Spalumi since 2006

Compañeros, estoy dictando a mi ordenador quizás mis últimas palabras antes de morir. No queda tiempo. No me queda tiempo. Solo espero que este hacker-retrospectivo-programa funcione y quede publicado, que pueda leerse. Que pueda ser útil. Que se actúe en consecuencia sabiendo lo que se avecina. Confío en que creáis todo lo que leáis. Es rigurosamente cierto. De lo contrario… sería fatal. Fatal para vosotros, fatal para el mundo. Fatal para la humanidad. Por favor, creer, creer en mí. Y hacer algo. Hacer algo… por favor.

Me reloj-computadora indica que dispongo de tal solo diez minutos. Por lo tanto contaré solo lo imprescindible para que captéis la esencia. Lo imprescindible. Leed atentamente. Y creer. Creer.

Vivo en el año 2222. Ya sé, ya sé. Tan solo creer en mi. A través de un hacker-atemporal-programa he colado este relato en el foro de Spalumi en mes de Enero de 2007. Solo puedo publicarlo en “relatos” ya que de otra manera sería fulminado por los moderadores -no los culpo-. Spalumi sigue existiendo en 2222. Pero de una forma clandestina. “Spalumi since 2006” se llama ahora. Es el lugar de encuentro de la resistencia. Veréis, con los avances en la bio-medicina, manipulación del ADN, embriones, clonaciones, etc. todo a cambiado drásticamente. Los nuevos “individuos” se crean asexuados. Los órganos antes sexuales, ahora solo tienen una función identificativa y sobre todo psicológica.

Los nuevos seres son creados –si, creados- sin deseo sexual alguno, no son necesarios para la reproducción. Es más, entre la población existente anteriores a los “niños probeta” se nos tiene rigurosamente prohibida la copulación bajo pena de exterminio. Incluso el deseo, la erección o cualquier manifestación afectiva está terriblemente castigada. Tanto es así, que a pesar de que actualmente nuestra esperanza de vida es de más de quinientos años, dada la fácil reparación actual de células decadentes, la no existencia de enfermedades, etc. –léase en los países ricos, claro está-, la Asamblea Gobernante –léase, los capullos de siempre- han creado un supervirus que fulminaría a cualquier pareja que intercambiara cualquier tipo de fluido –incluso con un solo beso-

Si bien, en este “mundo feliz” las nuevas generaciones se desenvuelven con aparente felicidad, el aumento de intentos de suicidios sin motivo aparente –por otro lado, casi siempre frustrados por la medicina reparadora- aumenta al ritmo de un 1000 por ciento cada mes. Los investigadores tratan de atajar este problema con interminables mutaciones del Adn y nuevas células cerebrales, sin éxito. Todo esto es negado y maquillado por la “Asamblea Gobernante” –léase, USA, es decir, también los de siempre, esto no a cambiado mucho-

Los que no estamos conformes con las “ventajas” de esta nueva sociedad nos hemos agrupado –somos muy pocos- en torno a “Spalumi since 2006”. Incluso contamos con colaboradores asexuados, científicos, investigadores, médicos…

Reconocemos que la vida parece mucho más fácil y cómoda. Podemos disfrutar de una alta tecnología en muchos campos. Las máquinas, ordenadores, y el tercer mundo llevan todo el peso productivo. Disponemos de muchos créditos –dinero-, podemos viajar, comer cualquier cosa en cualquier momento, poseer cualquier bien material que se nos antoje, no enfermamos, no envejecemos, la esperanza de vida actual es enorme, “adoptar” un hijo clon de quien queramos –máximo 2 por individuo- con la fecha de caducidad deseada, …

Pero el “deseo”, el placer sexual, está por encima de todo esto para la resistencia. En vez de optar por promover el amor libre, la libertad sexual entre seres, la Asamblea decidió abolir el sexo. Es el precio a pagar. Todo se reduce a mera hipocresía. Y nosotros luchamos contra esto. Y luchamos. Y perdimos. Y una vez todo perdido, solo queda luchar por nosotros mismos. Logramos extirparnos los implantes inhibidores. Esos malditos chips que nos inyectaron en la primera revisión de hormona-reparación. Lo hicieron sin informarnos de nada. A traición…

La vida en pareja dejó de tener sentido. Luego el amor, el deseo, el afecto, el sentido de la amistad, la camaradería, la solidaridad… todo dio paso al individualismo consumista, el conformismo, la falta de superación, el vegetalismo, la autocomplacencia, la sumisión al “orden” establecido, la explotación de los no favorecidos…

Tan solo me restan tres minutos. Tres minutos de vida. Pero mereció la pena. Os lo aseguro. Volvería a tomar la misma decisión una y mil veces. No me arrepiento de nada. De nada.

