Nombre de guerra: Andrea
Nacionalidad:rumana
Fecha aproximada
iciembre
Lugar:CluB Habana
Instalaciones: decadentes
Higiene:Eso sí. Sábanas nuevas de usasr y tirar. Limpieza de la chica y de tus bajos.
Precio:50 euros
Edad: .le calculo unos 23
Cara:guapa, muñequita morena
Pelo:negro
Cuerpo:de teen
Pecho:voluminoso, una 95
Culo:pequeñito y respingón
Piercings y tattos:de todo y repartido
Defectos corporales:ninguno
Actitud:seria pero profesional. Muy del este
Conversación: Es educada
Besos:piquitos
Fuma:no
Francés:sin goma
Forniqueo:le gusta llevar la voz cantante
Griego:no propuse, ni insinuó
Lo mejor:su belleza, su juventud
Lo peor: le cuesta sonreir
¿Repetir? esta es la segunda vez
¿Recomendable? sí, lo es
Valoración global de la experiencia:buena y satisfactoria
Relato: El Habana es mi plan B cuando lo intento con las independientes.
Cansado de fotos falsas y teléfonos sin la menor referencia, hice un par de intentos y al Habana que me fuí.
Entro en la sala y había una docena larga de chicas. La mitad merecían la pena (bajo mi personal parecer). Le eché el ojo a otra rumana delgadísima y jovencísima, pero Andrea (que ya la conocía) vino a saludarme. Estaba preciosa con una minifalda superajustada. Me llevó a la barra, ...y me convenció.
Andrea vino este verano. Es una muchacha menuda, corta de estatura, delgada y esbelta. Tiene una cara bonita, y un saber estar muy peculiar, como de chica con clase, no resulta vulgar. Sonrie muy poco, posee esa peculiar forma de ser de algunas chicas del este.
Pago el servicio o como se llame y subo a su habitación.
Las habitaciones del Habana, son por regla general bastante espartanas.
Las propias muchachas las arreglan y adorman.
Esta era limpia, seria y escueta. Casi casi como su moradora.
Hizo la cama, y se desnudó mientras yo lo hacía.
Me cogió la mano y me llevó al bidé. Alli me aseó con dulzura mientras yo la acariciaba por donde podía. Luego se aseó ella (esto de la limpieza he de reconocer que en el Habana siempre lo cumplen, es casi un sello de la casa)
Cuando terminó se acercó sigilosa a la cama donde yo la esperaba y pude volver a verla en todo su esplendor. La zagala merece la pena. Es una cría preciosa, morena de pelo, morena de piel, esbelta, un cuerpo de teen con unos pechos espectaculares. Son grandes y erguidos, con lo menuda que és, sus tetas son tremendas. Y el resto es un paraiso. La afean los tatuajes, algunos a medio terminar. Que pena que con esa piel tan aterciopelada se manchen con tatuajes, en fin. Es una chica de ahora, y yo un abuelete.
A lo que vamos.
Me senté en el borde, la acerqué, y me la comí de arriba a abajo. Aún estaría haciéndolo. Ella me empujo hacia atras y quedé tumbado. Entonces me la empezó a comer inclinándose,sin arrodillarse, sin manos, salivando a tope, haciendo ruiditos. Cuando se cansó se subió encima y me cabalgó a su ritmo. Esa postura es la suya, le encanta. Te oprime con el chichi el rabo, y entre eso ,el meneo que lleva y la tunda que te ha pegado antes lo difícil es no correrse. Y yo finalmente lo hice.
Me corrí como un bendito. Y ella fue apurando hasta ver que me corría del todo, mientras me iba besando, labios , cara, cuello , pecho. Muy agradable.
Un rato de conversación sobre la crisis, mientras se duchaba delante de mi.
Y a casa, más contento que un ocho.
Lo malo. Es un club de carretera, cercano a Teruel. Y si quieres discrepción a veces la encuentras y otras no.
Yo ya es que paso. Voy con tiento, pero si me encuentro con algún conocido, pues mira, a eso vamos los dos. Que le vamos ha hacer. Las independientes ofrecen más discrepción, pero..., peor calidad. Alguna de vez en cuando viene que merece la pena, y con referencias.
Pero el Habana sigue siendo mi plan B.
Bendito plan B.