión llegó a ser hasta más que lo que había concertado. De hecho, después de las primeras veces, cuando me daba cita, se aseguraba de que fuera a una hora en la que no fuera a tener ningún cliente hasta bastante tiempo después.

Además, (aunque no os voy a dar detalles, utilizad vuestra imaginación), durante nuestros encuentros, hacíamos cosas que en ningún caso estaban incluidas en la tarifa, y que según ella, y quiero creer que así era, no hacía con ningún otro cliente…

Y por hoy, poco más tengo que contar. Espero no volver mañana escribiendo que he fracasado, y que la tentación me ha vencido. Aunque ya sabéis lo que decía Oscar Wilde “La mejor forma de vencer la tentación es… caer en ella”.

Gracias de nuevo a todos.

Suerte.

Un putero arrepentido.

Ante todo, darte la enhorabuena por tu ensayo literario. Corrección gramatical, sintaxis perfecta, texto bien estructurado que destila concreción, lógica y sentido común.
Como bien has dicho tú, denotan tu alto nivel intelectual y formación.
Ahora bien, una vez he disfrutado de su grata lectura, me he preguntado cómo es posible que de tan magnífico ensayo, no hubiera podido sacar ninguna conclusión de adonde querías llegar, con lo cual me he dispuesto a realizar una segunda lectura más concienzuda, que para mi sorpresa me ha llevado a sacar ninguna conclusión.
Me explico, no llego a entender cuál es tu propósito.
Dejar de ir de putas o desenamorarte de tu amada.
Desde luego, si hubiera un tercer propósito, y ese fuera captar la atención del público, conmigo te puedo asegurar que la has obtenido por completo.
Seguiré con interés la evolución de tu atribulada vida, no sin antes, desearte mucha suerte con alguno de tus tres propósitos o con los tres a la vez.

Gracias por la deliciosa obra con la que nos has deleitado.

Un saludo.

Interesantísimo relato e historia personal. Pero no puedo dejar de pensar que, siendo un putero compulsivo, tu primer post ha sido para hacer un acto de contrición.

Claro que también puede ser que hayas creado este nick ad hoc y tengas otro perfil con decenas o centenares de expes...

¡Un saludo!

Creía que estaba alguien narrando mi vida en algunos momentos. Yo he tenido un pack parecido pero sin hijos e incluso le llegué a contagiar una ETS a mi exmujer. No hay día que no me culpe el haber llegado hasta ese punto de no retorno.

No cometas el mismo error que hice yo, ahora tienes una familia, si eliges el otro camino perderás a la familia y con las profesionales, nunca sale bien, nunca... En uno o cinco años tirarán para el monte o verás las paranoias que se montan por todo lo que han tragado

Ánimo

Bueno aquí estoy otra vez. Espero no empezar a aburriros con este “nuevo hobby” que me he buscado.

De nuevo muchas gracias a todos los que me habéis leído, y muy especialmente a los que me habéis escrito. Mención aparte merece “Navar”, creo que has dado de lleno en el clavo. Luego tendré unas palabras contigo…

Para quien se lo esté preguntando, al final lo he conseguido. He sido fuerte y no he vuelto a caer en las “garras de Afrodita”. Ayer después del trabajo me fui al gimnasio a machacarme un rato, y de ahí a mi casa. Estuve toda la noche buscando a mi mujer, a ver si al menos disfrutaba de algo de sexo marital, pero no hubo forma… “Déjame tranquila, que estoy muy cansada y quiero ver la tele…”, puto “Máster Chef Junior”. Parece que de momento tendré que conformarme con los “kikis” de fin de semana, y de lunes a viernes habré de arreglarme como pueda con 20 minutos de soledad, y mi imaginación, o si ésta falla, el móvil (gracias “Pornhub” por estar siempre ahí cuando necesitas una mano amiga…).

Hoy he estado algo más animado que ayer, aunque he seguido teniendo muy metido dentro el gusanillo de volver a caer en la tentación. Pero la verdad es que ha sido más controlable. Sé que durante los próximos cuatro días me va a ser materialmente imposible ir. Así que el Lunes ya harán doce días de mi último escarceo putero. En cualquier caso, si bien sé que tengo que ir día a día, el primer gran hito que me he marcado es conseguir alcanzar las tres semanas. Tres semanas es el periodo que, según los psiquiatras, necesita el cerebro para habituarse o deshabituarse de algo. A partir de ese umbral, se supone que el proceso de “desintoxicación” se vuelve más llevadero. Esperemos que sea así…

En cuanto a mi “adorada enemiga”, ayer por la tarde por fin me escribió. Me dijo que la disculpara porque se había dejado olvidado el móvil el fin de semana en casa de un familiar, y no pudo recuperarlo y contestarme hasta ese momento. En cualquier caso, me hizo saber que se iba fuera de la ciudad por las fiestas, y que no podríamos vernos hasta después. He de reconocer que sentí cierto alivió cuando recibí su mensaje. Si bien no sé si realmente es verdad eso de que se va fuera, o sólo es otra excusa para ganar tiempo y seguir pensando si me quiere o no en su vida, y de qué forma.

