La ausencia del olvido
Iba llorando la Ausencia Con el semblante abatido Cuando se encontró en presencia Del Olvido, Que al ver su faz marchitada, Le dijo con voz turbada: Sin colores, -"Ya no llores niña bella, Ya no llores. Que si tu contraria estrella Te oprime incansable y ruda Yo te prometo mi ayuda Contra tu mal y contra ella". Oyó la Ausencia llorando La propuesta cariñosa, Y los ojos enjugando Ruborosa, -"Admito desde el momento Buen anciano". Le dijo con dulce acento. "Admito lo que me ofreces Y que en vano He buscado tantas veces, Yo que triste y sin ventura, La copa de la amargura He apurado hasta las heces". Desde entonces, Lola bella, Cariñosa y anhelante Vive el Olvido con ella, Siempre amante; Y la Ausencia ya ni gime, Ni doliente Recuerda el mal que la oprime; Que un amor ha concebido Tan ardiente Por el anciano querido, Que si sus penas resiste, Suspira y llora muy triste Cuando la deja el Olvido. Manuel Acuña |
Soneto
Fresca, lozana, pura y olorosa, Gala y adorno del pénsil florido, Gallarda puesta sobre el ramo erguido, Fragancia esparce la naciente rosa. Mas si el ardiente sol lumbre enojosa Vibra, del can en llamas encendido, El dulce aroma y el color perdido, Sus hojas lleva el aura presurosa. Así brilló un momento mi ventura En alas del amor, y hermosa nube Fingí tal vez de gloria y de alegría. Mas ¡ay!, que el bien trocóse en amargura, Y deshojada por los aires sube La dulce flor de la esperanza mía. José de Espronceda |
Recuerdo de quienes a la medianoche se hablan ante el espejo
Mascullando el lenguaje del amor. Rechinando los trece dientes de tus magras Mandíbulas con una mueca. Tu inquietud Y tu miedo azotando. En ti el aliento Del amor se ha hecho viejo, fue dicho Y cantado, tan agrio como aliento de gato, Áspera lengua. Este gris que te clava los ojos No miente, escueta piel y hueso. Su beso grasientos deja los labios. Ninguno escogerá a la que tú ves Para mascullarla. Hambre terrible Sostiene su hora. Ánimo y adelante, Corazón tuyo, sangre salobre, fruto De lágrimas. Ánimo y a devorar. James Joyce |
El ángel de los números
Vírgenes con escuadras Y compases, velando Las celestes pizarras. Y el ángel de los números, Pensativo, volando, Del 1 al 2, del 2 Al 3, del 3 al 4. Tizas frías y esponjas Rayaban y borraban La luz de los espacios. Ni sol, luna, ni estrellas, Ni el repentino verde Del rayo y el relámpago, Ni el aire. Sólo nieblas. Vírgenes sin escuadras, Sin compases, llorando. Y en las muertas pizarras, El ángel de los números, Sin vida, amortajado Sobre el 1 y el 2, Sobre el 3, sobre el 4... Rafael Alberti |
De invierno
En invernales horas, mirad a Carolina. Medio apelotonada, descansa en el sillón, Envuelta con su abrigo de marta cibelina Y no lejos del fuego que brilla en el salón. El fino angora blanco junto a ella se reclina, Rozando con su pico la falda de Alençón, No lejos de las jarras de porcelana china Que medio oculta un biombo de seda del Japón. Con sus sutiles filtros la invade un dulce sueño; Entro, sin hacer ruido; dejo mi abrigo gris; Voy a besar su rostro rosado y halagüeño. Como una rosa roja que fuera flor de lis; Abre los ojos; mírame con su mirar risueño Y en tanto cae la nieve del cielo de París. Rubén Darío |
De otoño
Yo sé que hay quienes dicen: ¿por qué no canta ahora Con aquella locura armoniosa de antaño? Esos no ven la obra profunda de la hora, La labor del minuto y el prodigio del año. Yo, pobre árbol, produje al amor de la brisa, Cuando empecé a crecer, un vago y dulce son. Pasó ya el tiempo de la juvenil sonrisa: ¡Dejad al huracán mover mi corazón! Rubén Darío |
En tono festivo / erótico
Soneto del Vicentino
