| periquillo |
01-03-2015 17:30 |
A veces uno busca determinadas cosas y se encuentra verdaderas sorpresas allí donde no esperaba nada especial. Hace un año estuve con una chica, Lucía se hacía llamar, a la que había visto varias veces en una web de citas. La verdad es que no llamaba mucho la atención por las fotos, donde apareceía con un vestido azul y no enseñaba absolutamente nada excepto un cuerpo estilizado. Bueno, no es que yo vaya mucho de lumis, para mi gusto poco, la pela, ese problema. Así que ese día, no sé porqué y pasando de auténticos pibones, la llamé y quedé con ella.
Tengo que decir que fue lo peor que pude hacer. Pero precisamente por bueno. Aquello fue una de las experiencias más fantásticas que haya podido tener en ésta vida. HIcimos el amor, pero así como suena y en grado superlativo. Eso de "te trataré como a mi novio" con ella fue una realidad absoluta, porque en mi vida me han tratado con más amor, con más pasión, gocé de aquella mujer como no había imaginado. Me terminó con un frances natural hasta el final que me dejó para el arrastre.
Desde entonces (aunque he ido de chicas poco) ya nada ha sido igual. Por eso fue lo peor.
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