Creo que soy el primero en este foro que relata una experiencia con Luna, y me extraña, porque creo que es una chica de referencia en Granada y no pasa desapercibida en el panorama puteril. Pero bueno, me lanzaré sin paracaídas para contaros qué me pareció.
Esta chica recibe en los pisos de enfrente del Carrefour de la carretera de Armilla, así que hay excelente aparcamiento para llegar a su apartamento en coche. Una de las cosas que hay que agradecer de Luna es que sus fotos son absolutamente reales y, además, se muestra a cara descubierta, así que no hay trucos ni engaños posibles con ella. De hecho, todo en su actitud es igualmente de franqueza: ella se entrega tal como es y no se guarda nada. En cuanto a sus tarifas, para su implicación y su cuerpo me parecen muy ajustadas; en mi caso fueron 50 € la media hora, que se prolongó bastantes minutos más porque no mira el reloj.
Por eso, cuando te abre la puerta no te llevas ninguna sorpresa: chica agradable de cara, muy simpática, algo habladora, con un cuerpo menudo pero muy bien proporcionado. Tiene lo que hay que tener en su justa medida. El conjunto con el que me recibió destacaba sus encantos pectorales, pero no ocultaba que tiene una cintura estrecha, unas caderas muy bien moldeadas, unas piernas bonitas y un culo realmente prieto y duro. Hay que decir que en vivo mejora bastante a las fotos.
Desde el principio me pareció muy dicharachera, de modo que cuando me estaba lavando en el lavabo a mi hermano pequeño, ya estaba yo al corriente de media vida suya. Pero, en fin, a lo que vamos: en cuanto llegamos al dormitorio, se quitó el sujetador y aparecieron unos de los encantos de Luna: sus preciosos pechos. Por supuesto que estas cosas van en gustos, pero, para los que estamos habituados a ver todo tipo de tetas, las de Luna son casi perfectas: medianas, ni grandes ni pequeñas, con el pezón un poquito más alto de la línea meridiana, de manera que si la ves de perfil apuntan ligeramente hacia arriba. Por cierto, los pezones, muy golosos y con un buen pitón. En cuanto al coño, lo tiene igualmente bien hecho: ni demasiado estrecho ni ancho, con un clítoris que se le marca perfectamente y un interior muy acogedor y humedecido, cosa que también se agradece en la jodienda.
Me habían comentado anteriormente que Luna no besaba, así que se lo dije y me contestó que no era así. La mejor demostración fue el morreo preliminar que me dio, lo que acompañado con la buena paja que me brindó, me puso palote perdido. Después de un buen repaso lingüístico de sus tetas, me acomodé para que se bajara al pilón, y de qué manera lo hizo: succiona tela de bien. En este momento fue cuando me di cuenta de que Luna hacía lo que otras no hacen, y de ahí la diferencia entre ella y las demás: mientras me la estaba mamando con fruición, no paró de pasarme una mano por todo mi cuerpo, para que tuviera el roce de su piel en todo momento, como si quisiera decir que con la mamada no iba a ser suficiente. Sus miraditas eran cautivadoras y la cantidad de saliva que gastó en mi polla y en mis huevos fue considerable. No llegó en ningún momento a garganta profunda, pero poco le faltó. La cosa es que cogió un ritmo cada vez más creciente, y lo que empezó como una mamada suave gustándose, terminó en un enloquecedor ritmo de pistón que parecía no tener fin.
En ese momento fue cuando le pedí que me encapuchara y me montara. Fenomenal amazona: primero en cuclillas, con fuerza, metiéndosela hasta dentro, cerrando los ojos y jadeando; después de rodillas, haciendo el vaivén, saliéndose y volviendo a entrar. En definitiva, una follada memorable, que continuó con un cuatro patas donde empujó de maravilla hacia atrás, de manera que, entre sus enviones y mis sacudidas, le estuve metiendo el aparato hasta los huevos.
Una vez saciado de follada, pasamos al 69, ella encima y yo debajo. Daba gusto notar su boca cerrándose sobre mi polla mientras que se movía tela su coño en mi boca, de manera que casi no había manera de lamerle el clítoris. Y cuando llevábamos un rato, ¡tachán!, se da la vuelta y de repente yo estoy encima y ella debajo, lo que aproveché para metérsela entera, follándome su boca. Como ya estábamos en plan de folleteo, seguí con un misionero y, ¡tachán!, de nuevo me hace lo mismo: se da la vuelta y es ella la que me monta a mí. No sé cómo lo hace, pero lo hace a las mil maravillas. Parece cosa de circo o de magia.
La cosa acabó con ella amorrada a mi pilón mientras yo le metía tres dedos dentro de su coño: me corrí en su boca porque no había forma de aguantar el ritmo que impuso y a su favor hay que decir que ella mantuvo la mamada hasta que se me fue viniendo abajo. Había pasado bastante más de media hora desde que habíamos empezado, y aún me quedé más tiempo con ella charlando, porque estaba encantado con su simpatía.
Así que, en conclusión, Luna es una chica muy implicada, profesional, honrada, con un cuerpo muy agraciado y un servicio impecable que no deja indiferente y que te hace pensar en repetir en cuanto sales de su apartamento.
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Última edición por Tom Doniphon; 14-11-2012 a las 08:53
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13-11-2012, 23:47
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