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Salía del trabajo, miércoles sobre las 6 de la tarde. Tras pasar por casa para asearme y cambiarme me fui al metro.
En 10 minutos me planté en Bilbo, e iba tranquilmente hacia mi cita concertada con anterioridad.
Caminando por las calles me preguntaba y fantaseaba cómo sería el encuentro.
Una vez en el piso, llamada de rigor y para arriba.
Besos, morreos, y cervecita como siempre.
Limpieza de bajos, pues no perdona la susodicha, y a la habitación. Morreos y mas morreos. Buena mamada y me siento en la cama. Ella de rodillas sigue con la especialidad de la casa. De ahí pasa a una buena cubana, y le digo que me voy a correr.
La chorretada fue importante, así que me dijo que no me moviera y fue a por papel a limpiar.
Charlita, risas, sonada guapa, y nuevamente al lío.
Otro francés de aupa, y no se si es que estaba súper excitado que otra vez me corrí.
Limpieza y risas.
No habíamos llegado al tiempo contratado y me pregunta si ya está, si estoy servido. Y yo le digo al oído;
- me falta algo.
- el qué?, Estas bien?
- no te he follado.
Se ríe y me dice eso lo tenias que haber hecho al principio, cuando estás más cachondo. Vamos a intentarlo.
Le digo, tú puedes.
Masajeó de pollas y buena comida de huevos. Al poco todo se viene arriba.
Gomita y follada ella encima.
Contemplando el espectáculo en un espejo.
Nuevamente me corrí.
- ufffff, pensé que no podrías
- tú ya sabes que contigo no problem.
- eres un campeón. Tres corridas seguidas increíble (con ella se más de una ocasión). Cuando lo cuento a los clientes, ni se lo creen.
Risas, limpieza y despedida de rigor.
Doy fe.
En mente quisiera superarme, y contratando más tiempo llegar a los 4 o 5 polvos.

Buenos compañeros, esto es todo.
Y recordar: querer es poder, todo está en tu mente.
Saludos.

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