En “Spalumi since 2006” hemos creado un punto de encuentro para todos los inconformistas. Para todos los que ardemos de pasión, de ganas, de deseo, de lujuria, de instinto, de amor en fin… las enormes dificultades para eludir las múltiples vigilancias a las que nos vemos sometidos en nuestras vidas cotidianas –cámaras, chips, zoom-satélites, clones-espía, spyware, malware, sears-sofware, etc. etc.- han sido salvadas inteligentemente, no sin un riesgo real de ser descubiertos a cada instante. Esto nos excita aún más y hace sentir más vivos aún… si cabe.

Un minuto. La alarma de mi reloj-computadora no deja de parpadear, chirriar y avisar a quien nunca llegará a tiempo. No les daré ese gustazo. No me diseccionarán. No me estudiarán. No sabrán “que falló”. Porque nada a fallado. Muy al contrario… estúpidos ignorantes!.

Hace unas horas, contacte con una compañera de la resistencia. Un alma gemela. Ya no podía más. Al igual que yo. A pesar de no conocerla hasta el momento del contacto, pude intuir su desesperación a través de “Spalumi since 2006”. Contactamos bis a bis mediante hologramas. Era realmente hermosa. Tras esa apariencia tranquila, respetable, de saber estar, de autocontrol… había una mujer apasionada, lujuriosa, viciosa, excitada, vehemente, … desesperada…

Y quedamos. Quedamos en el sector “P3D”. A las… al instante. De inmediato. Ya.

En persona me pareció excepcional. Su cuerpo, sus líneas, su sonrisa, su belleza... en principio me estimularon como ya no recordaba. Más tarde su coquetería, sus juegos, su erotismo, su vicio... me llevaron a extremos delirantes. El primer beso fue electrizante. Mi cuerpo vibró cual descarga eléctrica. Hacia tanto tiempo... tanto...

Mi sorpresa y mi excitación crecieron cuando comencé a despojarla de su ropa-uniforme –todos vestimos igual-. Debajo llevaba un conjunto de ropa interior negro, medias, ligueros y comenzó a maquillarse, pintarse los labios y calzarse unos zapatos de tacón de aguja. ¿Dónde habría conseguido todo eso?.

Practicamos toda suerte de juegos, de posturas, de movimientos, de... todo lo que creí olvidado, incluso no experimentado, afloró en un disfrute existencial. Todo era sensación. Primero follamos apresuradamente, con desesperación, incluso con cierta violencia, luego... hicimos el amor. Hicimos el amor hasta que no nos quedó un ápice de fuerza. Y aún así, continuamos besándonos, acariciándonos, mimándonos... perdimos la noción del tiempo. No podría precisar cuanto estuvimos así. Quizás horas, quizás días, quizás semanas... como si pudiéramos recuperar o compensar el tiempo perdido.

En cierto momento, ella consultó su ordenador de pulsera. Y me dijo, entre otras muchas cosas: “lo siento, no soy igual que tu”. “Formo parte de un nuevo proyecto institucional llamado “La puta exterminadora”. “Te he transmitido un virus mortal incurable”. “No te preocupes, no sentirás dolor”. “Todas tus posesiones pasarán a mi”... Ahí fue cuando me di cuenta de que era una replicante. Una replicante perfecta. Ni ella lo sabía. Ni yo quise decírselo. Una replicante de un solo uso. Pero de la experiencia, no me arrepiento. No me arrepiento de nada. Volvería a hacerlo una y mil veces. Mereció la pena.

P.D.: La base de mi conocimiento quedará intacta después de mi muerte en un gusano que he propagado por Internet. Antes de que las autoridades lo descubran y borren pasará algún tiempo. Durante este tiempo, si preguntáis en este foro a Virtual –mi nombre clave- vuestras consultas serán respondidas por él como si fuera yo mismo. Por favor, creer en mi y preguntar vuestras dudas. Valeros de ellas y evitar el futuro. Evitar este futuro. Voy a desintegrarme. Solo me quedan 10 segundos. No puedo seguir dictando más.............



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