Desde luego, si hiciéramos un ránking, creo que lo de las ratas, hámsters u otros roedores se lleva la palma. Pobres bichos... Y en la versión de lamer los restos de las botas ya es el colmo. Pero bueno, mientras sólo se espachurre un roedor y no se haga daño a nadie...
Las otras historias, aunque no sean mayoritarias, tampoco son tan raras. Especialmente lo de los exhibicionistas. Fijaos qué labor social cumplís, porque si el tío en cuestión no os pagara para exhibirse, lo mismo se lo hacía a una niña por la calle y la dejaba traumatizada :-(
A ver si alguna bate lo de las ratitas aplastadas, que lo dudo jeje
Saludetes
PD: EvaB, me alegro de que te rías conmigo y no de mí, que me daba miedo que me sacaras el látigo jaja
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