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La llamé una tarde que no tenía nada que hacer y como estaba por la zona fuí a su piso. Las fotos son reales y es lo que te encuentras, una chica bajita, con buenas tetas y ancha de caderas, no es guapa pero tampoco un orco. Yo le echo unos 40 años. Me recibió en lencería y tacones, aunque con los tacones parecía no manejarse muy bien. Me lava un poco en el bidé, ella no se lava y vamos a la habitación. Se baja de los tacones (yo creo que con alivio), se desnuda y se arrodilla para hacerme un francés. No está mal, despacito y ensalivado, aunque no se prodiga con las pelotas. Me tumba en la cama y sigue con la mamada, que va despertando mi interés, y mientras le voy sonsacando: ni francés hasta el final, ni griego, ni fiesta blanca, el resto sí. Así que viendo el panorama de las ubres bamboleantes, pido un chorro de aceite entre ellas y sin cambiar de postura nos ponemos con una cubana, con la que estuvimos un buen rato hasta que descargué entre ellas y un poco en su cara. Limpieza con toallitas, un poco de charla insustancial, me ducho, me visto y me voy a casa más tranquilito. En total estuve una media hora y me cobró 50 pavos.
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