Nombre de guerra: Helen.
Nacionalidad: No estoy seguro. Tiene acento, pero no soy capaz de ubicarlo.
Forma de contacto: Teléfono 691544453.
Web profesional: [Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ]
Fecha aproximada: principios de noviembre.
Lugar: Su piso, por la zona de Urgel.
Instalaciones: Algo cutre, pero en peores plazas hemos toreado.
Higiene: No hubo ducha, no hubo sabanas desechables, y olía raro.
Precio: Tarifa contratada 70€ hora.
Edad: Veintipocos.
Cara: Agradable.
Pelo: Moreno, medio.
Cuerpo: Normal, delgadilla, pero no demasiado.
Pecho: buen tamaño, natural.
Culo: Su mejor parte.
Piercings y tattoos: Ningun piercing, algún tattoo.
Defectos corporales: ninguno.
Actitud: Nula. Basicamente como una muñeca hinchable. O, de hecho, peor.
Conversación: Ninguna.
Besos: No.
Fuma: No lo se.
Francés: Con goma, y me hizo daño con los dientes.
Forniqueo: Para llorar.
Griego: No creo, pero tampoco estaría interesado.
Lo mejor: No es fea, y tiene un culo precioso.
Lo peor: Actitud que invita a irse desde el primer minuto.
¿Repetir?: Ni borracho.
¿Recomendable?: No.
Valoración global de la experiencia: 1
Pues andaba por slumi un sábado por la tarde, buscando alguna chica con la que pasar el rato, y acabé encontrando la página de Helen. Las fotos son preciosas, y me llamaba mucho la atención ese culazo. De modo que la llamé, me dijo por donde andaba, sus tarifas, etc... Y acordé pasarme por allí.
Llegué y me recibió la misma Helen. En un primer momento me dio la impresión de que no era la de las fotos. En todo caso, no era fea. Después, me dice en un tono muy seco que el francés es con goma. Me quedo extrañado, pero le digo que ok. Le pago lo acordado, y procede a desvestirse de una morma muy fría y mecánica. No me ofreció ducha, se tumbó en un camastro, sin sábanas desechables, y ahí acabó su intervención. Me acerco a acariciarla y besarla. No admite besos. Bueno, sigo acariciándola a ver si la pongo a tono. Me bajo al pilón, y olía raro. Lo pruebo y en efecto, sabe raro. Joder que horror. Le digo que me coma un poco, me pone la goma (ya me lo había dicho al principio, de modo que en este punto no me quejaré), y empieza a hacerme un francés. Parece que me empieza a hacer daño con los dientes. Le digo que tenga un poco de cuidado. Después de un ratillo, voy a pasar a follar un poco en misionero, y veo que se está apartando continuamente. Dice que le hago daño. Después de dos o tres intentonas, y ya habiendoseme pasado completamente cualquier posible calentón que pudiera haber tenido, decido que estoy perdiendo el tiempo, me visto y me voy.
Resumen de la experiencia: Huid, insensatos
__________________
Mientras hay lengua, hay hombre
Los siguientes 25 Usuarios dan las gracias a Comecoños74 por este Post: