EXPERIENCIA NEGATIVA. NO RECOMENdABLE. MADURA. 914454649
Hacía tiempo que no publicaba y cuando lo he hecho, ha sido normalmente para o bien para recomendar o bien advertir en sentido contrario. De aquellas experiencias, que me dejan ni fu ni fa, no publico.
Ojo, con esto no quiero decir, que a mí me pueda ir muy bien con una persona y a alguno de vosotros al reves, o viceversa, me explico, consideraría injusto, valorar negativamente a una prostituta con la que no me he entendido en la cama, cuando todos sabemos que depende de muchos factores, no, no van por ahí los tiros, sino que voy a esos otros aspectos, sea limpieza, sea higiene, sea foto falsa, sea no atenerse a lo pactado, etc.
Dicho esto, quiero publicar mi experiencia del pasado xxxxxxxxxxxxx de octubre. Como uno no es ningún joven, para los de cierta edad, sabréis que antes de la llegada de los anuncios en Internet, estaban las páginas de contactos de los periódicos, pues bien, a veces guardo periódicos que por algún motivo podían tener un valor histórico en su momento y precisamente encontré uno de hace algunos años. Y en efecto, ahí estaba la sección de anuncios por palabras. Echando una ojeada encontré uno que escuetamente se anunciaba como madura y un teléfono. Y llamé, solo por el morbo de saber si aún continuaría en el oficio y de ser así dada mi afición por las maduras, dado que de esto haría como 5 años, la supondría cercana a los cincuenta, claro, tampoco se la edad que podría tener en aquel entonces.
Sea como fuera, respondió al teléfono y me dijo que salía en ese momento pero que se quedaba una amiga, que trabajan juntas en un piso particular y que no había más gente. Por el acento, argentina y según lo que me dijo, cincuenta y tantos, no recuerdo, exactamente, pero que su amiga, algo mayor que ella, 58. Servicios normales, sin griego, 50 euros la media hora, 80 la hora. Quedamos que en 1 hora estaría por allí y que pregunte por Marina, su amiga.
Y aquí empieza lo bueno.
1. Llamada previa cuando estoy por la zona y nadie contesta. Raro, cuando fueron como unas 4 llamadas más. Ya casi desistiendo, me atiende otra persona, española por el acento y me dice que ella no es Marina, pero que es su compañera. Algo ya no me cuadraba. Si la primera vez que llamo me atiende una mujer argentina y me dice que solo está ella y su amiga Marina, cuando llamo la supuesta Marina, no me coge el teléfono, sino que me lo coge otra mujer....en fin, que uno ya ve que empiezan mintiendo con esas cosas y ya voy con la mosca detrás de la oreja
2. Llego y me abre una mujer, española, madurita, nada atractiva de cara y un cuerpo para su edad. No me desagrada, pues la cara es la que es y el cuerpo también, pero no se, dice muy poco a su favor, la falta total de un mínimo arreglo personal. No se, recibir algo más "sexy" dentro de lo cabe, claro, pero no en chanclas de andar por casa y un vestido del todo a cien.
3. El precio. 50 euros media hora y 100 la hora. Viendo el percal, no me ponía nada aquella mujer, le dije que 50 la media. Es raro en mi, porque suelo pactar una hora casi siempre, salvo que se me vaya de presupuesto o no guste para nada lo que veo, como fue en este caso. Ella me dice que al final su otra amiga no se ha ido y que si quiero con las dos, que sería media hora 100. Ni me molesté en preguntar por si amiga para verla y dar el "cambiazo", pero ni me planteé estar con las dos por 100 euros, mucho dinero, si tenemos en cuenta que ya estaba incomodándome lo que veía con una, no se, la habitación muy cutre, no sucia, pero para nada acogedora, con la mujer, que ni siquiera te recibe con dos besos cuando llegas, que no cuida los detalles del vestuario, que además te dice que te desvistas tú solito mientras ella se va a lavar, etc. No se, pero para mí es un detalle que no pasa desapercibido, la prostituta que te quita ella la ropa, que va jugando con ello, con los tiempos, etc. o la que, te dice que lo hagas tú, mientras ella está a sus cosas.
