Casa María Rosa 633134013
 

Lo pongo en experiencias, aunque no llegué a consumar, y si me descuido me dan hasta por el culo y encima me toca pagar.

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Fui buscando el anuncio del Señor Pedro, el buen hombre que atendía el teléfono y proporcionaba mujeres casadas o que no podían estar en un piso esperando clientes por compaginarlo con otros trabajos o porque realmente tenían familia.
Tuve una experiencia con una mujer proporcionada por él y me fue bien, si exceptuamos que pedí una española y me apareció una ucraniana.

El modus operandi de este anuncio parecía el mismo, así que llamé. Me contesta una voz de señora muy mayor y fumadora de ducados. Me quedo un poco parado porque no esperaba una voz así, y tanteo por si me ha bailado algún número.
- Buenas, llamo por lo del anuncio.
+ Si, tenemos dos chicas
..... "Silencio".....
-Vale, me puedes decir como son?
+ Una española y una venezolana
.... "Silencio"....
+La venezolana mas mayor. Precio 60 euros la media hora.

Como veía que le tenía que sacar las palabras con sacacorchos, me la juego y digo que la española.

Me pide puntualidad y me cita en la Calle Boggiero justo donde está la discoteca Oasis. Luego supe que le alquilan el apartamento a un tercero.

Llego a la hora convenida y timbro el portal tal como me había indicado la abuela.
Me abren directamente y bajo las escaleras. Si, si bajo, porque el piso está en un bajo. Los trasteros de toda la vida hechos pisos de obra.
Al entrar me encuentro a un maromo de unos 60 años y claro me quedo ahí flasheado. El tipo me hace un gesto como que qué hago ahí, y yo cagándome por dentro en la vieja, le digo que creo que me he equivocado de piso.
En eso timbran al interfono y pienso, bueno ya está aclarado el tema, mientras le explicaba que había quedado con una amiga.
Mi sorpresa es cuando baja un tipo de unos 20 años mas negro que el tizón, y además se conocía el piso porque entró como Pedro por su casa.
Yo que en ese momento no entendía que cojones pintaba ahí con un subsahariano y un tipo con pinta de cuñado, le digo que me voy que no es la persona con quien he quedado. En eso el cuñao se me planta en medio obstaculizando la puerta de escape y me dice "me tendrás que pagar"
Le digo, que cojones te voy a pagar si no he reservado nada.
Se me queda un segundo mirando y en plan perdonavidas me deja pasar (si me lees media hostia, que sepas que lo siguiente era estamparte contra la pared si no me dejabas salir)
Me quedo fuera vigilando el portal por si viene con la que había quedado. Entre medias sale el cuñao, me ve y se marcha (ya habría cobrado del negrito)
En eso que veo a un hombre español de mediana edad y calvo, con un maletín timbrar en el piso y ahí me cuadra todo.
El calvo iba a merendar butifarra negra.

Llamo a la abuela pidiendo explicaciones, y me cuenta la milonga que a veces se quedan mas horas los que están, etc...
Le digo que no me cuente milongas, le resumo lo vivido y aún me intenta convencer de que me quede esperando una hora mas.
Por los cojones me voy a comer una hora en ese barrio de lumpen, por una tía que lo único que sé que es española y que tendrá 10 años mas que los 38 anunciados.

Lo que nos juntamos ahí en poco rato daba para peli de Almodóvar. Solo faltó un travelo para completar el grupo.

Del apartamento me fijé poco, pero la única salida con Airbnb bajo mínimos por el virus es alquilarlo por horas, porque ya me diréis quien vive en un bajo oscuro, enano, en una de las calles con mas chusma por metro cuadrado de Zaragoza y para mas inri con una discoteca en el mismo edificio.

Si alguien va, que cuente.

En ese piso he follado un par de veces, hace un par de años con Elena, asidua en pasion Zaragoza. Piso franco para puterio.