Yo por mi parte, tengo el buen propósito de intentar no comerme demasiado la cabeza. Ya nos felicitamos las fiestas y el año ayer por el “whatssaap”, así que voy a intentar no volver a escribirle hasta pasado Reyes, a ver si yo también consigo aclararme un poco. Además creo que mis hijos se merecen que, al menos por Navidad, les dedique todo mi tiempo, mi corazón y mi mente, y me olvide de temas más escabrosos…

Bueno, y ahora voy contigo “Navar”, no creas que me he olvidado. Por cierto, ¿tu nick no tendrá algo que ver con el personaje de Rutger Hauer en “Lady Halcón”? Una de mis películas favoritas de mi niñez…

Has dado en el clavo. Más allá del tercer propósito que mencionas, de llamar la atención, ahora mismo no tengo ni puta idea de lo que quiero hacer con mi vida…

Está claro que esta especie de “blog” que estoy escribiendo tiene como primer objetivo desahogarme. Como comenté ayer, al menos a mí, me resulta liberador poder escribir sobre todo esto. Pero indudablemente, también busco desesperadamente vuestra atención. La atención de un lector que sé que no va a juzgarme, y que en muchos casos puede sentirse identificado con alguna de mis experiencias.

Probablemente ahora mismo lo que necesitaría es un buen amigo que me llevara de copas, y en la fase de la exaltación de la amistad, me diera un abrazo y me dijera “todo va salir bien...”. El problema, es que más allá de yo mismo, mi nueva amiga, mi psicóloga y vosotros, no hay nadie en el mundo que conozca mi doble vida.

Y como con mi psicóloga aún no he llegado a la fase de los abrazos, más que nada porque ni ella es Robin Williams, ni yo Matt Damon (¡cuánto daño ha hecho “El Indomable Will Hunting!), sólo me quedáis vosotros, mis queridos desconocidos…

Y en cuanto al resto de propósitos, es todo demasiado confuso…

Por un lado no puedo evitar fantasear con la idea de iniciar una relación con mi nuevo amor “putónico”. Nos imagino paseando agarrados de la mano como una pareja normal. Sueño despierto con llevarla a Roma, a Londres, a París. Y por supuesto, follando como leones…

Pero la realidad es cruel, y cuando despierto de esa ensoñación me doy cuenta de que es una meta casi imposible de alcanzar. Ella es puta, y yo putero. Y aunque al final todo saliera como en las películas, y ella fuera mi Julia Roberts y yo su Richard Gere. Y aunque ambos dejáramos atrás toda esta vida. ¿Podríamos realmente ser capaces de cargar con todo ese “equipaje” a nuestras espaldas? O a la primera bronca, nos arrojaríamos toda esa mierda a la cara…

Y luego pienso en mi mujer, que es inocente de todo. Ella no me engañó. Ella no me dio algo y luego me lo quitó. Desde el primer momento me mostró cual era su actitud ante el sexo, y yo decidí aceptarla. Esta situación es absolutamente injusta para ella.

Y sobre todo no dejo de preocuparme por mis niños. Yo mismo soy hijo de un matrimonio roto. Y sé toda la basura con la que tuve que tragar de pequeño, y sé lo que es ver a tus padres machacándose discusión tras discusión, gritándose todo tipo de barbaridades. Y que se te quede grabado a fuego y sangre el día que tu padre se va de casa. Y sé lo que es que tus padres sigan siendo incapaces de mantener una relación mínimamente sana veinticinco años después de su divorcio. Y siento que no quiero hacer pasar a mis hijos por todo eso. Me sentiría absolutamente fracasado como padre.

Pero tan solo un minuto después el cuerpo de mi amante vuelve a dibujarse cual promesa en mi mente. Y el angelito malo se posa en mi hombro izquierdo y me susurra al oído: “Pero qué pasa amigo mío, ¿qué acaso no tienes derecho a ser feliz, y compartir tu vida con una mujer que te haga sentir pleno en todos los sentidos?”.

Y después trato de convencerme a mi mismo de que si finalmente vamos a acabar separándonos, cuanto más pequeños y adaptables sean los niños, es probable que menos vayan a sufrir.

Y así me paso los días. Con mi cerebro permanentemente en ebullición… No podéis imaginaros lo tremendamente agotador que puede llegar a ser… Por eso los ansiolíticos. Por eso el machacarme en el gimnasio. Por eso escribir esto… Para tratar de evadirme…

Pero hay momentos en los que por fin se detiene. Y tras toda esa tormenta de emociones disfruto de un segundo de calma. Un efímero instante en el que tanto mi problema como la solución se presentan cristalinos ante mí.

Tengo y he tenido siempre un inmenso problema de inseguridad y de falta de autoestima. Ese es sin duda el origen de todo.

Si a mis diecinueve años hubiera tenido más seguridad en mí mismo, a la segunda pija que me hubiera venido a contar sus problemas, le habría dicho: “mira bonita, tus neuras se las cuentas a quien le interesen, que yo bastante tengo ya con mis propios desequilibrios”. Y probablemente esa misma autoconfianza me hubiera servido para resultarle más atractivo a las chicas, y no me hubiera visto avocado a recurrir a una profesional para perder mi virginidad.

Si no hubiera padecido esta enfermiza falta de autoestima, me habría dado cuenta desde el principio que “mi Ramona”, era bastante hija de puta, y me habría tomado la relación de otro modo más inteligente, disfrutando más de la parte física y no involucrándome tanto emocionalmente. Y habría sido capaz de superar la ruptura de una forma bastante menos traumática.

Si hubiera sido más valiente, tras los primeros seis meses de salir con la que hoy es mi esposa, habría sido capaz de enfrentarme a la realidad, y decirle: “eres una mujer maravillosa, pero es evidente que aunque lo pasamos genial juntos, en el plano sexual no somos compatibles, y ni quiero empujarte a hacer cosas con las que no te sientes cómoda, ni yo estoy dispuesto a resignarme a una vida sexual que no siento como plena”.