4. Desnudos los dos, me "coloca" el condón y empieza a "chupármela". Sí, esto es lo más surrealista que me pasó. Decía que empezó a "chuparla", falso, acercaba la boca y sin abrirla, empezaba a meneármela. Pasados unos segundos, la dije, abre la boca y empieza, a lo que ella accedió, sí, abriendo la boca y permaneciendo con ella dentro y ayudándose de la mano, seguir masturbándome, es decir, para nada un francés, pues no sentí su lengua ni sus labios en ningún momento. Ahora bien, respecto a esto último, tan distraído estaba yo en qué cojones me está haciendo esta y el poco placer que me da, que no me había dado cuenta que me había colocado el condón sin retirar el prepucio dejando al descubierto el glande. Diosssssssssss, ¿pero esta mujer sabe poner un condón? En eso que se lo digo, mira perdona, pero está mal puesto y me dice, ¿ah sí? ¿y cómo es? Joderrrrrrrrrrrrr, no me lo podía creer. En ese momento pensé, a ver si va a ser la vecina de arriba que la ha llamado la otra para que la riegue las plantas y le eche un vistazo a la casa mientras ella está fuera y de paso si algún cliente viene, pues que se encargase que luego irían a medias, qué se yo. Pero esta de prostituta, tiene lo que yo de monja.
4. Visto el panorama, chupar no sabe, poner el condón tampoco, me vengo arriba y la digo que podía chupármela al natural, cosa muy común y para nada raro en este mundillo puteril. Me dice que no, que todo con condón, mientras sigue masturbándome con la mano y para nada con la boca. Como me estaba aburriendo un montón, me apetecía comerla el coño (es algo que no puede faltar en mis encuentros puteriles) a lo que accede tras pedírselo tres veces, pues oír, oiría, pero no escuchaba. A los dos minutos, ya había ella "terminado". Cuatro gemidos mal dados y otra vez a lo suyo, insistiendo en hacerme ver que la chupaba, cuando en realidad, malamente la sabía menear.
5. Me estaba agobiando yo solito y cansado del paripé la digo que dónde me podía correr, que ya continuaba yo solito. Me dice que en ningún sitio. No, no esperaba que en la boca ni en la cara, por supuesto, pero, ¿ni en las tetas, ni en su cuerpo, ni....? Nada, que para eso me había puesto el condón, que no me lo podía quitar en ningún momento, me dijo.
6. Con un bajón literal del miembro alarmante, me empiezo a masturbar de mala gana, me corro por inercia al cabo de unos minutos, mientras que, ni una caricia, ni un piquito, nada.
7. Antes de lo que canta un gallo, me visto, recojo mis cosas y a otra cosa mariposa. Salgo por la puerta, ni nos despedimos con un par de besos de rigor y sorprendentemente me dice, bueno, ya sabes, si vienes otro día, dónde estamos. Me salió de dentro, lo se, pero no la contesté, me parecería una grosería decirla que me había decepcionado, cosa que podía haber hecho, pues aquello no era gratis y había pagado un precio por un mal servicio y haberla dicho que sí, habría sido de una hipocresía por mi parte, total, que opté por guardar un prudente silencio, que ella, si no es tonta, habría interpretado como que no volveré.
Aquí queda mi experiencia, para los que estuvieseis valorando la posibilidad de ir, pues me pareció ver en su día por aquí su teléfono con las experiencias de los foreros, repito, yo lo ví en el periódico y animado por saber que podía ser una madurita potable, caí como un pardillo.
En resumen, de 0 a 10:
LIMPIEZA E HIGIENE: 5 y 5
CARA Y CUERPO: 3 Y 5
RELACION CALIDAD / PRECIO: 0
IMPLICACION: 0
FRANCES: 0 (NO SABE)
CUNNILINGUS: 2
BESOS EN LA BOCA: 0 (NO DEJA)
CUIDADO DE LOS DETALLES: 0
RECOMENDABLE: NO
REPETIRIA: NO
Que cada cual decida.
Un saludo.
Última edición por pistro; 28-10-2018 a las 00:52
Razón: Editar fecha de la experiencia
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