Brasileña

Nombre: Susy
Origen: Brasileña.
Edad: De buen ver.
Estatura: 1’70 aproximadamente.
Dirección: En Rúa do Areal.
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Fecha de la experiencia: La semana pasada.
Tarifas: 120€ la hora.
Duración del servicio: Una hora.
Descripción física: Es totalmente la de las fotos. Los pechos como dos pitones, tersos, suaves y grandes. Las nalgas son como dos sandías, redondas y duras.
Fuma?: No.
Vestimenta: Lencería roja.
Ambientación: El piso está muy bien. El dormitorio es amplio con una cama de matrimonio. El cuarto de baño limpio y bien acondicionado.
Tatuajes, piercings: No.
Da besos/morreos?: Algún piquito que otro.
Francés: Muy bueno.
Griego: No.
Implicación: Buena.
Chica recomendable?: Si
Para repetir?: Si
Resumen experiencia:
Cuando entré en el piso me llevé una grata visión. Me saludó muy sonriente, me dio dos besos y me dirigió al dormitorio. Una vez allí empezamos a hablar, colocamos la sábana y nos desnudamos. No podía dejar de mirarla, qué cuerpo. Entre sonrisas y tocamientos nos fuimos al cuarto de baño; como yo me había bañado antes de ir, me lavó mis partes con una suavidad que me puso a tono y después se lavó ella.
Pasamos al dormitorio, me tendí en la cama y ella empezó con unos masajes, unas veces con las manos, otras con los pechos y otras con todo su cuerpo. Me hizo una cubana de infarto, a estas alturas estaba ya en su punto. Cogió el preservativo y con la boca me lo puso en el pene; entonces empezó un francés delicioso, sin ayuda de las manos, bien ensalivado y hasta el fondo. Con la lengua me daba en el glande, de una forma muy particular, que daba un gustazo enorme. Hicimos un 69 y ya le tuve que decir que parara, porque si no me hubiese corrido y yo quería que durase más.
Pasó ella debajo y yo encima, estuve acariciando cada milímetro de su cuerpo, qué pechos, qué culo, qué todo; inolvidable.
Cambió y se montó encima, introdujo mi pene en su vagina, se puso a cabalgar, fue una delicia y más con esa visión de sus pechos, fue para no olvidar. Después a cuatro patas y por último ella de lado. Ya no pude más y me corrí. Caí al colchón y allí me quedé durante unos momentos, ¡qué gustazo!
Me limpió y nos pusimos a charlar un rato. Fue una conversación muy distraída y distendida, porque ella es muy simpática. Entre otras cosas me dijo que tenemos que probar todas las posturas del Kamasutra; espero que sea verdad. Empezó a jugar con mi pene, me masturbó y me corrí de nuevo.
Por supuesto que en cuanto pueda volveré, es de las mujeres que merece la pena.
Valoración final: Muy buena.
Lo mejor: Su simpatía, su físico, los masajes, el francés y su implicación.
Lo peor: En este momento no se.