Ellas nunca llaman.
Mis motivos son sobradamente conocidos ( O no) pero voy a romper una lanza por este mundillo de nuevo, ante una pequeña tragedia navideña ocurrida en mi vecindario.
Este verano, aprovechándo que se había quedado de Rodriguez, un vecino mío, bien parecido y relativamente joven, aprovechó una ocasión que se puso en su camino para tener un "lío" con una mujer contratada para cubrir las ausencias vacacionales en su empresa.
De entrada pareció ser la aventura perfecta. Pasional y rapida. Encima, por el motivo que fuese, la historía se consumió en lo que duró la pasión sexual, un fin de semana movidito.
Bien, fantástico hasta ahí. Pero ahora, será por la amargura de la navidad, la mujer en cuestión se puso a llamar al individuo a todas horas y mandarle mensajitos. Su mujer le ha cazado, y la bronca, aún si se resuelve, ha hecho temblar todo el edificio matrimonial.
Si este buen hombre, en lugar de ceder a su instinto de depredador, hubiese acudido a una profesional, ella nunca le habría llamado.
Consejo para infieles: Ellas nunca llaman.
El gusto por la prostitución es una pasión inteligente.
__________________
""Yo narraré desnudas, vírgenes, intactas e inocentes, para mis delicias y el placer de mis amigos, estas noches árabes, vividas, soñadas y gozadas sobre su tierra natal y sobre el agua. Ellas me fueron dulces durante los ocios en remotos mares, bajo un cielo ahora lejano. "
|