Y seguro que al principio me habría maldecido, y habría pensado que soy un hijo de puta. Pero probablemente ahora mismo estaría casada con un hombre que la respetara, y que la amara como se merece. Y yo por mi parte, me habría enamorado de una mujer, que además de tener todas las maravillosas cualidades de mi actual esposa, se volviera loca cuando le comiera el coño, y se mojara entera al chuparme la polla…

Tampoco quiero decir con esto que mi vida sea un gran error. Porque hay muchas cosas de ella que son maravillosas, por encima de todas ellas mis hijos, a los que no cambiaría por nada. Pero es evidente que fui cobarde, y opté por la huída hacia adelante cuando me casé con mi mujer.

Por eso, toda solución pasa por recuperar la autoestima y la seguridad en mi mismo. O más que recuperarla, construirla desde la nada, porque probablemente nunca la he tenido.

Y para eso es esencial que elimine de mi vida el principal factor destructor de confianza. Mi adicción a las prostitutas. Y cuando por fin ese problema se minimice y sea razonablemente controlable (porque estoy seguro de que nunca desaparecerá del todo, y como todo exadicto incluso años después de haberlo dejado, pueda tener momentos de debilidad). Sólo entonces veré mi vida con la suficiente claridad como para ser capaz de tomar decisiones en relación con las dudas que hoy se agolpan en mi cabeza.

Para terminar respondo a “andor” y a “Álvaro”.

Andor, sí, tengo otro nick en este foro. Pero nunca he escrito nada. Sólo lo he utilizado como ávido consumidor de opiniones sobre profesionales, y sobre todo para poder ver las fotos que son exclusivas para los usuarios registrados. Básicamente tengo que reconocer que he sido un pequeño parásito beneficiándome de las experiencias de otros, y sin aportar nada.

“Álvaro”, me gustaría tener la capacidad de ser tan cínico como tú (no te lo tomes como una ofensa, por favor, es un gran cumplido. Algunos de los principales referentes de mi vida, Oscar Wilde, Woody Allen o Sabina entre otros, son grandes cínicos). Es razonable pensar que las mujeres de moral distraída, sobre todo las experimentadas, para protegerse a si mismas, sean capaces de desvincular por completo la parte emocional de la física.

Pero a pesar de ello, creo que las putas son personas con las mismas vulnerabilidades y fortalezas que cualquier otra. Y eso implica que en un momento dado, aunque tú sólo vayas buscando echar un polvo sin compromiso, nadie esta libre de sentir una conexión especial con una de ellas, que además sea correspondida. Otra cosa, es la capacidad que pueda tener cada uno de huir ante el más mínimo atisbo de dicha conexión, o engancharse como me ha pasado a mí.

Son más de las dos de la madrugada, y mañana es un día duro para los que tenemos compromisos familiares. Y teniendo en cuenta como se me presentan los próximos días, es probable que no vuelva a escribir hasta el lunes.

Así que, mis queridos desconocidos, os deseo a todos que paséis una muy feliz Nochebuena y Navidad.

Gracias de nuevo a todos, y suerte.

Un putero arrepentido.

Como prometí, aquí estoy otra vez, cuatro días y dos kilos después. De nuevo gracias a todos los que me habéis leído, y como siempre, especialmente a los que habéis escrito algo. La verdad es que estoy bastante impresionado con eso de que el contador de visitas ya se vaya acercando a las quinientas en sólo una semana.

Según os comenté, estos cuatro últimos días entre los eventos navideños, y las responsabilidades familiares, no ha existido posibilidad alguna de que pudiera caer en la tentación. Así que hoy ya son 12 días los que llevo sin ejercer de putero…

La verdad es que es bastante curioso como funciona esta adicción. Los días en que sé que me va a ser materialmente imposible ir de putas, es como si esa parte de mi mente se apagara, y ni lo echo de menos, ni pienso en ello, ni lo paso mal en absoluto. En cambio los días en que esa posibilidad está ahí, sucede todo lo contrarío. Es un pensamiento que martillea permanentemente mi cerebro. En ocasiones es tremendamente fuerte y me resulta prácticamente imposible pensar en otra cosa que no sea satisfacer ese deseo. Otras veces, en cambio, es algo sutil y fácil de sobrellevar. En cualquier caso, siempre está ahí, poniendo mi voluntad a prueba de forma constante.

Hoy, mañana y pasado sé que van a ser días bastante duros. Estoy de vacaciones, pero mi mujer no. Y como tenemos a una chica que nos echa una mano con los niños, me resultaría inmensamente fácil decir que me voy a dar un paseo, y… ya sabéis... Así que tengo que mantenerme firme y aguantar como sea. Además, quiero ser positivo, pienso que si logro superar esta prueba, con tan poco tiempo de abstinencia, y teniéndolo tan fácil para caer, luego seguro que puedo aguantar “lo que me echen”… De momento parece que hoy ya no voy a caer, dado que mi mujer tiene que estar a punto de volver del curro.

En un plano más personal, estos cuatro días han sido un pequeño infierno. He llegado a entender de una manera bastante brutal, porque la gente que no se encuentra anímicamente bien lo pasa tan mal en Navidad.

Llega la Nochebuena, y todo el mundo contento y feliz. Todo el mundo hablando de la importancia de la familia, de mantenerse unidos y quererse mucho. Y tú ahí reconcomiéndote por dentro, mirando de reojo a tu mujer, y sin poder evitar preguntarte si éstas serán vuestras últimas navidades juntos …

El día de Navidad, ves la cara de sorpresa y alegría de tus niños cuando descubren los regalos en el árbol. Y toda esa felicidad y ternura que sientes en un primer momento, no tarda ni cinco minutos en transformarse en miedo y culpabilidad. Y tienes que ir al baño a esconderte, porque si no sabes que te vas a poner a llorar ahí delante de todo el mundo. Tratas de hacer los ejercicios de respiración que te ha enseñado la psicóloga, te tomas un ansiolítico, te lavas la cara para que nadie te note los ojos hinchados, y vuelves a salir, haciendo de tripas corazón…

Encima, para colmo, cuando llegaba la noche y por fin mi mujer y yo teníamos un instante para nosotros solos. Y yo buscaba su cuerpo sus besos y sus caricias, ella siempre estaba cansada y no le apetecía.

