El partido del Madrid
Esto no me ha pasado a mí. Me lo contó un amigo la semana pasada. Pero como dijo el poeta "como me lo contaron, te lo cuento".
"Total, que era la despedida de soltero de uno de mis cuñados. Habíamos quedado a cenar los cuñados y algunos colegas pero gilipollas de mí se me ocurre quedar por la tarde con el más golfo para tomar unas cañitas y ver el partido del Madrid. Llegamos al bar y empezamos a tomar botellines a eso de las cinco. A las ocho nos dice el dueño "¿Os vais a quedar a ver el partido?' 'Sí ¿por?' 'Porque no queda cerveza. Os habéis cepillado todos los botellines y un barril'. Total, que nos vamos. A todo esto ya estábamos bolingas mi cuñao y yo y dos tíos que no conocíamos que se nos habían pegado. Entonces me dice el cuñao. 'Pues vamos a verlo donde las putas'. Nos metemos los cuatro en su coche y vamos. A mí me apetece costo y digo que pasemos a por ello. Él me dice que no, que allí. Llama por teléfono a donde las putas y cuando llegamos en la puerta nos está esperando un tío con la camiseta de la selección española que me pasa un tocho gordo y sin cobrar. Dice mi cuñao que eso corre de su cuenta. Estamos, tomamos dos cubatas, vemos a las tías y nos vamos. Llegamos a otro garito donde habíamos quedado con otros dos colegas. Nos tomamo tres o cuatro cubatas y dice mi cuñao que le han llamado por el movil y se tiene que ir. Se va pero dice que le esperemos donde las putas. Agarramos un taxi los dos colegas, uno de los dos tíos que se nos pegaron y yo y vamos donde las putas. Yo les digo 'bueno, yo vengo porque me lo ha dicho este, pero aquí no vengo nunca'. Entro por la puerta y me dice la jefa '¡Hombre, otra vez por aquí!', el camello que si me ponía lo de siempre y la puta con la que me tomé el cubata antes me agarra, me llama cariño y mi amor y me dice que si esta vez pasamos. Todo el mundo se descojona. Yo, que iba ciego, pido una ronda para todos y luego otra. Llega mi cuñao, se agarra a una tía y se baja al piso de abajo. En eso que empieza el partido. Un par de veces la dueña me mete al lavabo, me mete mano y me invita a (impublicable). Luego le digo que cuando se debe y me dice que 500 euros. Claro, cojones, yo no tenía costumbre y no sabía cuanto costaba. Total que me bajo a ver a mi cuñao y le encuentro con los pantalones bajaos y una tía chupándole la polla y le digo "Oye, que tenemos un problema" y me dice "Lo tendrás tú, payaso. Anda y arreglalo". Total, que me lío a discutir con la dueña, que si llamamos a la policía que si no se qué. Sale mi cuñao, que es abogado y le dice que se tire el rollo con las veces que él la ha sacado de líos con la policía. Dejamos la cuenta en 200 euros y nos vamos. Dice mi cuñao que no puede conducir y le digo que a él sólo se la han chupao y yo voy ciego. Agarra su coche uno de los tíos y le dice '"¿este coche hace trompos?' y el otro 'No, porque lleva el sistema...' Y según lo dice el otro pega un trompo de cojones y sale zumbando. Llegamos a donde la cena y otro cuñao dice "¡Coño, Antonio Anglés y sus colegas!" por la pinta que debíamos tener. Me siento y otro me dice '¿Dónde habéis estado?' y le digo 'Viendo al Madrid'. Y me dice "¿Cómo han quedado?" y yo, claro, ni partido ni leches y le digo "Pues cuando me fui iban empate" y me dice otro "¡Anda tío, si lo han suspendido porque llovía!".
Pues eso. Creía que esta historia no me la tenía que guardar para mí solo.
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