No hace tanto frío en Alemania
Observando a través de la ventana de su habitación, Ángela contemplaba la
lánguida luz del sol, que se iba desvaneciendo lentamente conforme la noche se iba apoderando del cansado atardecer sobre Osna, pese a que tan solo eran las cinco y media pasadas. No se había quitado aún el abrigo. Acababa de despedir a Iván camino del aeropuerto de Münster, quien una vez finalizada la visita de tres días a su amiga, regresaba para Madrid. En principio iba a quedarse una semana, pero una baja de un compañero del trabajo, le había obligado a adelantar su viaje. Tras echar una última mirada al cielo, como imaginándose el avión de Iván, allá en las alturas del cada vez más oscuro firmamento, comenzó a desabrocharse el primer botón del abrigo, y se apartó de la ventana camino de la cama para dejar el abrigo, mientras se descalzaba del zapato de su pie izquierdo, con la bailarina del derecho. Fue entonces cuando divisó un abrigo colgado en una percha sobre el tirador del armario situado a la izquierda de la cama. Tras el lógico sobresalto que provoca aquello que no se espera encontrar en la intimidad del hogar, rápidamente identificó su procedencia, inéquivoca nada más reparar en el precioso estampado bordado en la parte inferior, seña de identidad de la firma Desigual, que tanto le gusta a Iván. Esa debía de ser la sorpresa que le mencionó antes de marcharse. Aunque juararía que había hablado de sorpresas, en plural. ¿Habrá algo más? se preguntaba mientras desabrochaba los botones del abrigo. No había terminado de hacerlo, cuando sintió otro pequeño sobresalto. En esta ocasión, provocado por el vibrar del teléfono en el bolsillo del abrigo que aun llevaba puesto. Dos mensajes de texto. El primero de ellos rezaba: "¿Te han gustado?. Desnúdate del todo, póntelo, y sigue las instrucciones.". Mientras esbozaba una sonrisa, mezcla de ilusión e incredulidad, leyó el segundo: "No se admiten preguntas". ¿Pero qué?. Las preguntas y la incertidumbre se agolpaban y acrecentaban, con la misma celeridad con que lo hacían los latidos de su corazón. Lo que estaba claro es que debía de haber más regalos aparte del abrigo. Mientras pensaba y ordenaba sus pensamientos, oteaba la habitación en busca de más pistas, y el resto de las cosas. En ese preciso instante, recibió un tercer mensaje. "No hay nadie en el cuarto de baño. No tengas miedo". Se percató de que la puerta del cuarto de baño estaba cerrada, pero que la luz estaba encendida, asomándose por la milimétrica rendija que separaba la puerta del suelo. "Por eso insistió en ir al baño antes de salir". Se terminó de quitar el abrigo, empezando a notar ya el intenso calor que, a partes iguales, provocaban la eficiente calefacción que gobernaba la estancia, y la incertidumbre y excitación que hacían lo propio con su cuerpo. Nada más abrir la puerta del cuarto de baño, varias cosas llamaron su atención. Colgado de una percha enganchada cuidadosamente en la lámpara del aseo, un precioso vestido con cremallera, también con las señas de identidad de Desigual en su colorido y diseño, y en el suelo unos zapatos de tacón, perfectamente conjuntados con el vestido. No le dió a tiempo a terminar de decir, casi en voz alta, "te has pasado", cuando vió, claramente escrito con un lapiz de labios rojo, el siguiente mensaje en el espejo del baño: "Ich habe eine Geschichte für Sie vorbereitet. Können Sie mir helfen schreiben?. Kommen Sie zum Fotoshooting in die Richtung und Zeit." Le vinieron a la mente entonces las veces que habían bromeado, y no bromeado, con que tenían que llevar a cabo alguna de las fantasías de las que habían hablado en alguna de las conversaciones que habían tenido mientras se fraguaba su amistad a base de mensajes