Todo lo sorprendente y novedoso que tuvo el fin de semana pasado, con sexo viernes, sábado y domingo, lo ha tenido de rutinario éste. Lo más triste es que ella se refugia precisamente en decir que como lo hemos hecho mucho hace poco tiempo, tampoco pasa nada porque estemos unos días sin hacerlo…

Qué le vamos a hacer. Llevo siete días con sus siete noches sin tocar otro cuerpo que no sea el mío…

En cuanto a mi bendita maldita, que diría Sabina, hoy he tenido la constatación de que me mintió, y que no se ha ido fuera de la ciudad. Más que nada porque su anuncio ha aparecido como un reloj a las 10:30 a.m. en “pasion.com”. Y sé que los días que no trabaja, por cualquier razón, “su jefe” no publica su anuncio, sólo el de sus compañeras.

Y soy consciente de que me hice la firme promesa de no comerme mucho el tarro durante las navidades. Pero con este tipo de detalles es muy difícil…

Sin embargo, he de decir en relación con ella, que estos últimos días ha pasado una cosa que creo que es digna de relatar aquí.

Como os dije en el primer “post” de esta especie de “Blog”, ella tiene su propio tema en el foro. No tiene demasiadas entradas. Pero hasta hace poco todas eran razonablemente positivas. Había alguna que otra mala crítica, pero se referían más aspectos del lugar donde trabaja que a ella misma. Sin embargo, últimamente han escrito sobre ella varias opiniones demoledoras. Acusándola de falta de implicación, de que no sirve para esto, e incluso de mentir sobre lo que ofrece por teléfono y luego realmente da en la realidad.

Y, aunque esté mal decirlo, no he podido evitar sentir cierta alegría contenida. No porque le deseé ningún mal. Si no por pensar que tal vez esos comentarios tan negativos, acaben implicando menos clientes, y por tanto menos dinero. Y llegue un momento en que se planteé dejarlo.

Además, no puedo evitar preguntarme, si ese cambio de actitud en su "trabajo" pueda tener algo que ver conmigo. Y es que, aunque sé que cualquier futuro que pueda imaginar entre nosotros, no sólo es una quimera, sino que puede acabar por destruir todo lo bueno que hay en mi vida, me sigue resultando enormemente duro imaginármela con sus otros clientes.

Así que la verdad es que sería un gran alivio para mí que dejara este mundo. El simple hecho de que su anuncio desapareciera, sería una inmensa ayuda para poder bajarme de una vez de esta montaña rusa de emociones.

Bueno, y voy acabando que no quiero eternizarme como otros días. Sólo quería comentaros para terminar, que antes de ponerme a escribir esta última entrada, he leído todo lo anterior, tanto lo que he escrito yo, como vuestros comentarios. Y lo cierto es que, en lo que se refiere a lo mío, salvo alguna que otra brizna de ironía, está todo cargado de melancolía y nostalgia. Y por raro que pueda pareceros, cuando no estoy jodido soy un tío con mucho sentido del humor, y la verdad se me da bastante bien eso de hacer reír a la gente.

Por eso hoy, para despedirme ,quería dejaros este enlace de "YouTube". Es un fragmento de una película bastante reciente que se llama "Y de repente tú". La película no vale gran cosa. Pero este corte en concreto no tiene desperdicio, y seguro que muchos os sentiréis identificados, igual que yo, con ese padre hablando a sus dos hijitas pequeñas.

[Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ]

De nuevo muchas gracias a todos.

Suerte

Un putero arrepentido

Porqué vamos de putas? Básicamente porque nos gusta, disfrutamos, lo tenemos por costumbre, desestresa, libera endorfinas y mil motivos que cada uno tiene en su cerebro. Tú estás pasando pos una fase adictiva pero más que al puterío creo que tu problema es de soledad e incomunicación. Te lo digo porque a mí me ha pasado. En cuanto a la relación con tu mujer no te atreves a pedirle lo que sexualmente te satisface y tratas de sustituirla por el puterío. Si te conformaras con eso no tendrías especial problema, estarías en la misma situación que miles de hombres de parecida edad y condición. La relación con la señorita de pago es más problemática desde mi punto de vista que la que tienes con tu mujer. Estás viéndola como pareja romántica o amiga íntima a la que quieres contar tus secretos, continuar con esa relación creo que sólo puede causarte más problemas. Busca un buen amigo para que sea tu paño de lágrimas, sinceramente creo que el tema psicólogos es un saca-cuartos. Para quitarte de la adicción al puterío lo mejor es que tus relaciones sexuales con tu mujer vayan siendo por lo menos satisfactorias y si te vas de putas procura que no sean buenas putas, que sean un desastre. Creo que mi relato es un cúmulo de verborrea sin mucho sentido, pero si algo te sirve aprovéchalo, yo me he identificado con algunos de tus problemas y creo que son más profundos que el puterío y tu mujer. Creo que deberías meditar profundamente acerca de que es lo que te hace feliz y que es lo que te hace sufrir y tratar de buscar cosas que te causen verdadero placer y autoestima.

Saludos y agradecer tu relato.

