Y mientras, el reloj tarifando. Tic-tac, tic-tac,...
Eso son estafas de manual, que te hacen perder el tiempo al teléfono, aguantándote lo máximo posible una tía gordota que está trabajando en una oficina situada en un cuarto sin ascensor junto a otras veinte telefonistas, mientras se hace las uñas y mira el reloj, para poder irse con su novio y darle la comida a su hijo.
|