NO LA RECOMIENDO
Experiencia para no olvidar y aprender.
Con la tipa ésta tenéis muchos boletos de sufrir una tangada de escándalo y terminar el día cabreado. Me cuesta un huevo opinar mal de la gente pero es que no me queda otra porque ha sido literalmente tirar el dinero.
De primeras os podéis ver en la situación nada discreta de andar dando vueltas a un edificio de forma ridícula, como buscando Pokémons, porque la tipa te indica ubicaciones inverosímiles, portales y direcciones que no son y te marea con que te dirijas aquí o allá, des media vuelta o vuelta completa y repetición de la jugada. Hasta que por fin consigue ficharte y escanearte cual Vieja del Visillo y decidir al momento si te da la dirección correcta y te recibe o no según la impresión que le hayas causado. A punto estuve de largarme y mandarla atpc por verme en esa situación. Debería haberlo hecho automático sin pensar, pero claro, era la primera vez que me topaba con una que maneja esas feas tácticas...(cosa que después me confesó que hacía).
Seguiré con el relato.
Después de 10 minutos como un retra dando tumbos detrás del Pokémon ya estás dentro del portal. No es un piso al uso, está en un edificio bajo de oficinas anexo a otro normal de pisos. En salburua (Vitoria), junto a un pequeño supermercado, muy cerca de la maderada. Es un local, una oficina reconvertida a pequeña vivienda. Pocos timbres y poca actividad en las ofis adyacentes, aparente buena discrección.
Primera alegría, es la chica de las fotos o muy parecida. Coincide bastante, tal vez más bajita y menos delgada o larguirucha que en algunas de ellas. Ha ido cambiando mucho de fotos últimamente, en algunas sí concuerda más .Está potente de cuerpo, muy de mi gusto. Pequeña, compacta, trabajada, natural, ni le sobra ni le falta. Piel bronceada Caribbean. Muy bonitas extremidades. De cara no es fea pero las he conocido con facciones más suaves y femeninas.
No hay besos, ni achuchamiento, ni sobada de packet ni rozamiento felino en la presentación. Cero. Tampoco hay, que yo me acuerde, disculpa por el mareo previo, solo la confesión de la
práctica preseleccionadora. Más de uno habrá sido rechazado con excusas locas de último minuto y habrá gastado tiempo y gasofa en balde....
Empieza la cosa mal, no sabe lo que me duele, no se había leído lo que le mandé días antes. Flipando, eso no concuerda con su supuesta profesión de masajista o terapeuta. Excusas baratas.
Segundo disgusto: Me pidió rápido el pastizal pero de repente me suelta que será menos tiempo, que se ha equivocado leyendo y apuntando en la agenda y que tiene otro cliente en breves. No le puede mover la hora porque, dice, ya se la movió anteriormente por otro desajuste de agenda. Flipando...
Sigue con un ordeno y mando sorprendente, sin improvisaciones. Pasos marcados. Quítate la ropa y déjala ahí. No, ahí no, aquí. Quítate todo, deja todo aquí y pasa a la ducha. No, no te lleves nada, déjalo ahí. No me deja ni llevarme mi toalla, jabón y esponja a la ducha. Me tengo que enjabonar a mano, jo der....
Al salir ya la ves en bolas, está muy buena. Depilada. Pero visto y no visto, fugaz. Ordeno y mando a la camilla. No, no te sientes. Tumbado. Boca abajo. Cuidado, no muevas la funda de papel desechable.
Empieza el unto de aceites y muy suave masaje random de espalda, sin más, nada específico para lo que está roto, no hay fuerza, no hay presión ni estiramientos. Sigo dudando de que sea una profesional de esto. Pasa el tiempo sin pena ni gloria, media hora boca abajo ya con intentos de conversación mística eggpiritual y ni rastro de su cuerpo. No hay rastro de erotismo, No body-body. Apenas unas suaves pasadas entre los muslos justo justo rozando el paquete, nada más. Me empiezo a poner nervioso, pasan los minutos y cero patatero. Me revuelvo un poco y no le gusta nada, se sale de su esquema. No te muevas no te muevas. Ya casi no queda tiempo. Suena el móvil y lo tiene que atender, el cliente... Nervios, presión, presión. Me veo sin tiempo para darme una ducha de eliminar olores de ungüentos místico-milagrosos. Muy importante para mí y que ya se lo había comentado previamente. Vuelvo a flipar porque dice que Nein, que no debo ducharme, que esos aceites deben quedarse para hacer efecto.
Me salgo de la camilla y le digo que me voy a la ducha. Se la nota contrariada, mil excusas para justificar la falta de sexo, que si mi abuela fuma y mi tortuga tiene caries. Se queda parada, no hace nada, le reclamo lo que ofrece en su anuncio y lo del texto que me mandó varias veces al wasap. Se niega con otra tanda de excusas descacharrantes. Se enfada, ya no sabe que decir, se molesta hasta porque estoy viéndola desnuda, me dice que eso ya es mucho. FLIPANDOOOOO!!!!! Vuelve a coger el móvil para calmar al supuesto cliente que espera nervioso en la calle.
Yo me quito la mugre aceitosa a toda pastilla, me seco y me visto más rápido y antes de largarme me tomo un momento para comprobar que no me ha robado nada de la cartera. Brutal desconfianza.
Me devuelve la pasta que sobra del tiempo acordado muy previamente (días). No me quiere devolver todo, lo que por lógica sería justo que me devolviese, mil excusas baratas nuevamente.
Intenta de forma muy falsa despedirse a buenas lanzándose a abrazarme y besarme en las mejillas pero me la quito de encima suavemente. No estoy para milongas. Mala uva. A la salida no hay rastro del cliente ansioso. En fin....
Se me olvidaba comentar. Su negativa a dar el correspondiente tiempo de sexo nada tuvo que ver con el tema higiene (faltaría más con lo extremista que soy yo en ese tema) ni con el aspecto físico. Dicho por ella tanto en persona como en posterior intento de disculpas por escrito. La razón sigue siendo un misterio, tal vez algo que dije o hice, o que no dije y no hice... A saber, porque patata o porque no encajé en su universo espiritual de la piruleta.
Por cierto. Dicho y repedito por ella insistentemente. No hace nada a pelo y no comparte fluidos. Tened en cuenta esto antes de decidir contratar sus nada baratas sesiones.