Disculpa había escrito el post sin leer todos los tuyos. Creo que en realidad tu mismo te contestas a todas tus neuras y problemas. Lo que necesitas es ser firme en tus propósitos y buscar algo que de verdad te sirva de vía de escape para tu adicción al puterío. También puedes intentar que el puterío deje de ser el centro de tus neuras, que sea una mala costumbre, algo así como morderte las uñas, algo desagradable pero asumible. Pienso que debes tratar de aceptarte más y mejor a ti mismo. Creo que te has hecho un buen autoanálisis ahora debes tratar de corregir aquello que de verdad te hace daño.

Saludos y perdón por los ladrillos.

Otro día más, y aquí sigo, menudo cansino estoy hecho. Pero la verdad es que se le acaba pillando el gusto a esto de escribir a diario sobre tus miserias. A ver si al final va a resultar que lo que me va es el masoquismo, y lo que necesito es una buena “dominátrix” que me de un par de hostias… Algo de eso hay, seguro…

Como siempre gracias a los que me habéis leído y escrito.

Siento repetirme, pero lo cierto es que me da bastante vértigo la velocidad a la que sube el contador de visitas. Soy más popular que algunas lumis…Y tengo que confesaros que me produce cierto resquemor no poder contarlo. Molaría poder publicarlo en el “Facebook”, o por lo menos decírselo a algún amigo: “Joder tronco, acabo de empezar un blog, y en ocho días ya he superado las seiscientas visitas”. Esto es como tirarse a un pivón, y no poder contarlo…

Bueno, como habréis podido comprobar hoy estoy de bastante buen humor. Y es que después de ocho días sin mojar, por fin hoy he pillado a mi señora con la guardia baja y hemos echado un polvo. De hecho ha sido un gran polvo. No sé si habrá sido por las ganas que le tenía, o tal vez porque algo en mi cabeza esté cambiando, y por fin esté empezando a aprender a disfrutar más del sexo con ella. Pero lo cierto es que ha sido altamente satisfactorio…

Además, lo conseguí. Un día más y ya van trece.

Sin embargo, a pesar de que ahora mismo me encuentro sorprendentemente animado, he de reconocer que esta mañana ha sido realmente dura. Durante una hora he estado convencido de que iba a caer. Durante una hora he estado convencido de que quería caer… Y he dado todos y cada uno de los pasos necesarios para ello.

Me he metido en "pasion.com", y he revisado detenidamente los anuncios. He ido seleccionando los que me llamaban la atención, y he consultado el foro para ir descartando las chicas que tenían malas opiniones. Finalmente me he quedado con dos. Una “desconocida” que no tenía tema en el foro, y una de mis apuestas seguras de hace mucho tiempo. La eterna duda del putero, buscar una nueva experiencia, o repetir con una que sabes que te va a hacer disfrutar…

Y cuando estaba a punto de llamar a la “nueva experiencia” para escuchar su voz, y que me hablara de servicios y tarifas, y así acabar de decidirme (por cierto, con MI teléfono, con el riesgo que eso supone, ya que el “putimóvil” lo he dejado en el trabajo precisamente para evitar tentaciones). En ese preciso momento, mi hijo ha entrado en la habitación con carita compungida agitando un papel con la mano. Y con su vocecita de muñeco de trapo me ha dicho: “Papá, la hermana me ha roto el dibujo que te estaba haciendo…”, para después abrazarme y echarse a llorar.

Así que, después de sentirme el ser humano más miserable de la Tierra, la tentación se ha desvanecido. Gracias Mi Niño, has sido mi ángel de la guarda…

He dejado de escribir por un momento, porque revivir todo lo de esta mañana ha hecho que me sintiera bastante mal, y con lo bien que había empezado el post, no quería cagarla.

Sin embargo, al volver a leer lo que he escrito, me he dado cuenta de que tal vez he podido dar la impresión de estar tratando de dar lecciones de moral, y de dedicarme a llamar “miserable” a todo el que se va de putas…

A pesar de ello, no he querido cambiar ni una sola coma, porque es exactamente así como me he sentido. Pero que nadie se equivoque por favor, porque nada más lejos de la realidad…

Hay una gran diferencia entre un tío que se va de copas con sus amigotes de vez en cuando y se pilla un pedo del quince, y otra persona que es alcohólica…

No es lo mismo echar de vez en cuando las vueltas del café en la tragaperras, a ver si hay suerte, que ser un ludópata.

De igual modo, no es comparable un hombre que se va de putas de forma puntual, más haya de cuales sean sus razones para hacerlo, con un adicto al sexo de pago.

Un adicto, consciente de su adicción, y que la antepone a su familia, sabiendo que puede destruirla, es sin duda una persona débil y egoísta, y yo no quiero ser esa persona.

No sé si dentro de un año, dos o veintisiete, seguiré casado con mi esposa. Pero si finalmente tomara la decisión de romper mi matrimonio, quiero que sea una elección meditada y libre. Y no adulterada, o peor aún, forzada por mi adicción a las putas.

Esto hilaría en cierto modo con lo que ha escrito “perro_1928”, por cierto gracias por tu respuesta, me han gustado mucho tus palabras y tus consejos. Todos menos uno.

“Utiliza este mundo muy de vez en cuando y sólo para satisfacer deseos internos que de otra forma sería imposible de satisfacer (gustos sexuales, experiencias con cierto tipo de mujer, etc)”

Ojalá pudiera hacer eso. Ojalá este mundo me sirviera efectivamente para satisfacer las fantasías sexuales que no puedo hacer realidad con mi mujer. Pero a estas alturas sé que eso ya no es posible. De igual modo que un fumador o un alcohólico que quiera dejarlo debe asumir que no puede volver a probarlo si no quiere caer de nuevo, yo debo hacer lo mismo.