que acabó a lo humano y comenzó a lo divino Anónimo, h. 1610.Los ojos vueltos, que del negro dellos El consuelo de la viuda *El marido muertoTú, rabano piadoso , en este día ** Darse un verde. : Holgarse en banquetes y placeres(Covarrubias). Ver también: [Only registered and activated users can see links. Click Here To Register...] |
El recuerdo
Este día con aire de paloma Será después recuerdo. Me llenaré de él Como de vino un ánfora, Para beberlo a sorbos cuando quiera Recuperar su aroma. Antes que vuele hacia el ocaso, antes De ver cómo se pierde entre la noche. Meira Delmar |
Instante
Ven a mirar conmigo El final de la lluvia. Caen las últimas gotas como Diamantes desprendidos De la corona del invierno, Y nuevamente queda Desnudo el aire. Pronto un rayo de sol Encenderá los verdes Del patio, Y saltarán al césped Una vez más los pájaros. Ven conmigo y fijemos el instante -Mariposa de vidrio- En esta página. Meira Delmar |
Memoria
Mar de mi infancia. Caracolas, Arena de oro, velas blancas. Si alguien cantaba entre la noche A las sirenas recordaba. Simbad venía en cada ola Sobre la barca de mi sueño, Y me nombraba capitana De su fantástico velero. El viento izaba las gaviotas Alto más alto de sus mástiles. Y por las nubes entreabiertas Pasaba el cielo con sus ángeles. Los compañeros no sabían -Yo nunca dije mi destino- Que en el anillo de la ronda Iba la novia del marino. Meira Delmar |
Bienvenida
Se me ocurre que vas a llegar distinta No exactamente más linda Ni más fuerte Ni más dócil Ni más cauta Tan sólo que vas a llegar distinta Como si esta temporada de no verme Te hubiera sorprendido a vos también Quizá porque sabes Cómo te pienso y te enumero Después de todo la nostalgia existe Aunque no lloremos en los andenes fantasmales Ni sobre las almohadas de candor Ni bajo el cielo opaco Yo nostalgio Tú nostalgias Y como me revienta que él nostalgie Tu rostro es la vanguardia Tal vez llega primero Porque lo pinto en las paredes Con trazos invisibles y seguros No olvides que tu rostro Me mira como pueblo Sonríe y rabia y canta Como pueblo Y eso te da una lumbre Inapagable Ahora no tengo dudas Vas a llegar distinta y con señales Con nuevas Con hondura Con franqueza Sé que voy a quererte sin preguntas Sé que vas a quererme sin respuestas. Mario Benedetti |
Corazón coraza
Porque te tengo y no Porque te pienso Porque la noche está de ojos abiertos Porque la noche pasa y digo amor Porque has venido a recoger tu imagen Y eres mejor que todas tus imágenes Porque eres linda desde el pie hasta el alma Porque eres buena desde el alma a mí Porque te escondes dulce en el orgullo Pequeña y dulce Corazón coraza Porque eres mía Porque no eres mía Porque te miro y muero Y peor que muero Si no te miro amor Si no te miro Porque tú siempre existes dondequiera Pero existes mejor donde te quiero Porque tu boca es sangre Y tienes frío Tengo que amarte amor Tengo que amarte Aunque esta herida duela como dos Aunque te busque y no te encuentre Y aunque La noche pase y yo te tenga Y no. Mario Benedetti |
El silencio del mar
El silencio del mar Brama un juicio infinito Más concentrado que el de un cántaro Más implacable que dos gotas Ya acerque el horizonte o nos entregue La muerte azul de las medusas Nuestras sospechas no lo dejan El mar escucha como un sordo Es insensible como un Dios Y sobrevive a los sobrevivientes Nunca sabré que espero de él Ni qué conjuro deja en mis tobillos Pero cuando estos ojos se hartan de baldosas Y esperan entre el llano y las colinas O en calles que se cierran en más calles Entonces sí me siento náufrago Y sólo el mar puede salvarme. Mario Benedetti |
Nieve nocturna
