Lorena 608390264

Tom Doniphon · #1 23-02-2012, 17:50

El morbo de la normalidad

Conocí a Lorena por casualidad. Era un viernes por la tarde y yo tenía 30 euros en el bolsillo que no sabía qué hacer con ellos, así que pensé en gastármelos con Lolita teen por aquello de comprobar las buenas experiencias que han contado sobre ella mis foreros favoritos. Llamé al móvil de Lolita y me apareció una voz simpatiquísima que me dio todos los datos que yo quería: 30 euros la media hora, francés sin hasta el final y piso en Virgen de Luján (o más bien a las espaldas). Estupendo. Quedé con ella y para allá me fui.

Cuál fue mi sorpresa cuando me abre la puerta una chica de veintitantos bien pillados, jaquetona, carnosita, de mediana estatura, con dos pedazos de tetas saliéndosele por el escote. Aquélla, desde luego, no era Lolita. Le pregunté por nuestra teen favorita y me dijo que ya no trabajaba allí, que ese mismo día se había despedido de la casa. Lorena me aclaró que ella solo trabaja desde el viernes por la tarde hasta el domingo a las 3 de la tarde. La chica estaba bien, se me metió por el ojo inmediatamente. Además, tenía ganas de hacer una i+d para abrir nuevos horizontes. Le volví a preguntar las condiciones, que seguían siendo las mismas que con Lolita. Pues bien, para el dormitorio nos dirigimos.

La chica se veía cortadita, con el acento natural de Cádiz y me invitó a lavarme en el cuarto de baño. Como ya viene siendo habitual, lo tuve que hacer solo y además sobre el lavabo, ante la ausencia de bidet. Pues bien, ya limpito me dirigí al dormitorio, le pagué los 30 euros y empezamos a desnudarnos. A partir de este momento paso a contaros la experiencia en tres fases, dos más objetivas y otra subjetiva, porque no quiero engañar a nadie y que después se lleve una sorpresa.

Descripción de Lorena

A pesar de que ella me dijo que se anuncia en MA y Milanuncios, yo no he encontrado ningún anuncio contrastable sobre ella, aunque aquí os dejo un enlace, en el que viene una foto que no dice absolutamente nada y un teléfono que no fue al que llamé (que en teoría era de Lolita), por lo que es posible que no sea ella. Por si acaso lo pongo:

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Lorena tiene unos 25 años; es atractiva, muy bien maquillada, morenaza, con unos ojos almendrados muy sugerentes y una boca muy sensual, con labios carnosos, que no pude catar por lo que a continuación contaré. En cuanto al cuerpo me gustaría hacer antes una puntualización que me parece fundamental: Lorena es una chica normal y corriente en todo el sentido de la expresión, tanto en cuerpo como en comportamiento en la cama. Para que os hagáis una idea (y lo digo con todo el respeto, sin sentido peyorativo alguno) es la típica cajera de supermercado, mona, bien arreglada y con un par de peras que hace que te pongas en su cola de la caja, aunque sea más larga que las otras. En definitiva, tiene pinta de cualquier cosa menos de lumi. Por su extraño horario de trabajo en el negocio, deduzco que ella trabaja durante la semana en un oficio "normal" y los fines de semana se dedica a ganar un poquito más de dinero, porque la cosa está muy achuchada. Para hablar claro: a mí me dio Lorena toda la pinta de que es una aficionada metida en este negocio, y cuando cuente la experiencia ya veréis a lo que me quiero referir. Por eso, esta experiencia es importante para todos aquellos compañeros que les guste catar una pieza recién aterrizada en el mercado, porque os aseguro que está apenas estrenada. A mi pregunta al respecto, ella me dijo que llevaba en esto dos semanas, y si no lleva esas dos semanas lleva como mucho dos meses. De verdad que uno ya está experimentado en esto y se ve de lejos que se está iniciando.

A falta de fotos suyas, sigo con la descripción: se quita el vestido corto que llevaba, el sujetador, y aparecen unas tetas grandes, talla 100 o más, que sin estar caídas están a punto de hacerlo, bastante bonitas. Tiene un piercing en el pezón izquierdo. Las tetas están duritas, sin llegar a duras, pero son muy cálidas. En el folleteo se mueven de maravilla. Más cosas: Lorena es de esas mujeres de caderas estrechas (aunque el culo lo tiene bastante bien) que, por constitución, acumula en el abdomen la carne que le falta más abajo. Así que ofrece una barriguita ni mucho menos de gorda, sino de chica que no se cuida el cuerpo y se le acumula la grasa allí donde más coraje le da a las mujeres. A mí particularmente me gustan esas barrigas que no sean una panza o estén colganderas. Digamos que el cuerpo lo tiene más de madurita que de jovencita, así que nadie vaya a ver a Lorena pensando que se va a encontrar el típico cuerpo de una scort de veintitantos, porque su cuerpo aparenta algunos años más. No tiene celulitis ni nada por el estilo y el cuerpo puede considerarse que mantiene una cierta firmeza sin llegar a la dureza. Como veréis por la descripción, es el cuerpo de una mujer que no es un pibón y que no se cuida en gimnasios ni demás. Es decir, la chica que te ligas en cualquier discoteca y que no es precisamente la más agraciada del local, pero que está potable. Quizá sea esa la mejor definición de Lorena: está potable. No es mucho pero tampoco es poco.

El servicio

Pues siguiendo con la tónica de su cuerpo, podemos decir que su servicio es también normalito y corriente, pero no se nos debe olvidar que cobra 30 euros y no 60 como otras. Tiene sus defectos y tiene sus virtudes, que paso a relatar.

