Carla 605566248

Lugar: San Sebastián.
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Forma de contacto: 605566248
Instalaciones: Piso cerca de la playa de Ondarreta. Buenas instalaciones
Higiene: Sí
Precio: 80/ hora
Edad: Difícil acertar. Unos 35
Cara: No lo sé. Todo el rato con la mascarilla. No parecía una belleza ni un orco.
Pelo: Rubio
Cuerpo: Normal.
Pecho: Parecía normal. No muy grande
Culo: Creciente pero bien.
Piercings y tattos: No me fijé.
Defectos corporales: Nada destacable
Actitud: Buena predisposición. Al final un poco perezosa
Conversación: No la busco. Es por ello que las charlas que exceden lo normal me parecen pesadas. Un poquito más de lo que a mí me gusta.
Besos: No, ni de lejos.
Fuma: No lo sé.
Francés: No
Forniqueo: No
Griego: No
Lo mejor: Nada en concreto
Lo peor: Sus gemidos, su pereza y que me tangó bastante tiempo
¿Repetir? No
¿Recomendable? Depende de lo que se busque y la jeta que se le eche.
Valoración global de la experiencia: 5/10

Buscaba un masaje y llamé a esta chica. Masajes terminación manual ½ hora 50€ y una hora 80€. Me transmitió buenas sensaciones así que concertamos cita. Me dio la dirección y allí me dirigí. El GPS me enviaba a la playa de Ondarreta, así que la llamé y me indicó dónde estaba más correctamente(unas 4 calles más hacia las universidades). Entré en su piso y me abrió con el mismo atuendo de las fotos anunciadas y mascarilla (que no se quitó durante toda la sesión), se disculpó por el equívoco en el tema de la dirección. Me invitó a la ducha y, una vez desnudo, me tumbé en la camilla. Le pregunté sobre si la podía tocar y me dijo que solo un poco, suavemente y a través de la ropa que llevaba puesta. Le dije que quería dos terminaciones. Empezó a jugar con el pene y, en poco tiempo, tuve la primera corrida. Media vuelta y comienza en masaje. Es un masaje decente, no sublime, pero decente. Se detiene en las zonas que cree contracturadas, aplica cierta presión sobre la espalda,… puede que un poco repetitiva en sus movimientos. El masaje en los pies sí fue muy placentero aunque breve. Masaje correcto en glúteos y piernas. A los 25 minutos me dice que me dé la vuelta. Quedaba tiempo pero pensé que cumpliría con la hora pagada. Comenzó a tocarme el pene suavemente lanzando improcedentes gemidos de placer, parecía que era yo quien estaba acariciando sus partes. Estuvo 6 minutos pajeando y, como no me corría, me dijo que acabara yo, que cada uno conoce mejor su cuerpo… A pesar del flash lo hice y me corrí por segunda vez. Otra vez a la ducha y para la calle. Había transcurrido 55 minutos desde la concertación de la cita. A ojo: 5 minutos para llegara a su piso tras llamarla + 10 minutos de duchas + 4 minutos de “autoservicio” + 4 minutos de charla = 32 minutos de trabajo por su parte.
Conclusión: Yo creo que se le podría sacar más rendimiento del que yo le saqué. Alguien con más carácter puede disfrutar del encuentro en mayor medida reivindicando tiempo y trabajo contratados.