613630311
 

NOMBRE: No usa.
NACIONALIDAD: Venezolana.
EDAD: 26 anuncia (tendrá sobre 30).
FECHA: Hace poco.
TELÉFONOS: 613630311.
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ZONA: Bernardo Balbuena.
INSTALACIONES: Apartamento donde la chica tiene una habitación con cama grandre, bastante bien ambientada y cálida (había velas) pero con una tele en la que estaba Karlos Arguiñano (venía poco a cuento, todo sea dicho).
TARIFA: 50 euros (media hora).
FUMA: No me lo pareció.
FÍSICO: Las fotos del anuncio son bastante falsas. Es una chica grandota, de pelo largo y rizado, piel blanca y cara bastante ancha (ojo, no es fea). El cuerpo es bastante fofo pero tiene unas tetas y un culo medianos que no estaban mal. El pubis estaba depilado pero las piernas pinchaban un poco.
TATUAJES: Uno bastante grande en el brazo derecho.
PIERCINGS: No vi.
FOTOS: Yo diría que falsas (o extremadamente retocadas).
HIGIENE: Correcta.
BESOS: Da besos, aunque con poca lengua.
FRANCÉS NATURAL: No.
GRIEGO: Creo que no.
IMPLICACIÓN: La justa.
LO MEJOR: Es monilla y tiene buena conversación.
LO PEOR: La sensación de querer despacharte rápido (de hecho, pagué 30 minutos y alos 20 ya estaba saliendo).
REPETIR: No.
RECOMENDAR: No especialmente (tiene un servicio de 20 min por 40 € que, para probar, puede valer pero nada más).

Tenía ganas de echar un polvo y me puse a buscar por Internet. Atraído por las fotos del anuncio me puse en contacto con la chica. En principio, todo pareció ir rápido y cerramos cita pero, 15 minutos antes de la hora, me aplaza la cita media hora porque, ¡atención!, la pedí "con poca antelación" (la pedí dos horas antes y se la recordé con más de un cuarto de hora de antelación).

A la hora finalmente acordada me presento en el piso. Cuando me abre, en penumbra, de cara me pareció incluso más guapa que en las fotos. Me lleva a su cuarto y ahí ya la puedo ver bien. Compruebo que el resto del cuerpo, a diferencia de la cara, pierde bastante pero, aun así, me quedo.

Nos desnudamos. Me agarra el nabo y me pone el condón (malo). Dos chupadas y se lo mete en la posición del misionero. Me deja darle tres embestidas y ya me pide ponerse encima. Cabalgando va en plan leona, con muchos gemidos falsos y moviéndose espasmódicamente. Al final, tras unos cuantos envites, me acabé corriendo.

Nos limpiamos con toallitas húmedas y papel higiénico y nos vestimos. Mientras estuvimos charlando animadamente. Luego me acompañó hasta la salida. Ahí decido preguntarle su nombre "de guerra" y me contestó, un poco entre risas, que le pusiera el que quisiera porque no tenía. En fin, no sé, pero eso unido al jaleo en la gestión de citas y las ganas con las que parece despacharte pues hace que, para mí, esta chica no sea especialmente recomendable.