Experiencia con una masajista
Mi experiencia en esto es positiva y como buen amante de lo friki podría incluirse en dicho hilo, Me duele mucho la espalda y decidí darme un masaje. contacté con una chica que era quiropráctica.
Ella resulta no ser tan chica, tendrá 39 años o así y tiene un hijo. Pero está muy bien. Tiene dos bufas tremendas que le tiran la bata de un modo increíble.
EL sitio del masaje es un clínica. No voy a decir el sitio porque es muy muy discreto y me dijo que se le puede venir el cielo encima si empieza la gente a venir ya que el negocio es medio familiar bla bla bla.
La primera sesión fue normal, un masaje muy bueno en lo terapéutico y nada en lo erótico pero la chica me había gustado mucho y decidí en la siguiente sesión "hacerle la jugarreta".
Llamé y contacté con ella para un día en concreto, un jueves. Ella me dijo que el viernes no podía.
la jugarreta consiste en llamarla el miércoles y decirle que tengo que cancelar el masaje. Entonces le pido el viernes y ella me dijo que no podía que lo tenía completo. Y PICO!!! Me dijo que si podía pasarme ese día por la tarde. Yo hice mi teatrillo diciendo, "ehhh, buenooo, es que no seee. Es que tengo un problemilla, venga bueno vale".
Al llegar le digo que tenía un problema, que como había sido muy repentino no me había dado tiempo a pasar por casa y no tenía calzoncillos, que a veces no llevo, que no tengo problema, ni me roza ni nada, y claro, que así no se podían dar los masajes. (Previamente al confirmar el masaje me había quitado los calzoncillos en el trabajo)
Me miró raro, pero dijo que no había problema, que me pondría la toalla de rigor. BIEN...PRIMER OBSTÁCULO SALVADO!!!.
Claro, el masaje me puso un poco tenso y llegado el momento de ponerme boca arriba, cuando ella me dice "puedes ponerte boca arriba" le dije que me diera un momento para tranquilizarme, ella se rió, yo me disculpé (que zorrón soy) y me di la vuelta. Claro, eso se volvió a subir y le dije si había alguna posibilidad de arreglar eso. Me miró y se rió, se puso las manos en la cadera y miró al techo suspirando como haciéndose la indignada pero con un una sonrisa asomando, me quitó la toalla y me cascó un pajón del 15. No me hizo francés (investigaré) y me corrí rápido, una cantidad increíble, parecía eso una corrida de peli porno.
Al terminar los típicos "que fuerte, que fuerte, esto no me pasó jamás" y nos pusimos a hablar del masaje terapéutico de repente.
Me dijo que tenía que volver otro día para seguir con el tema de la espalda, etc.
Yo creo que me la follo.
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