Laura, brasileña. Avenida del Doctor Waksman.

Mi experiencia con Laura, brasileña rubia y pivonazo de 33 años

Anuncios que la profesional utiliza para captar los clientes. Son del grupo Hot Valencia. Ver este enlace:
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Las fotos son totalmente reales

Precio, 100€/hora

Lugar, Avenida del Doctor Waksman, Valencia

Fecha de la experiencia, hace dos semanas

He repetido

Telefono de contacto, 610380130. Atención telefónica muy amable, con el envolvente acento brasilero. A Laura le gusta ser muy clara y dejar todo atado y bien atado. Por ejemplo, diga lo que diga la publicidad de la empresa ella te deja claro por adelantado que no hace griego. Y, consecuentemente, también cumplió puntualmente con todo lo demas acordado conmigo. Desde el principio me di cuenta de que era una autentica profesional, clara y sincera.

La experiencia. Fui al final de la mañana. La casa está en el último portal impar de la citada Avenida, antes de una conocida plaza adornada de una elegante fuente cuya interpretación freudiana está muy clara cuando uno va donde va y echa un vistazo a los chorros mientras pulsa el timbre. La recepción por parte de la encargada bien sin mas. Yo iba a tiro hecho, así que no me organizaron la típica pasarela.
La habitación asignada estaba en la planta superior de las dos que componen el piso. Magnífica. Amplia, muy limpia, ventilada, cama grande y cómoda ‘sin música de colchon’ y en uno de los rincones una bañera hidromasaje amplia de forma triangular. Musica ambiente (aceptable) y/o monitor con las tan aburridas como ineficaces pelis porno (qué manía!).

Pagué a la encargada, Hay opción de hacerlo con tarjeta. No lo aconsejo; las ‘comisiones’ que cargan son abusivas

Y llegó Laura como una diosa, alta, con el pelo rubio recogido (que fue sabiamente suelto en un momento álgido de la expe), luciendo un cuello elegante, unas piernas larguísimas y, sobre todo, un pecho impresionante y armonioso con su perfil todo curvilíneo y mareante, todo ello embutido en un vestido negro ajustadísimo bajo el cual lucia un conjunto mortalmente sexy de encaje negro formado por sujetador, liguero y tanguita. Y comienzan los besos y el desprendimiento de la ropa, mas deprisa o mas despacio, según la ocasión y la temperatura. A Laura le gusta implicarse y también tiende a llevar la inciativa. Parece adivinar lo que quiero

No voy a detallar las posiciones, ritmos y demás equilibrios sincopados que todo el mundo conoce y Laura mas y mejor, siempre contando con sus grandes tetas increíbles que sabe lucir adecuadamente y proporcionar un ‘plus’ en cada postura.

Si diré que sus pechos son realmente los de las fotografías y que son totalmente naturales, sin haber pasado por la mano de cirujano plástico (salvo que lo tenga por cliente puteril). Uno se pierde en esos dos enormes y firmes depositos de placer rematados por grandes y gustosas aréolas y recubiertos –omo todo su cuerpo. Por una piel sedosa, cuidadísima, que es gustoso acariciar y también apretar contra el pecho propio.

También diré que su francés es con o sin según juzgue la higiene del cliente sobre la marcha. Yo tuve suerte y mi amiguito (que no adopta la posición de ‘firmes’ así como así) disfrutó como un enano que pasó a ser gigante en varias ocasiones a lo largo de la hora. Su chupeteo es armónico, cadencioso, casi musical entre la samba y el vals según el momento; se empeña, implicada al 100%, a sacar todo el partido placentero a ese lenguaje galo, hasta llevarte al cielo mediante una garganta profunda. El colmo es su placer en recibir la blanca lluvia sobre sus monumentales pechos.

Y el gran secreto del encanto de Laura, a pesar de los pesares, no es el pecho ni sus curvas ni su piel. Es su cara guapa, su mirada dulce y sus sus ojos de mar.

Laura es muy estricta con la higiene. A mi me ha pedido siempre compartir ducha y gel al comienzo y al final del tiempo acordado. Y se percibe lo que ella goza en la ducha, con una muy personal relación con el agua. La verdad es que entre los calores de esas fechas y los ardores del `trabajo’, y Laura en la ducha esperando, uno va de cabeza

La profesionalidad queda reflejada también en la puntualidad; en mi caso fue casi británica en ambas ocasiones, y sin embargo Laura no produce ninguna impresión de urgencia ni prisas.

Desconozco que esta chica practique restricciones con respecto a quien recibe y quién no.

La zona es buena; el portero es automático, en las veces que estuve nunca me crucé con nadie. Fácil aparcamiento y accesibilidad.