Bueno, al final me animé a visitarla.
Recibe por la Gran Plaza, en un piso bastante amplio. Se trata de una mujer bastante madura (cerca de los cincuenta), ecuatoriana con rasgos bastante marcados, pero cuerpo bien cuidado para su edad (aunque las fotos, si son de ella, están bastante retocadas)
Ofrece masaje y/o sexo. Contraté el masaje con terminación con penetración de media hora por 50 euros. No exige ducha ni lavado previo, cosa que me llamó bastante la atención. El masaje lo realiza en la propia cama y me pareció bastante bueno, con el "pero" de que en ningún momento dejó de hablar, por lo que cualquier intento de relajación en esa parte me resultó imposible.
La terminación bastante normal. No relojeó y en general fue bastante simpática, aunque creo que hay mejores opciones.
Saludos.
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