Fabi y Julia

Desde los tiempos en que Fabi estaba en Orquídeas quería tener un encuentro con ella, pero hasta ahora no había sido posible, así que aprovechando que se anunciaba duplex con mi amiga Julia, decidí que no estaría mal conocer a Fabi y ver cómo le habían sentado las vacaciones a Julia.

Para mi quedar con Julia siempre ha sido muy fácil. La conozco bien y se qué se puede hacer con ella, que para mi es mucho, así que la llamo y le comento de quedar y de que me gustaría quedar también con Fabi. Ella me comenta que estaba allí con ella y que me esperaban.

Llego y no funcionaba el portero, numerito pues me echan las llaves por la ventana. Subo y allí están. Julia se ha quedado delgadísima, parece una teen y de nuevo es rubia. Fabi es más ancha, sin parecerme gorda, pero si jaquetona. Tras las presentaciones y la ducha de rigor acometimos la faena en dos actos.

A mi, personalmente, no me gustan los duplex. He hecho ya varios e incluso alguna vez con más de dos y se suelen convertir, si son largos, en eventos sociales más que en otra cosa. Eso si, no son fáciles de olvidar.

Los detalles en cuestión se me antojan irrelevantes, pero yo me lo pasé genial. Son dos profesionales como la copa de un pino y trabajando juntas le dan cierto morbillo a la cosa. Julia, muy en Julia, con su lado más morboso y Fabi más en el detalle, procuraron en todo momento que me lo pasara genial y así fue. Pero en general hubo un poco de todo o un mucho de todo, pues medio tu estas con una y el otro medio con la otra. Y tras irte más de una hora después, la sonrisa y la cara de pillo que esta vez sí ha roto un plato, no te la quita nadie.

Por cierto, Fabi me dijo que a partir de Marzo estrenaba piso en Sevilla este.