Zensual Massages (antes Eros Tantra Sevilla) 629454864

amandomodesto · #1 30-03-2015, 17:06

Hola a todos,

Escribo después de mucho tiempo sin aparecer, porque andaba un poco retirado de la circulación, más por motivos económicos que por falta de ganas. El otro día, husmeando por Internet, descubrí un sitio nuevo de masajes de los que nos gustan, y me decidí a probarlo, y os cuento la expe, que creo que os va a interesar.

El sitio se llama Eros Tantra Sevilla, está por la Zona de Plaza de Cuba, y ofrecen una hora de aparcamiento gratis, lo cual no es que sea una bicoca pero se agradece el detalle. Llamé al móvil y me atendió la encargada, con un leve acento latino. Muy amablemente me explicó la carta de masajes, y la filosofía del centro, un rollete pero que me suele dar morbo, sobre todo para insistirle en que sea ella la que dé el masaje. Que de momento me dijo que ella no los daba, …ya veremos. Pero me interesó un masaje que tienen a la carta, donde tu puedes elegir las diferentes opciones que te dan. Yo elegí uno de dos opciones por 120 € una hora y cuarto, lo que me pareció bastante bien de relación precio/servicio, a la espera de comprobar que tal. Las opciones que elegí fue jacuzzi, y “estimulación del sentido del gusto”, que según me explicó era derramar sirope sobre el cuerpo de la masajista y chupetearlo. Me pareció muy morboso y diferente. De las masajistas me decidí por Noa. Y vamos por orden:

Fecha de la experiencia: Hace una semana, más o menos.
Instalaciones: El sitio se encuentra en una calle con bastante actividad comercial, lo que hace que la gente no se fije quien entra y sale de un determinado portal. Tiene una puerta exclusiva que da a la calle, lo que evita cruce con vecinos, porteros y demás fauna. Llegué con unos 10 minutos de antelación a mi hora, y llamé al portero electrónico, esperando que me dijeran lo típico de “llama en 10 minutos”. Me atendió una chica, que para mi sorpresa me abrió sin más preguntas, al dar mi nombre. Lo que se ve al traspasar la puerta es una empinada escalera de madera en penumbra, iluminada por candelabros, tipo “Casa del Terror”. Te abran desde arriba, así que estás sólo ante el peligro…Lo primero que piensas es dar una voz, pero no parece apropiado, así que empecé a subir, con crujir de escalones. La cosa se ponía un poco tétrica. Cuando llegas al descansillo de arriba, una puerta da acceso a una salita-recibidor, muy coqueta, con sillones, espejo, mesita de estilo clásico, tarjetas de presentación y carta de masajes, y dos puertas. Pero seguía sin aparecer nadie…Abrí una, y era un baño de cortesía. Nada. Cuando iba a abrir la otra, se abrió y apareció una escultural morenaza que cuando habló, para disculparse, reconocí como la encargada que me atendió por teléfono. Me dijo que estaba atendiendo una llamada, mientras se acercaba para besarme. Ligeramente más alta que yo, lo cual no es de mucho mérito porque soy más bien chaparrito, y por los taconazos que llegaba, sus tetas llegaron a topar conmigo bastante antes que su mejilla. Joder que buena estaba. Se pegó a mi bastante más que lo hacen las amigas cuando besan, y me dejó que la atrajera por la cintura y la mantuviera pegada unos segundos, aunque se separó suavemente con una sonrisa. Lógicamente volví a insistirle en que fuera ella la masajista, pero me volvió a rechazar el ofrecimiento, indicándome que en seguida me presentaba a Noa, y preguntándome que quería tomar.
Se retiró a por la bebida, y apareció Noa, que ahora describiré, vestida como de fiesta, y acompañada por otra chica, que me presentaron como Amanda. Era su primer día, y parecía bastante cortada. También iba bien vestida, con tacones y un vestido ajustado, y entre eso, y que la encargada me había puesto ya contento, me atreví a proponerle que si quería pasar al masaje. Si lo leen van a saber quien soy, pero como la cosa salió bien. El caso es que estuvieron de acuerdo y se fueron a preparar, mientras Andrea, que así se llamaba la encargada, se ofreció a enseñarme el centro, ya que yo, a lo que se ve, era el único cliente en ese momento.