En cuanto a lo que dices sobre proponerle cosas nuevas a mi mujer, es una gran verdad. De hecho, hoy mismo he dado un primer paso, pequeñito eso sí, pero un paso al fin y al cabo. Después de hacer el amor, hemos visto un rato la tele, y durante una pausa publicitaria han puesto el anuncio de los geles de “Durex”. Cosa que he aprovechado para comentarle que podríamos probarlo, a ver qué tal. Y parece que le ha molado la idea. Así que nada, ya sabéis lo que dicen, pasito a pasito se va haciendo el caminito…

En lo que respecta a la mujer que envenena mis sueños, que dijo aquel, nada nuevo bajo el sol. Su anuncio ha aparecido como cada mañana, y como muchos habréis supuesto, ese ha sido el disparador que ha desencadenado mi casi irrefrenable deseo de volver a solicitar los servicios de una profesional.

Otra cosa más en la que tienes razón “perro_1928”. Tengo que empezar a aprender a desvincularme de ella. Pero me cuesta muchísimo, es superior a mí…

Hoy he entrado cerca de diez veces en su tema del foro para ver si alguien había escrito alguna opinión nueva. Cosa que no ha sucedido… Esta misma noche, cuando mi mujer ya se había acostado, he comprobado el whatsapp para ver cuando se había conectado por última vez, y me he encontrado con el “en línea”. Me he quedado como un gilipollas con el móvil en la mano durante cinco minutos, hipnotizado por esas palabras. Y no por querer escribirle algo, sino por tener la absurda sensación de que de esa forma, de algún modo, estaba cerca de ella…

¡Madre mía, cómo están las cabezas…! He empezado muy bien, pero como podéis comprobar soy un auténtico “crack” para amargarme a mí mismo la existencia, así que mejor me voy yendo a la camita, que ya va siendo hora…

Gracias de nuevo a todos, y como siempre, suerte.

Un putero arrepentido

No suelo molestarme en escribir para dar mi opinion sobre la vida personal de nadie, que aqui cada uno somos libres de hacer con nuestra vida lo que queramos, pero te veo tan desquiciado y tan perdido que ya que nadie lo hace voy a enseñarte la realidad.

Voy a intentar escribirlo sin que resulte demasiado cruel pero que al mismo tiempo puedas ver la suficiente realidad para que te haga meditar, no tengo la intencion de ayudarte, me da igual lo que hagas, la verdad es que no se muy bien ni por que escribo esto pero ya que he empezado voy a terminar.
Quiza pienses que tu caso es especial, seguramente asi te sientas tu, esto que sientes le ha pasado a cientos de puteros, y a todos les ha arruinado la vida hasta los cimientos, si no sales del bucle en el que te encuentras te llevara a la ruina o a la locura, o tal vez a ambas. Esa lumi no te quiere, ni te querra, eres un cliente y ese siempre sera tu sitio, por mucho que te deje follartela a pelo y por mucho que te diga que eres especial, especial eres eso esta claro, y mas si vas 2 o 3 veces en semana, solo con tu dinero puede comer ella y pagarle los vicios a ese novio que tiene.
Si te quisiera de verdad no te recibiria, si te quisiera de verdad haria por verte y no te cobraria nada, porque el amor no se paga, eso se da gratis.
Y como tu, esa misma chica tendra a varios, loquitos por ella, que sufren igual que tu al leer una expe suya, y que se la follan a pelo igual que haces tu, sois lo que aqui se llama clientes especiales, ella esta agusto con vosotros, se lo pasa bien, se corre y le encanta sobre todo que la pageis despues.

Pero la culpa no es suya, ella hace bien su trabajo, quiza no juegue limpio, pero la culpa es solo tuya, ella sabe separar su vida profesional de la personal, por eso no responde a tus mensajes, y si lo hace sera en horario de trabajo, la culpa es tuya por confundir el tomarte una coca cola y unas galletas en un bar con una cita, y por creer que esa chica siente algo por ti cuando te ha dejado bien claro que tiene novio.
Se ve que eres un hombre con corazon, el mismo corazon que te impediria cualquier tipo de relacion con ella, se sincero contigo mismo, que harias si ella quisiera algo mas contigo? dejarias a tu familia?, lo cambiarias todo? la vas a retirar?, ya puedes ganar dinero... porque pagando la pension de tus hijos no te va a dar para hacer de salvaputas.
Ahora ese corazon tuyo te engaña y te dice que serias capaz de cualquier cosa por ella, que hasta sopostarias que trabajase con tal de tenerla en tu cama por la noche, pero amigo, eso no es asi, no podras soportarlo, como soportaras cuando reciba 10 whatsup por minuto cuando esteis tumbados en el sofa por la noche y temas que sea de otro cliente especial? como soportaras que cuando se levante por la mañana se vaya a follar con 5 o 6 tios ese dia?, como te concentraras en el trabajo cuando constantemente imagines que justo en ese momento, hay un tio lamiendo su coño y corriendose en su boca?
Son relaciones avocadas al fracaso, sin contar que tu con el tiempo perderias interes y acabarias de nuevo puteando con otras, y todo eso ella ya lo sabe.