de whatsapp. También recordó que Iván le había dicho que quería aprovechar la mañana anterior, dado que ella tenía alguna clase al ser viernes, para ver si encontraba la cámara de fotos que se quería comprar, que todavía iba a tardar mes y medio en empezar a comercializarse en España. No le habia mencionado nada cuando estuvieron comiendo, pero se hacía evidente que si la había encontrado. Como evidente era, que no había tenido que adelantar su viaje por trabajo. Eso la tranquilizó también, pues aunque se lo estaban pasando muy bien, llegó a pensar que quizás se marchaba porque no estuviera realmente a gusto, a pesar de que no solo habían congeniado mejor de lo que esperaban, sino que además la tensión sexual entre ambos se hacía evidente cuando estaban juntos. En el lavabo, en un sobre con su nombre escrito también con lapiz de labios, encontró una nota en el dorso de una pieza de un puzzle, simbolizando la última pieza de este peculiar rompecabezas recreado a modo de regalos. En la nota se podía leer: "Romantik Hotel Walhalla. Zimmer in Ihrem Namen. 19:30 LT." El Romantik Hotel Walhalla, situado en el casco antiguo de Osnabrück, frente a la plaza del mercado y a 250 metros del teatro de Osna, ofrece modernas habitaciones y un restaurante tradicional en un histórico edificio con estructura de madera vista. Todas sus habitaciones del hotel Walhalla de 4 estrellas incluyen un moderno cuarto de baño, muebles de alta calidad y minibar. El Romantik Hotel ofrece todas las mañanas un desayuno bufé de estilo alemán. El restaurante Walhalla cuenta con una terraza de verano y sirve platos regionales y vinos de calidad. Los clientes del Walhalla tienen acceso al spa con instalaciones como bio sauna, baño de vapor y solárium. Dentro de la ducha, y justo antes de abrir el grifo, recibió un nuevo mensaje en su teléfono móvil: "A las 19:00 llegará un taxi a buscarte. No hace falta que lleves dinero, ni bragas.". Y otro justo a renglón seguido. "No es una sugerencia, es una orden". Un latigazo de placer recorrió su cuerpo desnudo, y por un momento pensó en abrir el agua fría, pero la verdad es no quería interrumpir ni tan siquiera minimimante, esa llama que estaba prendida en los rincones más íntimos de su fuero interno. Puntualmente, a las siete llegó el taxi a su puerta. Con toda la ropa que Iván había dispuesto, y sin una prenda de más, llegó al hotel a las siete menos veinte. Llegó a la recepción del hotel, donde tras solicitar el número de habitación que se había reservado a su nombre, junto con la llave recibió un pequeño paquete. Camino de la habitación, lejos de miradas indiscretas, lo abrió para descubrir en su interior un pañuelo de Desigual, y unas esposas. También había una nota, en la que se podía leer: "Abre la puerta, pero antes de entrar, ponte el pañuelo a modo de venda en los ojos, y cierra las esposas con tus muñecas a la espalda.". Esta vez no lo había puesto en alemán, para que, pese a los notables progresos que había hecho con el idioma, Ángela lo pudiera entender a la perfección, puesto que si lo hubiera puesto en la lengua sajona, el mismo habría tenido que recurrir a un traductor. Nada más introducir la llave en la puerta, recibió un nuevo mensaje de texto: "Una vez dentro, no se te permite hablar.". Y otro imnediatamente después. "Pero tranquila. no te vas a morder la lengua, porque si que vas a gemir. Los mordiscos ya los pondré yo". Abrio la puerta, se puso el pañuelo en los ojos, cuyo estampado, ademas de bonito, era lo suficientemente tupido como para hacer las veces de venda y no dejar ver nada, y se puso las esposas, con las manos en la espalda. Entró entonces en la habitación, empujando la puerta, que se cerró sola tras de si. Fue a abrir la boca