¿Es que puede existir algo antes de la nieve? Antes de esa pureza implacable, Implacable como el mensaje de un mundo Que no amamos, pero al cual pertenecemos Y que se adivina en ese sonido Todavía hermano del silencio. ¿Qué dedos te dejan caer, Pulverizado esqueleto de pétalos? Ceniza de un cielo antiguo Que hace quedar sólo frente al fuego Escuchando los pasos del amigo que se fue, Eco de palabras que no recordamos, Pero que nos duelen, como si las fuéramos a decir de nuevo. ¿Y puede existir algo después de la nieve? Algo después De la última mirada del ciego a la palidez del sol, Algo después Que el niño enfermo olvida mirar la nueva mañana, O mejor aún, después de haber dormido como un convaleciente Con la cabeza sobre la falda De aquella a quien alguna vez se ama. ¿Quién eres, nieve nocturna, Fugaz, disuelta primavera que sobrevive en el cerezo? ¿O qué importa quién eres? Para mirar la nieve en la noche hay que cerrar los ojos, No recordar nada, no preguntar nada, Desaparecer, deslizarse como ella en el visible silencio. Jorge Teillier |
Cuando nos separamos
Cuando nos separamos En silencio y entre lágrimas, Con el corazón medio roto, Para distanciarnos por años, Tu mejilla se tornó pálida y fría, Y aún más frío se volvió tu beso; Ciertamente aquella hora predijo El dolor de este momento. El rocío de la mañana Se hundió gélido en mi frente, Y lo sentí como el anuncio De lo que siento hoy. Todos tus votos están rotos, Y ligera es tu fama. Escucho decir tu nombre, Y comparto su vergüenza. Te nombran frente a mí, Un toque oscuro en mi oído. Un estremecimiento viene a mí ¿Por qué te quise tanto? No saben que te conocí Aquellos que te conocen tan bien. Por mucho, mucho tiempo he de arrepentirme de ti, Demasiado hondo es el dolor para poder expresarlo. En secreto nos encontramos En silencio me lamento, De que tu corazón pudiese olvidar, Tu espíritu engañar. Si llegara a encontrarte Tras estos largos años, ¿Cómo habría de saludarte? ¡En silencio y entre lágrimas! Lord Byron |
Ninguna de las hijas de la belleza
Ninguna de las hijas de la belleza Tiene la magia que tú tienes; Y es para mí tu dulce voz Como música en el agua: Como si su sonido hiciera Detenerse al encantado océano, Resplandecen las olas en su quietud Y parecen soñar los sosegados vientos. Y la luna de la medianoche teje Sobre el mar su brillante cadena; Su pecho palpita suavemente Como un niño dormido: Así el espíritu se inclina ante ti, Para escucharte, para adorarte; Con la emoción suave y profunda De las olas de un mar de Verano. Lord Byron |
Rima 16 (XLII). Cuando me lo contaron sentí el frío
Cuando me lo contaron sentí el frío De una hoja de acero en las entrañas, Me apoyé contra el muro, y un instante La conciencia perdí de dónde estaba. Cayó sobre mi espíritu la noche, En ira y en piedad se anegó el alma. ¡Y entonces comprendí por qué se llora! ¡Y entonces comprendí por qué se mata! Pasó la nube de dolor, con pena Logré balbucir breves palabras ¿Quién me dio la noticia? Un fiel amigo. Me hacía un gran favor, le di las gracias. Gustavo Adolfo Bécquer |
Caricia de perro.
Te sigo, te amo. Me ignoras, te quiero........... Te ofrezco mi vida, sin ti yo me muero. Me acerco y me tocas, me atusas el pelo, regalo del dia recibo en mi cuerpo: Caricia de hielo, "caricia de perro". Al pié de tu cama, de noche te espero. En noches en vela, espanto tus miedos. Te admiro dormida, guardián de tu sueño. Amor de mi vida, amor yo te quiero. me acerco sumiso, contigo me enredo. Mendigo tus manos, lamerte los dedos, busco una caricia, "caricia de perro". Mirada perdida en ti solo encuentro, mirada heladora congelan mis huesos. Caricias de amor, es lo que quiero. Consuelo mi alma rendido te espero. Amor, vida mia, amor verdadero. Tumbado en mi cama ya solo espero: mi caricia del dia, "mi caricia de perro". By Termita. |
MIEDO.
