Venus Center 600346335
Hoy era de esos días en que uno está entre la fiesta y el trabajo, acabada uno y empezado otro, como en tierra de nadie. En ese estado se me vino a la cabeza recibir un masajito. Como estaba cerca de Ramón y Cajal decidí llamar a Venus Center (600-346-335 para el que no lo conozca). Me atendió al teléfono como siempre la encargada y me dijo que tenía 3 chicas disponibles, una antigua que ya conocía y dos nuevas que empezaron la semana pasada. Pues nada, a conocer a gente nueva. Llegué a eso de las 13 horas. Besitos de la encargada, charlamos un ratito y presentación de las chicas nuevas. Primero una brasileña de 25 años, Sofía; segundo una venezolana de 23 años, Sthela. Me quedé con la segunda. Contraté media hora en camilla, masaje y terminación manual.
Manos a la obra. La chica entra en la habitación mientras me desnudo. Ella en ropa interior roja. Es alta, delgada, poco culo y poco pecho, pero todo muy equilibrado. Agradable y algo corta. Como a uno le gusta conocer algo de la persona que lo va a tocar charlamos sobre su vida. Vive en Sevilla desde hace unos meses y anteriormente había trabajado en un gabinete de estética y depilación. Por ganar poco dinero y trabajar muchas horas lo deja. Dice que se pensó mucho lo de dar masaje erótico, pero al final, por necesidad se decidió. Este era su segundo día en los masajes, antes nunca dio ninguno.
Me desnudo, bocabajo y a masajear. No lo hace bien, es normal, pero tampoco es un desastre. Algo fuerte. La corrijo. Suaviza el tema. Piernas, culo, espalda..... y entrepierna, mucho por ahí. La cosa iba bien ancaminada.
Me doy la vuelta. Masaje en los muslos.... y a los testículos. Le bajo las braguitas y se deja. le meto la mano por detrás y me abre las piernas. Le suelto el sujetador y se lo retiro. Se acerca más a mi y me ofrece las tetas. Se las como. Le acerco la cara a mi cara y sin problemas. Me besa, bien y con lengua. Genial. Sigue besando. Se deja hacer todo. No pone pegas. Para colmo me la chupa y me hace un francés lentito. No está mal. Seguimos así unos minutos y me voy. Le descargo en los labios. Maravilloso todo. Me limpia, me ducho, pago y me voy.
MORALEJA: En cualquier sitio te encuentras una sorpresa. No es una chica de escándalo pero cumple de sobras. Es atenta. No hace falta gartarse mucho dinero para pasar un rato agradable. ¿Que más quiero?. Masaje en camilla de 30 minutos largos, chica nueva en esto de 23 años, habitación calentita y sin ruidos, paja y francés por solo 40 euros. ¿Existe por ahí mejor calidad-precio?.
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