Del recibidor se pasa a un pasillo, al cual dan las puertas de los gabinetes. A la derecha hay dos, que vi normales, con su futón, su decoración oriental, sus velitas perfumadas y su musiquilla envolvente (se ve que lo tenían preparado para enseñar…). Eso sí, cada uno con su ducha dentro, lo cual es una comodidad para no ir dando paseitos hasta el baño. Al fondo estaba el que me tocaba, el del jacuzzi, que tenía el doble de tamaño que los otros, también con su ducha e incluso con un juego de sofas, de grande que era. Me explicó como iba la ducha, y me arrepentí de no echarle cuenta, mirándole los bultos que se insinuaban debajo de una camiseta banca ajustada, porque luego me costo un ratito poner el agua a temperatura aceptable para no pelarme ni congelarme. Me desnudé en el sofa, me duché, y me metí en el jacuzzi que Andrea había puesto en marcha antes de salir del gabinete.

Casi enseguida entraron las dos chicas, Noa y Amanda, que dejaron caer sus batas al suelo y se metieron en el jacuzzi. Paso a la plantilla, de memoria. Perdón si se me olvida algo.

Masajistas: Noa es morena, pelo lacio por los hombros, 1,65 más o menos, blanca de piel, rellenita y con gafitas de estudiante aplicada. Amanda es más bajita, más delgadita, piel más morena, media melena rojiza. Ambas con tetas normales, sin tunear, y ambas rasuradas.
Fuman: No olian a tabaco, lo que es de agradecer.
Tatuales/piercing: No
Besos/morreos: En la boca no. Ellas si se dieron algún pico. Por el cuello y la cara, los que quieras.
Masaje: La cosa empezó en el jacuzzi, como dije. Noa se puso frente a mi, y comenzó a juguetear con los pies. Amanda quiso sentarse a mi lado, pero la situación no era cómoda, así que, ni corta ni perezosa, se subió encima mía. Uff, mientras una me masajeaba con los pies, la otra me puso las tetas a la altura de la boca, y comenzó a moverse. Eso, más las cosquillas de los chorritos, me puso bastante bruto. Así estuvimos unos minutos, pero viendo que la cosa subía de tono nada más empezar, Noa propuso pasar al futón, cosa que yo agradecí, temiendo acabar el partido a los 5 minutos.
Lo siguiente fue lo del sirope. Noa me ofreció elegir fresa o chocolate. Elegí chocolate. Se mojó la tetas, y se las mojó a Amanda. Ambas se tendieron, dejándome a mí de rodillas en el centro. La única regla era, ya imaginais, que no se podía llegar a las partes bajas. Bueno, las puse perdidas y me gaste casi todo el bote. Por supuesto, llagueé lo que quise, visto que se podía. Ellas estuvieron bastante pasivas, viendo que yo tengo fácil calentamiento, y la cosa se ponía bastante intensa. La verdad es que estuvo cachondo, porque nos tomamos con buen humor la situación del sirope chorreando por todos lados, las cosquillas, etc…Eso de lametear a una chica nada más conocerla tiene su aquel. Igual que antes, Noa fue la que fijó el tiempo, y no me pareció mal. Ambas fueron a ducharse, y me dedicaron, ahora sí, una duchita erótica breve. Una vez desaparecido el sirope, y mientras Amanda cambiaba la sábana, Noa me invitó a la ducha, y me enjuagó cuidadosamente, ufff, otra vez bruto.

Y ya por fin empezó el masaje propiamente dicho. Cada uno por un lado, Noa más segura, y Amanda imitándola. Esto fue más convencional, pero diré que, al contrario que pasa en otros lugares, ambas fueron muy agradables y permisivas en mis morreos y toqueteos. Diría que no me quedó nada por explorar de ellas, y que no lo estaban pasando mal por lo mojadas que estaban. Llegada la hora, se puso cada una a mi lado, con las tetas a la altura de mi cara, y frotándome con sus sexos a la vez que me masajeaban, y no duré un asalto, claro. Me derramé bastante pronto en las manos de las dos.
Calificación centro: 9, estaba todo muy limpio, las duchas en los gabinetes es de agradecer, Andrea está muy buena y es muy atenta, y lo del jacuzzi es un plus a tener en cuenta. La relación precio-servicio, por lo menos en este masaje, y conociendo otras cosas, para mi es muy buena.
Calificación masajistas: 9, Muy implicadas y simpáticas. Puede que no sean modelos de pasarela, pero saben como hacer pasar un buen rato a un hombre.
¿Repetiría? Sin duda. Probaré a todas las masajistas, y si puedo y se deja, a la encargada.
Disculpadme el rollete, pero estaba inspirado y tenía tiempo. Para cuando no escribo nada…Saludos, colegas erotómanos.

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