No tengas miedo a que mi amor conquiste tu corazón No tengas miedo y mírame aquí estoy Desnuda anti, con el alma y el corazón al descubierto Con el el deseo de amarte y abrazarte, amor mio Con la esperanza de que ay un mañana y estaré contigo Te espero como espera la tierra al sol Te ansió como la noche a la mañana, y las planta al roció No tengas miedo que en este camino voy contigo Prometo no soltarte la mano, estaré contigo cuando tengas dudas mírame a los ojos, lee en ellos cuanto te quiero, amor mio No tengas miedo, abrázame fuerte, quédate conmigo. Angelita. |
LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO
Érase una Gallina que ponía un huevo de oro al dueño cada día. Aun con tanta ganancia mal contento, quiso el rico avariento descubrir de una vez la mina de oro, y hallar en menos tiempo más tesoro. Matóla, abrióla el vientre de contado; pero, después de haberla registrado, ¿qué sucedió? que muerta la Gallina, perdió su huevo de oro y no halló la mina. ¡Cuántos hay que teniendo lo bastante enriquecerse quieren al instante, abrazando proyectos a veces de tan rápidos efectos que sólo en pocos meses, cuando se contemplaban ya marqueses, contando sus millones, se vieron en la calle sin calzones F.M. Samaniego |
Verde, que te quiero verde
Verde, que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar Y el caballo en la montaña. Con la sombra en la cintura Ella sueña en su baranda, Verde carne, pelo verde, Con ojos de fría plata. Verde que te quiero verde. Bajo la luna gitana, Las cosas la están mirando Y ella no puede mirarlas. Verde, que te quiero verde. Grandes estrellas de escarcha Vienen con el pez de sombra Que abre el camino del alba. La higuera frota su viento Con la lija de sus ramas, Y el monte, gato garduño, Eriza sus pitas agrias. Pero, ¿quién vendrá? ¿Y por dónde? Ella sigue en su baranda, Verde carne, pelo verde, Sonando en la mar amarga. -Compadre, quiero cambiar Mi caballo por su casa, Mi montaña por su espejo, Mi cuchillo por su manta. Compadre, vengo sangrando, Desde los puertos de Cabra. -Si yo pudiera, mocito, Este trato se cerraba. Pero yo ya no soy yo Ni mi casa es ya mi casa. -Compadre, quiero morir Decentemente en mi cama. De acero, si puede ser, Con las sábanas de Holanda. ¿No ves la herida que tengo Desde el pecho a la garganta? -Trescientas rosas morenas Lleva tu pechera blanca. Tu sangre rezuma y huele Alrededor de tu faja. Pero yo ya no soy yo, Ni mi casa es ya mi casa. -Dejadme subir al menos Hasta las altas barandas, ¡Dejadme subir!, dejadme, Hasta las verdes barandas. Barandales de la luna Por donde retumba el agua. Ya suben los dos compadres Hacia las altas barandas. Dejando un rastro de sangre. Dejando un rastro de lágrimas. Temblaban en los tejados Farolillos de hojalata. Mil panderos de cristal Herían la madrugada. Verde, que te quiero verde, Verde viento, verdes ramas. Los dos compadres subieron. El largo viento dejaba En la boca un raro gusto De hiel, de menta y de albahaca. -¡Compadre! ¿Dónde está, dime, Dónde está tu niña amarga? ¡Cuántas veces te esperó! ¡Cuántas veces te esperara, Cara fresca, negro pelo, En esta verde baranda! Sobre el rostro del aljibe Se mecía la gitana. Verde carne, pelo verde, Con ojos de fría plata. Un carámbano de luna La sostiene sobre el agua. La noche se puso íntima Como una pequeña plaza. Guardias civiles borrachos En la puerta golpeaban. Verde, que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar. Y el caballo en la montaña. Federico García Lorca |
Deseo de ser piel roja
La llanura infinita y el cielo su reflejo. Deseo de ser piel roja. A las ciudades sin aire llega a veces sin ruido el relincho de un onagro o el trotar de un bisonte. Deseo de ser piel roja. Sitting Bull ha muerto: no hay tambores que anuncien su llegada a las Grandes Praderas. Deseo de ser piel roja. El caballo de hierro cruza ahora sin miedo desiertos abrasados de silencio. Deseo de ser piel roja. Sitting Bull ha muerto y no hay tambores para hacerlo volver desde el reino de las sombras. Deseo de ser piel roja. Cruzó un último jinete la infinita llanura, dejó tras de sí vana polvareda, que luego se deshizo en el viento. Deseo de ser piel roja. En la Reservación no anida serpiente cascabel, sino abandono. DESEO DE SER PIEL ROJA. (Sitting Bull ha muerto, los tambores lo gritan sin esperar respuesta. ) Leopoldo Maria Panero |
