Indias en Madrid

Saludos a todos:

Creo este hilo por si alguno de vosotros sabe de algún sitio donde ejerzan chicas indias, ya que tras mucho rebuscar en el foro no he conseguido o no he sabido encontrar nada al respecto.

El caso es que por motivos de trabajo me desplazo a Londres una vez cada dos meses aproximadamente, y aquí lo que está causando furor entre el ambiente puteril de la islas, aparte de las somalíes (delicias que todavía no degustamos por estas latitudes; recordemos el pedazo de hembra que se gasta David Bowie) son las indias.

Tuve la oportunidad de probar alguna el mes pasado y tengo que decir que son algo peculiares. Para empezar te reciben vestidas con la túnica esa que hemos visto cientos de veces en la televisión (sari, creo que se llama) y en las casas suena permanentemente de fondo música típica de la India (incluso cuando estás metido en faena, que es lo más chocante). Cuando te las presentan, te hacen una reverencia típica, llevan el tercer ojo marcado en la frente (no, no es el tercer ojo que se está imaginando algún mal pensado, ) y predomina un intenso olor a incienso.

Una vez que has elegido a la chica (todas ellas muy morenitas y con buenos sitios a los que agarrarse) te sientes como el rey de la casa. La que yo elegí no tenía más de 20 años. Te lleva a una habitación donde no hay cama ( :shock: ) si no una especie de tatami cubierto de laminillas de bambú. Lo primero que se te pasa por la cabeza es que te va a hacer una llave greco-romana, pero te pasa al baño donde con toda delicadeza te desnuda, te mete en una bañera redonda (que no jacuzzi) y te baña ella con todo el amor del mundo, mientras te tomas una copa que previamente ha preparado para ti también la sierva de Buda. Realmente tras 15 minutos de baño-masaje te sientes como en el paraiso sentado junto a Shiva.

Cuando te saca de la bañera te seca tumbandote en un pequeño camastro cubierto con hojas de bambú que sacó de todavía no me explico qué sitio porque no lo vi en ningún momento antes. Es increíble como absorben la humedad las dichosas hojitas. Una vez seco te saca para el tatami anteriomente citado y es cuando te imaginas lo peor. Pero es cuando realmente comienzan las delicias.

Es cuando descubres que bajo el sari ese no llevan absolutamente nada, van completamente en bolas, y descubres a unas chiquitas muy morenitas de piel, no muy altas y con muuuchas curvas (esto no quiere decir que estén gorditas, todo lo contrario) y completamente depiladas. Te tumba en el tatami. Masaje-magreo típico del comienzo, un poquito de francés natural (fantástico, por cierto) y un poco de comida de coño (rosita como no había visto ninguno antes y muy estrechito) y comenzamos con la faena, que consiste ni más ni menos en multitud de posturas del Kamasutra indio (la verdad que para hacer algunas hay que estar en auténtica buena forma, porque son un prodigio de elasticidad, fuerza y resistencia). Tras unos minutos asi, fue cuando me di cuenta que el deporte lo había dejado muy olvidado hacía ya muchos años, para mi desgracia, y que como no desistiese iba a regresar a Madrid con un buen paquete de agujetas (como así fue), por lo que decidí volver a las posturas por todos conocidas. El caso es que terminé en la postura del perrito y tuve uno de los orgasmos más largos que he tenido jamás, no sé si por el Kamasutra precedente, por el olor a incienso, por la jodida música de sitar que no hacía más que sonar o no sé por qué, pero el caso es que la india me apretó las tuercas bien apretadas. Todo esto sin límite de tiempo; por lo visto, estas chicas contratan el servicio, no el tiempo. Yo salí a la hora y tres cuartos más o menos y me quedé nuevo. La limpieza y el engrase me salió por 150 leuros (si el cambio con la libra no me falla, que creo que no). Por cierto, no hacen griego, para mi pesar.

Si os enterais que hay alguna chica india de putiferia por Madrid, por favor avisadme, que uno no puede ir a Londres todas las semanas.

Gracias por vuestra atención y perdonad por el ladrillazo que me ha salido.