entonces, para cuando menos saludar a Iván, y decirle que le había encantado la sorpresa, pero rápidamente la seseante onomatopeya del silencio, la mandó callar, al tiempo que la mano de Iván tapaba su boca. "Recuerda. No se te permite hablar". Acto seguido, le desabrochó los botones del abrigo, mientras ella sentía como le temblaban extrañamente las piernas. "No me equivoqué"."Ese vestido se concibió para ti…Como tu cuerpo se concibió para el deseo". Ángela se sonrió, a la vez que se calmaba al escuchar la voz de Ivan. Pese a que sabía con quien estaba, la privación del sentido de la vista, y el clima de excitación que se había creado, la teníán especialmente nerviosa y fuera de si. "Va a quedar una sesión de fotos estupenda". "Pero eso será mañana, cuando la luz juegue con los jardines del hotel". "Ahora seré yo quien juegue contigo". Tras escuchar esa última frase, mientas Iván la despojaba del abrigo, un escalofrío recorrió todo su cuerpo, y su boca se humedeció, al tiempo que sentía ese rocío en las entrañas de su ser. "Ven. Vamos a ponernos cómodos". La acarició los brazos, pasando sus dedos con levedad sobre sus brazos, que el vestido dejaba desnudos desde los hombros, y tras recrearse unos instantes en el erizar de su piel, la guió a través de la habitación, agarrándola con igual sutileza por la cintura desde su espalda. Mientras andaban, por encima del vestido, fue acariciandole los pechos desde los costados, hasta alcanzar la cremallera, que hizo descender escasos centímetros. "Hay un escalón". "Un pie arriba". "Ahora el otro". Unos pasos más tras subir el escalón, la hizo girarse hacia el, y besó sus labios por primera vez. Fue un beso lento. Durante unos pequeños instantes, con tímida dulzura, como lo hacen los enamorados que bailan pegados por primera vez, sus bocas se juntaron. Con palabras casi susurradas en lugar de pronunciadas, Iván le pidió que se sentara, mientras la obligaba a hacerlo con una suave presión sobre sus hombros. Al sentarse, pudo comprobar que no se trataba de ningún sofá, ni ningún tipo de superficie mullida. No resultaba para nada incómoda, pero no era una superficie blanda. "No hace nada de frio, ¿verdar?". No le dio tiempo responder, porque el segundo acto del baile, selló sus labios. "Recuerda. No se te permite hablar". Me apetece una copa de vino. "¿A ti no?". Esta vez, Ángela solo sonrió, y no hizo siquiera ademán de hablar. "Muy bien. Me gusta que se cumplan las normas". "Y hoy las dicto yo". "Abre un poco la boca". Sintió entonces en sus labios un fino cristal, y percibió en la incrementada sensibilidad olfativa, la aguja dulce y fresca aroma del rosado que acaba de escuchar descorcharse. Le dió a beber con delicadeza y sumo cuidado unos pequeños sobos, y dejó la copa apoyada a su lado, casi pegada a su cuerpo. Sintio entonces como al otro lado, pegada también a su cuerpo, se apoyaba una segunda copa. "No te muevas mucho, que sería una lástima manchar un vestido nuevo". "Vamos haber si has cumplido las reglas del juego". Sintió como Iván flexionaba sus piernas delante de ella, para acto seguido separar las suyas. "Mmmmnnnn…Así me gusta" dijó tras contemplar con facilidad su sexo al mirar dentro del vestido. "Yo ya estoy desnudo, y tu tienes demasiada ropa todavía. Eso hay que ir remediándolo". Mientras le quitaba los zapatos, se detuvo un instante, se aproximó a Ángela, recorriendo por debajo del vestido sus muslos, hasta acercarse a su boca para besarla, susurrandole después al oído, "viendo este manjar (mientras acaricia con sus dedos, superficialmente su sexo) me está entrando hambre"….Pero yo también tengo sed. Sintió entonces como sobre el pie que ya habíá sido descalzado, se vertía directamente de la botella, a modo de densas