Murmurado en inquietud
Murmurado en inquietud, cruzo, El traje largo de sentir, los lunes De la verdad. Nadie me busca ni me reconoce, Y hasta yo he olvidado De quién seré. Cierta guardarropía, sólo ella, nos sabrá A todos en las blancas hojas De las partidas. Esa guardarropía, ella sola, Al volver de cada facción, De cada candelabro Ciego de nacimiento. Tampoco yo descubro a nadie, bajo Este mantillo que iridice los lunes De la razón; Y no hago más que sonreír a cada púa De las verjas, en la loca búsqueda Del conocido. Buena guardarropía, ábreme Tus blancas hojas: Quiero reconocer siquiera al 1, Quiero el punto de apoyo, quiero Saber de estar siquiera. En los bastidores donde nos vestimos, No hay, no hay nadie: hojas tan solo De par en par. Y siempre los trajes descolgándose Por si propios, de perchas Como ductores índices grotescos, Y partiendo sin cuerpos, vacantes, Hasta el matiz prudente De un gran caldo de alas con causas Y lindes fritas. ¡Y hasta el hueso! César Vallejo |
Compañero de olvido
Compañero remoto en tu fe de madera Alerta en la querella que no se desvanece Transcurres por los sueños y el incierto futuro Sin parpadear ni vernos /custodio de la noche. Hacedores de inviernos y socorros mendigos Legatarios de brumas y expiaciones Se borran y te borran del próximo presagio Dictándote el olvido y olvidándote. De poco y nada sirven los residuos De las dulzuras o de las borrascas Pero aún así proteges tu dolor bajo llave Igual han de llegarte mi alarma y mi consuelo. Compañero de olvido / en el olvido Estamos recordándonos / sabiéndonos Solidarios sin nombre / solitarios De uno a uno o en montón pero insepultos. Compañero de olvido / no te olvido Tus tormentos asoman en mis sienes blancuzcas El mundo cambia pero no en mi mano Ni aunque Dios nos olvide / olvidaremos. Mario Benedetti |
Balada del que nunca fue a Granada
¡Qué lejos por mares, campos y montañas! Ya otros soles miran mi cabeza cana. Nunca fui a Granada. Mi cabeza cana, los años perdidos. Quiero hallar los viejos, borrados caminos. Nunca vi Granada. Dádle un ramo verde de luz a mi mano. Una rienda corta y un galope largo. Nunca entré en Granada. ¿Qué gente enemiga puebla sus adarves? ¿Quién los claros ecos libres de sus aires? Nunca fui a Granada. ¿Quién hoy sus jardines aprisiona y pone Cadenas al habla de sus surtidores? Nunca vi Granada. Venid los que nunca fuisteis a Granada. Hay sangre caída, sangre que me llama. Nunca entré en Granada. Hay sangre caída del mejor hermano. Sangre por los mirtos y aguas de los patios. Nunca fui a Granada. Del mejor amigo, por los arrayanes. Sangre por el Darro, por el Genil sangre. Nunca vi Granada. Si altas son las torres, el valor es alto. Venid por montañas, por mares y campos. Entraré en Granada. Rafael Alberti |
Una rosa
De las generaciones de las rosas Que en el fondo del tiempo se han perdido Quiero que una se salve del olvido, Una sin marca o signo entre las cosas Que fueron. El destino me depara Este don de nombrar por vez primera Esa flor silenciosa, la postrera Rosa que Milton acercó a su cara, Sin verla. Oh tú bermeja o amarilla O blanca rosa de un jardín borrado, Deja mágicamente tu pasado Inmemorial y en este verso brilla, Oro, sangre o marfil o tenebrosa Como en sus manos, invisible rosa. Jorge Luis Borges |
El vino de los amantes
¡Hoy es espléndido el espacio! Sin freno, ni espuelas, ni brida, Partamos a lomos del vino Hacia un cielo divino y mágico. Cual dos ángeles torturados Por implacable calentura En el cristal azul del alba Sigamos tras el espejismo. Balanceándonos sobre el ala Del llino inteligente, En un delirio paralelo, Hermana, navegando juntos, Huiremos sin reposo o tregua Al paraíso de mis sueños. Charles Baudelaire |
:)
Me como una tuerca
Me como una piña Me como un conejito Me como una puerca :) |
No sabes como necesito tu voz;