Fui a besarla (porque yo me caliento a base de besos) pero me dijo que no podía hacerlo porque tenía un trancazo del 15 y no me quería contagiar. Además, me dijo que no podía respirar por la nariz y que necesitaba la boca para tomar aire. No sé. A lo mejor es verdad, y ella me aseguro que sí, que ella normalmente besa, pero yo de vosotros me cercioraría antes de ir a visitarla y lo confirmaría por teléfono, porque yo no noté en ella la voz nasal típica de los resfriados. Bueno, pues nada, sin besos nos tumbamos en la cama, pero no sé por qué, a mí me dio por estar espléndido ese día y nada más verle el cuerpo desnudo (que a mí me gustaba mucho, así de normalito) y esa cara tan linda que tiene, pues que me puse palote. La cuestión la aprovechamos para el francés y os tengo que decir que es lo peor de ella: es cortito, cortito; no pasa del glande y coge el mástil con dos dedos, índice y pulgar. Casualmente, así me lo han cogido siempre las amantes personales que yo he tenido en mi vida. No sé por qué no la agarraban como Dios manda, pero en fin, Lorena me la cogió así, cosa que me hizo su gracia porque me devolvió a tiempos pasados. Estuvo un rato con el francés, ya digo que muy limitado (aunque eso sí, ensalivado), y como veía que con esa mamada no me iba a poner a cien, le pedí que me cabalgara.

Y ahí llegó la gran sorpresa de la tarde: me hizo una cabalgada del copón. Madre mía que forma de moverse. Desplazamos la cama hasta la mitad de la habitación, el colchón sonaba que parecía que íbamos a reventarlo y ella parecía que no se cansaba. De verdad que por esa cabalgada bestial mereció con creces el dinero que le pagué. Las hay por ahí más caras que no te montan ni por asomo de esa manera a lo Lejano Oeste. Una delicia.

Como estaba que me iba a ir, decidí parar un poco, así que me puse a comerle el coño. Otra sorpresa: tiene un coño jugosísimo y de una forma curiosa, porque es bastante largo y está muy, pero que muy hundido: parece una puñalá bien dada con una faca albaceteña. Los labios apenas se le ven porque la hendidura de verdad que es bestial. La cuestión es que me empleé a fondo (estaban muy ricos sus jugos) y noté que se excitaba, pero no iba a pretender yo que por 30 euros se corriera conmigo. Además (uno que está en todo) me di cuenta por el rabillo del ojo de un error garrafal por su parte: miró su reloj de pulsera. Yo seguí con lo mío y no le di importancia. Miré a su vez mi reloj y vi que me faltaban 10 minutos.

Volvimos a cabalgar y estuvimos un buen rato otra vez en plan rodeo americano pero ella, de nuevo, miró como quien no quiere la cosa su reloj. Esta vez me paré y se lo dije: que no daba buena impresión al cliente que mirara el reloj, que ella debe tener un reloj interior que le marque el tiempo y que si se pasa un poco de la hora no ocurre nada, pero que no volviera a hacérmelo, ni a mí ni a nadie más. Consejo de putero. Ella me dijo que lo sentía pero que no sabía calcular bien el tiempo. En fin, que con el tema del reloj se paró un poco la cosa y le dije que me la mamara de nuevo, porque yo ya estaba a puntito. Siguió con su francés a medio gas y le pedí finalmente una buena paja: me la hizo (esta vez con la mano entera, no con los dos deditos) y me corrí que me quedé tan a gusto, mientras le tocaba su profundo coño y una de sus tetas.

No hubo mucha charleta porque ya me di cuenta que iba que se las pelaba y no quería que se sintiera incómoda, pero quede claro que en todo momento se mostró muy simpática y parece una chica afable, con ganas de agradar, aunque con algo de ansiedad.

Mi opinión subjetiva

A partir de ahora quien quiera puede dejar de leer, porque lo que voy a contar es mi estricta impresión personal, que no tiene por qué coincidir con la de ningún otro compañero. Es lo que yo sentí mientras estaba con ella y el recuerdo que me queda de su trato.

Pienso que Lorena es una aficionada que se ha metido en esto para conseguir unas pelillas de más, que nunca vienen mal. Le falta zorrerío a raudales, por la sencilla razón de que no parece una lumi ni en su comportamiento fuera de la cama ni dentro de ella. Quien vaya con ella se va a acostar con una chica corriente y moliente, pero a mí fue eso lo que precisamente me encantó de estar con ella: de vez en cuando está bien encontrar una chica así, que se salga de las "muy profesionales" a las que estamos tan mal (o bien) acostumbrados. Me gustó también porque, como no tiene imaginación ninguna, tú la llevas hacia lo que quieres hacer exactamente, y ella la verdad es que responde. En ese sentido es muy complaciente: siempre está atenta a lo que pides en cada momento. Yo creo que es una opción más que aceptable por los 30 euros que pide, porque su servicio aporta bastante más de la mitad que lo que hacen algunas que cobran el doble (no me refiero a las Tops, sino a las que pululan por ahí cobrando lo que no son capaces de ofrecer). Además, es una opción espléndida para los fines de semana, en los que baja la oferta luminera en nuestra ciudad.

La verdad es que yo salí muy satisfecho de su apartamento. Me había pegado un buen rato de placer con una chica que me ofrecía el morbo de su normalidad (cosa que particularmente aprecio) y que había sido muy complaciente conmigo. Su cuerpo es imperfecto, sus servicios son muy mejorables, pero si se la sabe tratar bien y llevarla con algún consejo que otro, la chica responde. Además, para qué voy a negarlo, tuve bastante feeling con ella y eso, a fin de cuentas, es lo que más importa. En fin, yo cuento cómo me fue. No es el ofertón de año, en plan bueno, bonito y barato, pero su relación calidad / precio es muy aceptable. Y eso, ya es más que un reclamo para ir a verla en estos tiempos que corren.

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