lágrimas, el fresco vino….El repentino frío de aquel rosado líquido sobre la piel, hizo que se sobresaltase, obligándola entre sonrisas a contener su cuerpo, para no tirar las dos copas que teníá a ambos lados….el movimiento del pie se hizo casi imperceptible, pues Iván lo sujeto fuertemente, para sin dilación, disponerse a recoger con sus labios, y su lengua, las gotas derramadas que iban resbalando por el pie de Ángela. Mientras iba chupándole el pie, sostenido en el aire con una mano, y con prácicamente todos los dedos introducidos en su boca, con la otra seguíá derramando gota a gota, más cantidad de aquel vino rosado. "Esta delicioso". "¿No crees?". Ángela, que continuaba con las manos esposadas a su espalda, y la imrpovisada venda en los ojos, hacíá esfuerzos para que los espasmos provocados por el frio del vino y el placer que estaba recorriendo todo su cuerpo desde la punta del pie, no la hcieran tirar las copas que ejercíán de límites en su espacio. Tras no quedar gota de vino, ni milímetro de piel en el pie de Ángela por recorrer, Iván le quitó el zapato que aun conservaba puesto, pero esta vez lo hizo sin apenas utilizar las manos para nada más que que sostenerlo en el aire, utilizando para descalzarla su boca, sus labios, y su lengua, mientras recorría, besaba y lamía el pie. Tras recrerse un tiempo en estos menesteres, disfrutando tanto del placer propio como del que le procuraba la cada vez más evidentemente entrecortada respiración de Ángela, dijo "Pues no era el vino lo que estaba tan bueno". Se incorporó del suelo, retiró las dos copas que estaban, una a cada lado de Angela, y tras darle de beber otro par de sorbos, se sucedieron más besos, sin separar en esta ocasión las bocas en un intenso juego de lenguas, mientras, con sus manos Iván no dejaba de apretar con fuerza los pies de Ángela, e iba subiendo por debajo del vestido, recorriendo sus piernas, masajeando sus muslos, su sexo….De repende, Iván se puso totalmente erguido delante de Ángela, y tras acariciar sus labios con sus dedos, de modo que ella los chupara, le dijo…."Creo que tu tienes más hambre que yo….Y yo soy un caballero"…… agarró con una mano la cabeza de Ángela, y la aproximó hacia su cuerpo, y con la otra, con su miembro, erecto desde prácticamente el momento en que ella entró en la habitación, acariciaba los labios de Ángela, el contorno de su boca, y hasta sus mejillas, mientras ella hacía por intentar besarla y chuparla, sin que el le dejara hacerlo totalmente….Hasta que le dijo, "demuéstrame lo que puedes hacer con esa boquita", introduciendo casi en su totalidad la polla en su boca, sujetándole la cabeza con ambas manos, y moviéndose como si estuviera penetrando su sexo…..follándole la boca, despacio, pero incrementando la velocidad, profundidad y fueraza de la penetración poco a poco, parando solo para dejarla respirar….. A los pocos minutos, retomando el intenso magreo de piernas y sexo por debajo del vestido, y de pechos por encima y entr la abertura que la cremallera desvelaba, Iván le pidio que se diera la vuelta, ayudándola a levantar los pies, que soltó tras girar Ángela sobre si misma, dejandolos caer al vacío, que le hizo averiguar en un repentino chapoteo de agua, nuevo sobresalto mediante, que se encontraba sentada en el borde de un jacuzzi…..El vestido no se mojó, al menos de agua, puesto que Iván desde la espalda de Ángela lo había levantado levemente, lo justo para dejar totalmente al aire su sexo…..Pese a que el agua del jacuzzi estaba a una temperatura ideal, la mera primera impresión del contacto inesperado con el agua, habriá llevado a cualquier persona a gritar o emitir algún chillido, pero Ángela no pudo exhalar ningún tipo de ruido como consecuencia del