necesito tus miradas aquellas palabras que siempre me llenaban, necesito tu paz interior; necesito la luz de tus labios !!! Ya no puedo... seguir así !!! ...Ya... No puedo mi mente no quiere pensar no puede pensar nada más que en ti. Necesito la flor de tus manos aquella paciencia de todos tus actos con aquella justicia que me inspiras para lo que siempre fue mi espina mi fuente de vida se ha secado con la fuerza del olvido... me estoy quemando; aquello que necesito ya lo he encontrado pero aun !!!Te sigo extrañando!!! Lee todo en: Lo que necesito de ti - Poemas de Mario Benedetti [Only registered and activated users can see links. Click Here To Register...] |
CANCIONES DE AMOR Y DESAMOR
ESTADOS DE ÁNIMO A veces me siento como un águila en el aire (de una canción de Pablo Milanés) Unas veces me siento como pobre colina y otras como montaña de cumbres repetidas unas veces me siento como un acantilado y en otras como un cielo azul pero lejano a veces uno es manantial entre rocas y otras veces un árbol con las últimas hojas pero hoy me siento apenas como laguna insomne con un embarcadero ya sin embarcaciones una laguna verde inmóvil y paciente conforme con sus algas sus musgos y sus peces sereno en mi confianza confiado en que una tarde te acerques y te mires te mires al mirarme. Mario Benedetti |
Ella
Loca, rotunda, febril, inquieta
Tus jeans apretados, Tu cuerpo sutil, Tus ojos profundos oscuros y bellos Vitales Que lloran ríos de amor Tu cabello crespo Tus manos nerviosas Tus pies imposibles Tu lengua burlona Tus labios amables Enmarcando perlas indecisas En una sublime sonrisa Y ese sentir que la injusticia te hiere Ese alma partida entre dos mundos......... Ese silencio, ese olvido, ese sentir que acaba lo que no empezó Esa carita de miel, ese calendario Con tus pechos en mis manos Marcando el día del adiós Ya no sé si voy a poder ser el que nunca fui No sé si algún día seré el que antes era Solo se que ahora me siento morir Cyrano |
Niña morena de ojos profundos de mirada suave y salvaje
Llena de primaveras que espantan a un invierno que no llega Niña morena de cuerpo frágil De alma inquieta Niña de ojos de noche tirabuzón negro en tu negra cabellera Niña con alma de luna llena La luna que marca las mareas Se que nunca serás mía Qué el mundo no quiere Que ames la luna vieja Pero déjame al menos Que en tus ojos cuente las estrellas Cyrano |
Sin ti el tiempo se hace nada
Y la angustia infinita Sin ti para que quiero el tiempo? Si todo el espacio me sobra Sin ti el alma llora y el corazón no late Sin ti no comprendo el mundo Y el mundo no entiende que sin ti Me sobra Cyrano |
Yo tengo el verso apagado
y el alma en espera Y cada suspiro, es un lamento del alma es un beso en tus labios Yo no escribo la historia Tan solo la comparto Yo no tengo el corazón oxidado Simplemente espero. Espero que tu risa me taladre Que tus manos me despierten Y te quiero Te quiero rubia y te quiero morena Te quiero alegre y te quiero llorando Porque una lagrima tuya Inunda cien poemas Yo no se escribir los finales Ni siquiera vivirlos Total, si solo me queda un pedazo de vida yo vivo nuestra historia al segundo Porque segundos son lo que atesoro Y segundos son lo que me queda Y tu te debes a un mundo Del que yo he quedado fuera Es el mundo de la primavera No, yo no escribo nuestra historia Tendría otro final si así fuera Cyrano |
POEMA A UNA PUTA
Aprendí en tu cuerpo cumplir con excesos pagándote en cuotas tus ansiados besos y vuelvo otra vez a esa misma cama con la misma puta con la misma dama con la diosa impura de la vanidad la que entrega a ratos la felicidad la que con sus besos sabe enloquecer la que no te ama pero ama cojer tanto es lo que vale la puta que quiero que para comprarla no alcanza el dinero la alquilo de a ratos alguna ocacion le compro su cuerpo no su corazón no importa el dinero cuando es bien gastado lastima que sea tan caro tenerte a mi lado... (Desconozco a su autor) |
Ella
Maldito tiempo Maldito calendario Maldito el dios que a destiempo nos hizo Maldita la memoria Que tu recuerdo no borra Maldita la vida Que duele vivirla Sin tu beso en mi boca No necesito escribir tu verso En mi piel Lo tengo tatuado En mi corona de espinas Me duele. Me duele tu ausencia infinita Tú silencio velado Y saber que en algún rincón Del olvido Dormirá mi alma Cyranodemadrid |
Esperada amante