Eres el tipico hombre que ha seguido todas las etapas de la vida tal cual la sociedad marca como correctas y lo que te esta pasando con esta lumi ha roto por la mitad la concepcion que tenias de todo, por eso estas tan conmocionado, la solucion no es alejarte de ella, eso lo empeorara, acercate mas a ella, para que asi quizas puedas ver por ti mismo la realidad, pero cuando vayas sorprendela, deja de hacerla el amor, follatela, correte en sus tetas, o en su cara, deja de idealizarla, demuestrale que sabes el lugar que ocupas, ella pone los limites pero tu pagas tu mandas.

Creo que es un problema generalizado aquí, en este foro.

La gente confunde las cosas y llegan los problemas.

Las putas son putas. Ni lumis, ni acompañantes, ni señoritas de compañía.

Putas, desde el principio de los tiempos.

Te deseo una pronta "recuperación".

No soy nadie para dar sermones ni consejos, pero creo que el principal problema reside en tu cabeza. Y hasta que no te aclares tú mismo no saldrás de ésta.

Mucho ánimo.

Esas 3 frases creo que son de lo mejorcito que he leído en lo poco que llevo en este foro y una de las cosas mas sensatas.

Felices fiestas para ti también!
Decir que hace unos días me iba a ir de putas y tu relato me lo impidió!
Yo pienso que tienes las cosas más claras de lo que tu crees. Amas a tu familia y eso esta por encima de todo! Lucha por ellos. Tu mujer y tu familia son tu norte, tu brújula. Si los pierdes a ellos lo tendras todo perdido, y si que tu vida puede acabar muy mal.
Creo que puede que estés en una parte muy solo, tu mismo lo dices sin un amigo con el que hablar de todo lo que te pasa. Por otro lado, has cometido el grave error de enamorarte de quien y en donde no debías haberlo hecho nunca. Termina de una vez con esa relación, si dejas a tu familia y te vas con ella, las cosas tarde o temprano terminaran mal. Sois de dos mundos diferentes y lo único que tendréis en común es disfrutar del sexo como locos pero eso no lo es todo en la vida!
Ahora bien no veo nada de malo en desahogarse de vez en cuando con una puta. Siempre con mucho cuidado y teniendo claro las cosas! Con nuestras mujeres jamás haremos lo que hacemos con una puta!

Creo que tienes la autoestima muy baja. Nadie se muere por un desamor ni necesita ayuda psicológica por esto, ni entras en depresión. Aplica contacto cero y te acabarás olvidando de ella. Céntrate en tu mujer e hijos que son lo mas importante en tu vida. Mucho ánimo y cuídate compañero.

Por cierto es bonito leer que tanto tu por ella como ella por ti teníais un sentimiento bonito.

Joder, que verdes estáis.
Parece que no se os ha acercado una "civil" sin cobrar en la vida...

Seamos serios y un poco de cordura, caballeros.


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Casarse con una tía que físicamente no te pone, que es un desastre en la cama y encima tener hijos juntos.

Y luego enamorarse de una puta.

Lo siento pero todo eso es de ser un tolai con mayúsculas.

100% deacuerdo,que esto pasase hace decadas hasta lo comprendería pero que pase ahora con toda la información que hay..

Y digo yo, que tiene que ver la informacion del ahora con los sentimientos? Confundes la velocidad con el tocino.

Respecto a lo que dice Copacabana, no demuestras nada de respeto y una falta de tacto acojonante con lo que dices, ojala no te veas envuelto en un problema asi, tengas que pedir consejo y te respondan de esa manera.
Seguro que ves dos tetitas y ya vas babeando. Para que te enteres un poco de cómo funciona el mundo, el fisico no es lo mas importante en una pareja, hay muchas cosas mas que te pueden cautivar de la otra persona, eres un materialista viendolo a tu manera. Los cuerpos a los 30 empiezan a decaer, si todos pensaran como tu, nadie estará contigo, nadie tiene un cuerpo 10. Esta sociedad transforma la mentalidad de la gente y luego leemos estos comentarios tan pobres y tan vacios de contenido, porque no aportas absolutamente nada

Tiienes razon en tu reprimenda a copacabana (igual es fan de house o igual tiene conatos de sinceridad patologica) pero el chaval dice tres verdades como tres soles.

Cuando encuentras a alguien con quien se supone que quiere compartir tu vida (algo preciosisisimo, ojala os dure para siempre), tener un.proyecto, formar una familia y demas zarandajas, es fundamental la atraccion y el folleteo mas o menos optimo (mas alla del fisico, hay feas y feos que somos muy atractivos y follamos muy bien), porque se supone que vas a follar bastante a menudo y durante bastante tiempo con esa persona.

Si.eso falla por lo general la cosa se va al traste o se sale por peteneras (como en este caso) tarde o temprano, asi que mejor temprano. Que luego ya tienes hijos, te da pereza separarte, rehacer tu vida mudarte, crear muevas rutinas familiares (un fin de semana alterno y un mes de vacaciones, custodias compartidas etc) para ver a tus hijos, etc... y acaba todo el mundo siendo el tipico desgraciado frustrado de turno. Y no hablo de su santa, que por lo general siempre llevan de largo la peor parte. Bueno lo dejo que me lio y me se va la pinza.

Muy interesante este hilo para leer en un día lluvioso. Excelente relato y sabios consejos sobre un tema que se repite a diario en este mundo puteril. Ojalá el putero arrepentido nos cuente cómo le ha ido finalmente y si ha sabido aplicar todas las recomendaciones facilitadas en este hilo.

Creo que casi todos los que hemos frecuentado las lumis hemos tenido algún enganchón importante con al menos una chica especial, una chica con la que conectas en la cama y fuera de ella y piensas que es la mujer de tu vida sin ver la realidad de su trabajo, más especial todavía. Porque el trabajo de las lumis se basa en un doble juego impresionante: se acercan a un cliente y utilizan todas su armas para engatusarnos, hacernos creer el centro del Universo y exprimir nuestro dinero. Cuando nos despedimos de ellas hay otros 5-10 clientes diarios con los que volverán a aplicar la misma táctica y así un día tras otro.