sobresalto, puesto que Iván le había tapado rápidamente la boca con la mano izquierda, y mientras mordía con sus labios, beso a beso su cuello, levantada la barbilla hacia arriaba, en tanto que con la derecha le había bajado casi hasta la cintuea la cremallera del vestido, y continuaba, ya totalmente por el interior del vestido, acariciándole, ejerciendo cada vez mayor presión, los pechos, recorriendo en cada pasada la totalidad de su forma, dejando entre cada ir y venir por su aureola, resbalar sus pezones entre las yemas de los dedos…. Acto seguido, y con la controlada violencia que nace de la excitación, le pide que se ponga de pie, haciéndola incorporarse, levantándola por la cintura, al tiempo que desabrocha del todo el vestido y lo levanta para quitárselo e imperdir que se moje en el interior del jacuzzi, y la hace ya desnuda, ponerse de rodillas en su interior, mientras el continúa fuera. Deja el vestido encima de la cama, y coge unas llaves de la mesilla, sonido que Ángela apenas pudo percibir perdida en medio de la excitación. Sintió entonces como Iván entró rápidamente en jacuzzi, y le quitó las esposas, que tiró junto a la llave al suelo, a los pies del jacuzzi. La agarro con fuerza desde atrás, y siguió comiéndola a besos por el cuello, alternando esos mordiscos, en los que levemente utilizaba los dientes, con intensos morreos, mientras continuaba acariciando fuertemente sus senos...Ángela ya liberada de las esposas, contoneaba su cuerpo al son de las caricias, arqueándolo de tal modo que su culo ejerce tal presión contra el cuerpo y la erección de Iván, que llegaba a ser casi penetrada mientras se restregaba amarrada con los brazos al cuello de su amante, que ahora, sin dejar de sobarla los pechos, acariciaba también su sexo, frotando sus dedos entre los labios de su sexo, de arriba a abajo, y llegando a introducir con la presión hacia el interior alguno que otro en cada pasada, rozando con la yema el clítoris, mientras que con la mano con que acariciaba sus pechos, la izquierda, iba de vez en cuando bajando por su cintura hasta sus muslos, y su rodilla dentro del agua, para volver a subir hasta sus pechos…Así estuvieron otro rato, siendo Ángela penetrada, en un buscado accidente, provocado por la intensidad con que ambos cuerpos se habían enzarzado….En un momento dado, Iván la empujó hacia el borde del Jacuzzi, haciendola apoyar las manos en el…"no se te ocurra moverte", dijo, y salió un momento fuera del jacuzzi para coger algo de un cajón…..sexo seguro pensó ella…. |
Continuación
Al momento
regresó ál interior del jacuzzi….. y agarrándla del pelo la echó hacia delante….Se arrodillo detrás de ella, y tras usar durante unos tres minutos sus labios y su lengua para lubricar su ano, metiendo la boca tan dentro de su culo que llegaba a penetrarla con su lengua, mientras acariciaba con su mano su coño, se incorporó, y comenzó a follarla analmente, con tanta fuerza en cada embestida, que a los tres minutos se venció hacia atrás, sumergiéndose casi por completo en el jacuzzi, al explotar irremisiblemente en un orgasmo que no pudo contener…. Salió un par de minutos del jacuzzi……"voy a tirar el fruto del placer que me has dado" dijo antes de salir……Al regresar, Iván la pidio que se pusiera de rodillas en el borde del jacuzzi, mirando hacia afuera, y con las piernas ligeramente abiertas…..Tras colocarla como el quería, le dió un cachete en el culo, y tras comérselo durante unos instantes, se apoyó sobre el jacuzzi, con la mayor parte del cuerpo dentro, pero dejando reposar la cabeza sobre el borde del mismo, justo entre las piernas de Ángela, y a la altura de su sexo….Entoces le pidió que se quitara el pañuelo, y le ayudara a seguir escribiendo el relato…."Quedas liberada de mis normas"….."Ahora las normas las pones tu, haz conmigo lo que quieras…."