¡Cómete un chicle, coño!

Me lleva pasando con un elevado porcentaje de las lumis que llevo frecuentando este último año. Y es que me baja mucho la libido y hasta me asquea pasar con una chica cañonazo, de estas que me ponen a cien por hora, y que a la hora de darle un beso... apeste a tabaco. Lo odio.
No tengo nada en contra del tabaco, y entiendo y respeto que muchas chicas fumen, pero todos sabemos que esta sustancia, al igual que el café, el alcohol o el ajo, deja un aroma nada agradable y sería tan sencillo como que la elegida se enjuagase o se comiese un chicle, al igual que yo voy duchadito y perfumado de mi casa y acepto sin rechistar que la lumi me lleve al bidé para lavarme los huevos.

Sé que muchas tenéis que tragar con verdaderos cerdos que llegan sudados después de haber estado todo el día currando, o con etílicos que han pasado toda la noche de borrachera... y por eso, como sé lo desagradable que es, procuro ir limpito y agradable (reconozco que he ido más de una vez después de una noche de farra, pero me he duchado inmediatamente y me he puesto a beber vasos de agua y a comer chicle para no perfumarla con mis vapores etílicos), pero joder, muchas saben el mal sabor (y olor) de boca que deja el tabaco, y nada... te meten la lengua hasta el esófago como si nada.