Club los Angeles
Después de un tiempo sin pasarme por allí, estuve hace unos días por aquellos fríos lares. Abrieron un pequeño aparcamiento privado para esconder el coche de ojos curiosos tanto de la gasolinera que está al lado, como del restaurante con el que comparte muro medianero.Resulta curioso que el club linde con un restaurante que los fines de semana se llena con familias. En fin, yo vine a que me comieran.
Pocos tíos, y la mayoría no entran, tal y como me comentó Lidia, una paraguaya con la que estuve. Tampoco muchas mujeres, paraguayas también la mayoría de ellas. Esta chica, Lidia, agradable, de unos 30 años, tímida, delgadita, subí con ella, es un decir ya que aquí todo está en la misma planta, me hizo una mamada bastante buena. Muy ensalivada sin ser gp, tranquila, sin ir a un ritmo demasiado rápido, entreteniéndose bien en lamer, acariciando el ano, y chupando de vez en cuando los testículos. Bastante bueno. Follando es tranquila, como todo en ella, sin gemir ni alharacas. Después no termina en la boca, pero no relojea ni mete prisas. Un polvo tranquilo, barato (le dí 50 por una hora), no para buscar una experiencia demoledora, pero sí para echar un polvo aliviador sin prisas con una chica normal que no promete lo que no hace y muy agradable.
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