Cuento esta experiencia totalmente decepcionante para mí. Espero que ayude, sobre todo a que no malgasten el dinero más foreros haciendo I+D para semejante caso.
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(Si los moderadores lo consideran conveniente, que inserten alguna de las imágines por si ella cambia de número o nombre artístico...)
Físico: rubia teñida, ojos azules, altura normal y entrada en carnes.
Tarifa: 150.
Duración: en teoría sesión de hora y media; en mi caso ha durado 30 o 40 minutos.
Instalaciones: C/ Francisco Navacerrada 25. Es una casa y hay más personas. He visto una mujer y un hombre al salir que estaban en el salón o comedor, por donde pasan los clientes.
Una habitación normal y corriente, poco iluminada, estilo piso-burdel.
Valoración: 1.
Por ausencia de otras alternativas más conocidas y seguras, unida a un serio calentón, he encontrado su anuncio y me he tirado a la piscina... ha resultado que estaba vacía y me he llevado un ostión de los guapos.
He llegado a la zona, me ha mandado a por tabaco, después he pasado y me ha preguntado muy brevemente los límites y experiencia.
Es la de las fotos, aunque en persona se le aprecia más rellena. En esta ocasión sin depilar, sin perfumar, con otra indumentaria menos atractiva.
La forma de llevar la sesión ha sido tipo borde-maltratadora, más bien ruda y negativa/castigadora... lo opuesto a lo que yo busco, que sería el tipo de dómina elegante, con clase, sugerente a la que entregas tu voluntad encantado porque te conduce a ello.
Puede que sea nueva en esto. No sabe llevar una sesión, a mí no me ha llegado a excitar seriamente (lo cual es meritorio, teniendo en cuenta cómo iba antes de empezar) y se salta los límites. En mi caso se saltaba el de sodomización, después de preguntármelo varias veces con la misma negativa por respuesta... y a la media hora ya se había puesto a ello. Le he parado enseguida porque yo no aguanto eso. Poco después entre una mezcla de fetichismo de pies y tortazos me ha preguntado si quería parar. Ahí supongo que ha notado que yo no estaba metido en la sesión, o ella se aburría... Le he dicho que sí y me ha mandado vestirme y marcharme.
En ese momento llevábamos 30 o 40 minutos. Ese ofrecimiento de parar no era para tomar un descanso o modificar la sesión, era que yo no le gustaba como sumiso.
En definitiva, 150 euros por una experiencia francamente frustrante. Por lidiar con una borde donde esperaba encontrar una Dómina que condujera
una fantasía. Hace tiempo que no cometía un error así por un calentón.
Que tengáis mejor suerte
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