Al menos es lo que he visto en mis doce años como cliente asiduo de locales de alterne, antes de frecuentar pisos desde hace un año. Toda la parafernalia de los locales está orientada a deslumbrar al cliente: la noche, las luces de neón, la escasa iluminación del interior, la música atronadora y las chicas acercándose en la barra a pardillos que acuden como si fuera una discoteca, pensando que están ligando con una mujer despampanante. Me he pasado horas apalancado en la barra tomando dos cervezas y observando el comportamiento de lumis y clientes, antes y después de subir a las habitaciones. He subido en muchas ocasiones y me han engañado como a cualquiera, pero a base de palos he descubierto la realidad y fui aprendiendo a no subir cuándo no lo tenía claro y a esperar tranquilamente en la barra, al menos para sacar conclusiones sobre la puesta en escena de este gran teatro puteril.

Me enganché dos veces con brasileñas, con una repetí en nueve ocasiones y con otra en cinco. Sé la cifra exacta porque guardo una lista en Word de todas las veces que he pagado a una lumi (274 a día de hoy) y de vez en cuando reviso esta lista para no cometer los mismos errores, sobre todo el peor que se puede cometer con una lumi: ir dos veces seguidas con la misma chica. Con las brasileñas no cometí la torpeza de dar mi número de teléfono móvil y en aquella época no existía Whatsapp pero sí intercambié direcciones de correo electrónico de Hotmail, con mis datos falsos, por supuesto. De pura casualidad, descubrí que aquellas direcciones de e-mail estaban asociadas a una cuenta similar a Facebook en las que se colgaban fotografías (no recuerdo el nombre de esta aplicación) y a través de aquellas fotografías me sorprendió comprobar que eran ciertos muchos detalles personales que me habían contado: separaciones matrimoniales, hijos a su cargo, trabajos que habían perdido, vidas muy humildes en su país de origen, etc. Aquello fue un baño de realidad que me abrió los ojos y me quitó las ganas de quedar con alguna de ellas fuera del club, porque creo que cada cual tiene sus problemas y debe asumir las consecuencias de sus equivocaciones y de las circunstancias que le ha tocado vivir.

Ahora que visito pisos me resulta mucho más fácil discriminar mis sentimientos del deseo sexual que me lleva a pagar por estar media hora o una hora con una chica. Por muy satisfecho que salga de una visita no repito con una chica inmediatamente, aunque sea un valor seguro. Prefiero arriesgarme con una diferente y volver cuando hayan pasado al menos un par de semanas.

Suscribo lo que dice el putero arrepentido en su primer post: "La cabra tira al monte". Sé que este hobbie no lo perderé nunca porque no he encontrado todavía algo que me llene tanto como ir de lumis y me provoque las mismas sensaciones antes, durante y después. Pero lleno mi tiempo libre con otras aficiones y cierro la puerta a cualquier relación con una lumi, así consigo dormir sin preocupaciones.

Y yo me pregunto, ¿Cómo terminó la historia de Putero-arrepentido?


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Todos somos yo y nuestras circunstancias.

Me he leido el hilo del tiron y un año y pico despues de la publicación y la.movidilla. me jode no saber como ha acabado la cosa. Aun asi quiero suponer que puteroarrepentido seguira puterizandose por ahi, mal follandose a su doña y de la chavala esta jamas se supo mas.

La duda me corroe, copon.

Yo tambien soy super putero (un triste adicto al amor mas) pero gracias a dios sin pareja. Asi me puedo ir de putas los domingos, o cuando me da por ahi y sin esquilmar cuentas comunes. Cosas asi refuerzan mi autoestima puteril. Que triste soy.

Unknows supongo que.chuck norris se cambia de acera al verte no? Porque eres mas duro que un nudillo de lobezno. Desde el cariño te lo digo. Saludos.

Hace ya mucho tiempo de esta publicación, pero el tema sigue tan vivo hoy como en el momento en que termino de escribirse, por eso quiero comentarlo.

Las personas somos como somos, y la sociedad es como es. Queremos una mujer convencional para casarnos y tener hijos, pero con quien lo pasamos mejor es con las putas. Y cuando nos casamos con esa puta con la que lo pasamos tan bien, queremos que deje de ser puta ¿somos idiotas?

Bueno, yo diría que queremos un ferrari que gaste lo mismo que un utilitario diésel. Queremos cosas, pero no las queremos pagar, o sencillamente, no las podemos pagar.

Se que lo que voy a decir algunos dirán que es una fantasía, pero es una realidad. Mi mujer, con la que vamos ha cumplir los 6 años, a veces me elige las putas, otras veces me lleva si la zona de aparcamiento es complicada, o simplemente, me apetece que me lleve o a ella le apetece llevarme.

Se lo que pensareis mas de uno, no hace falta que lo digáis, pero funcionamos así. Ella también folla con todo el que le parece, y a veces tenemos sexo en grupo.

Tener una mujer así, me ha costado mucho, pero al final no me tengo que esconder para irme de putas.

Soy putero y estoy orgulloso de serlo.

Magnifico relato @Putero_Arrepentido.

Veo que llevas más de un año sin conectarte al foro... Indicio de que realmente has conseguido dejar este mundillo, enhorabuena.

Me identifico a medias..... Ojalá este bien-ñ

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Hasta la próxima.

P.D.: Intentando devolver al mundo una parte de todo lo que he recibido.