…..Ángela se sonrió y tras quitarse la venda, descubrió su posición de poder, pues tenía a Iván justo entre sus piernas, a escasos centímetros de su sexo. En más de una ocasión habían hablado de que en el sexo, la gracia está en el juego y la imaginación, en variar, cambiar roles,….y tratándose del primer encuentro entre ambos, Iván no quería dejar de experimentar todas esas sensaciones, sabedor de que Ángela podía llegar a ser muy libidinosa. Estas fueron entonces sus palabras…"Ahora te voy a dar yo de beber"…en un perfecto alemán…..el tono de voz de Ángela, y el mero hecho de no entender ninguna palabra de lo que habia dicho,hizo que la excitación de Iván, se incrementara aun mas, si es que eso era de algún modo posible. "No se te permite usar la lengua para hablar, pero no vas a dejar de usarla". "Saca la lengua todo lo que puedas, y mantenla fuera todo el tiempo". Al tratarse de órdenes directas, que quería que entendiera a la perfección, las dijo en el más claro y firme español. "Abre bien esa boquita y di aaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhh". "Ahora deja la lengua fuera, calla, y come". Según dijo estas palabras, Ángela dejó caer su cuerpo sobre la cara de Iván, fundiendo su coño con su boca, separando los labios de su sexo, de tal modo que la lengua, totalmente estirada, penetrara en su interior….."ah si…..deja la lengua fuera"……"no te muevas….que ya me encargo yo"…."ni se te ocurra moverte" dijo alzando la voz al tiempo que alzaba y dejaba caer su mano sobre el pecho de Iván, con cierta fuerza, para pellizcarle después los pezones….Ángela comenzó a moverse, hacia delante y hacia atrás, restregando su cuerpo sobre la cara de Iván, y su ano y su clítoris sobre su boca, primero despacio, lentamente, y cada vez más rápido, y ejerciendo más presión, sintiendo la lengua de Iván dentro de su cuerpo, cada vez más dentro, mientras Iván aprovechaba para mover la lengua, sin recogerla ni un ápice en ningún momento, cada vez que la sentía dentro del culo y el coño de Ángela……"Voy a tener que parar un momento" dijo Ángela…."porque si me estoy haciendo pis, no me puedo correrr…….y me quiero correr"…."tu has aprovechado antes para ir a hacer pis, pero estoy tan a gusto ahora que no quiero parar"…."¿sabes lo que significa eso?"….."¿has oído hablar de una cosa que se llama lluvia dorada?"……"has dicho que yo tengo el control ahora, y que podíá hacer todo lo que se me antoje"….Iván fue a contestar, pero Ángela no le permitió decir una palabra….le tapó la boca con la mano. "Tu ahora no tienes ni voz ni voto….Como abras la boca, será para beber de mi cuerpo", le dijo, y echándose hacia delante, sobre el, besándole la boca comenzó a orinar sobre su pecho, mientras se morreaban………Cuando terminó de hacer pis, volvió a la postura anterior, sometiendo a Iván entre sus piernas, y le dijo…."ahora quiero correrme en tu boca…saca esa lengua y hazme disfrutar si quieres volver a follarme"….Volvió entonces a masturbarse con la lengua de Iván dentro de su cuerpo, restregando su culo y su sexo con su boca, hasta que entre jadeos se corrió en los labios de su amante…… tras un beso eterno, le dijo para terminar….."te has ganado follarme toda la noche", le dijo para terminar…."Será un placer, mi dueña y señora", respondió el... |
No está mal. Solo me cruje lo de quitarle el abrigo con las esposas puestas. Ese detalle no me ha dejado disfrutar del resto. Im sorry.
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Jejejeje….cierto, creo que me sumergí demasiado en la historia a la hora de escribirlo, y se me pasó por alto ese detalle….Sorry:)
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