¿Te harías cargo de mi? Serias mi cómplice en el laberinto de las caricias llevarías a este viejo, a tus orillas le mostrarías tu corazón Deseada amante Menea el culo con esa faldita me pone a cien ¡Que guapa estas! y me enciego en el deseo adivinando el camino de tu vientre me quiero en el interior penetrar despacio atento a como se abre la flor No me falles No seas cutre, por favor hazlo por necesidad como regalo, como limosna hazlo por el amor Pero hazme sentir deseado amante el tiempo que tarda el agua en volver a su cauce el que tarda la luna en desenredar tu pelo con su peine de plata Ábrete como una flor Atrae con tu jugo Alienta con tu gemidos Abre tus labios, Hazme sitio dentro Deja que empiece a moverme yo baile lento ya todo desapareció y un quejido viene de adentro |
Desde una tarde fría de noviembre
Te encontré y no quería conocerte
pero necesitaba tenerte Te encontré y pude en mis brazos tenerte Ilusiones pagadas con dinero inerte Una vez a la semana, haces que despierte Cada semana haces que no me desconcierte Cortes limpios de tus verdades para curarme Al cielo le pido, poder olvidarte pero solo me castiga con recordarte Hacerme mas viejo, pero volver a verte Con la delicadeza que no tengo, acariciarte Y saber que frio dinero, me haga tenerte Sintiendo y solo un momento sentirte Solitarias y amargas lagrimas al despedirte Sin poder decirlo y en obligado silencio. QUERERTE. A ti Pequeña. Sin besos. Muchas gracias Mici. Tú, no me traiciones. "Confiar en alguien no es saberlo todo sobre ella, es no necesitar saberlo". |
Estoy hecho de pedacitos de mentiras
De trozos de vidas que no he vivido De amores muertos antes de nacer De pieles que nunca sintieron cosquillas De viernes con lunes, con cosas por hacer Con días, con lo comido por servido De besos con el alma rota en tiras Con un corazón cansado y podrido deseando echar a correr Con un recuerdo que machaca. Con un no olvida el olvido Pero no te preocupes preciosa. Esto es solo porque estoy aburrido Cyrano |
Si me quedo contigo
No. No es así. Te estás equivocando.
Si dí contigo es por el sexo, por el placer que prometías. Por la entrega total remunerada que me hacía sentirme deseado. Si me quedo contigo no es por sexo. O no solo. Ni por amor, no creas, nada de eso. Es por tus ojos. Tus palabras, tu sonrisa. Porque me has atrapado en tu mirada. Porque eres la única mujer que se me muestra como es, sin doble cara. Y que nunca me pregunta por mi vida, no te interesa nada. Y también porque follas sin condón. Porque deseas que eyacule en tu boca, y me miras suplicando que te folle, y me dices que no pague. Y porque dices que ya no eres puta. Si me quedo contigo es por tu sexo y por todo lo demás. |
Maldita y terca memoria
Que se olvida de olvidar Maldita sea la historia Que no se puede contar Malditos tus oscuros ojos Qué me taladran sin mirar Que hasta otros labios Saben amargos Cuando beso para olvidar tus labios Me enamoré de una mujer intensa, lúcida y lúdica e irreverente Y de una mujer así Jamás se regresa |
Cuando quiero usarlas, las palabras juegan conmigo
No es que me mire al ombligo Es que me salen así, de derribo Jugué a la ruleta rusa Y el segundo disparo Me voló la cabeza Nunca fue necesario tanto desprecio conmigo Y es que la vejez me cogió Desentrenado Pero tienes razón preciosa No merece la pena Que ahora cambió el viento de otro lado Que ya se perdió el último tren Que salió un seis en el dado Y me toca tirar otra vez Estas frases inconexas te las dedico No vaya a ser que no haya próxima vez Cyrano |
Quien quiere un beso?
Que le quite al usted su aspereza De fresa, de limón o de cereza Que vaya con abrazo y sepa a queso Quien quiere un beso? Que rompa la soledad en dos mitades Que arranque el corazón por soleares Con lascas de jamón de los excesos Quien quiere un beso? Que encienda ascuas sin sardinas Que suenen en tus ojos mandolinas Y deje en el alma un suave peso Quien quiere un beso? Que selle de una vez el cese el fuego Que sea de tu boca un dulce juego Y escriba en mi piel el último verso Quiero ese beso Tan solo un beso Eso sí Que sea tuyo ese beso Cyranodemadrid |
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