Os dejo el relato de mi encuentro con doña Lola
Nombre de guerra de la lumi: Lola
Nacionalidad: argentina
Forma de Contacto: A través de Whatsapp
Fecha aproximada: noviembre 2020
Lugar: Está por Ruzafa
Instalaciones: Finca discreta, al parecer es una finca donde hay estudiantes, habitación pequeña con baño y algo desordenada
Higiene: El baño no estaba muy limpio que digamos pero tampoco estaba sucio del todo.
Precio: 50€ estuve media hora larga, sin prisa
Edad: Pasa los 45 seguro
Cara: Cara de señora, nada extraño, tiene una cara normal de una señora cualquiera que va al supermercado.
Pelo: pelo largo medio rizado
Cuerpo: la mujer es grandota y gorda pero con un morbo increíble tiene unas tetas grandes y un culo aún más grande!
Pecho: buenas berzas, riquísimas y enormes
Culo: El culo es XXL, el típico culo de mujer que se sienta en el autobús y no te puedes sentar a su lado porque no cabes, pues ya os hacéis una idea.
Piercings y tattos: Tiene uno sobre el hombro.
De
fectos corporales: Defectos que se convierten en virtudes porque era lo que buscaba. Una señora grande, gorda y con cara de vecina que sale a tender la ropa en camisón.
Actitud: normal, charla educada y cordial, se portó bien.
Conversación: Normal, nada relevante.
Besos: No los busqué
Fuma: No noté olor, eso sí, la habitación olía mucho a incienso, me tuve que duchar al volver a casa.
Francés: francés sin preservativo, me la comió bien comida, la chupa bien además cogiéndote la polla con unas uñas muy cuidadas y pintadas, eso me gusta. Las uñas cortas y llenas de padrastros, en una mujer, no me va, soy muy fetichista en ese sentido.
Forniqueo: Lo mejor, tenerla a cuatro patas, tremendo culazo tiene la señora Lola.
Griego: no me interesa
Lo mejor: sus proporciones. Si te gustan las gordas, tetonas y culonas maduras esta es una buena opción.
Lo peor: No lo sé, no fue una experiencia de 10 pero tampoco estuvo tan mal.
¿Repetir?: mmm. Tal vez, pero cuando quiera más XXL
¿Recomendable?: Probablemente, aunque ya se sabe que esto es suerte. Quizás la pilles de mala hostia o que se porte bien como conmigo.
Valoración global de la experiencia: 8
Relato: Estoy en la calle, me dice el número, todo bien hasta que me encuentro con un montón de vecinos en la entrada de la finca, aunque bueno, esto de llevar mascarilla con lo del covid pues te camufla un poco más.
Subo, la veo, me gusta, me hace pasar, habitación con persiana bajada, radio de fondo, algo de desorden, le pago, me lavo, se quita la ropa...ya veo su enorme delantera y su culazo...
Se queda en camisón, masaje, hablamos.
Me giro, abro las piernas, se coloca en posición "vamos a tomar el sol" y entre mis piernas me coge la polla con sus dos manos y comienza a chupar como si se comiera un helado.
Después, la pongo a mi lado luego, me hace una paja mientras me como sus grandiosas tetas. Le ordeño las mamellas con mi boca, le chupo los pezones y entonces le digo que follemos.
Follamos a 4 patas y como soy flaquito pues veo que su culo es demasiado grande para mi. Vamos cambiando el ritmo y creo que ese es el momento que más disfruté, estoy a punto de correrme pero espera...Vamos a ver como es por delante doña Lola...
Acto 2, misionero y por supuesto, no podía abarcarla, era demasiado enorme, su barriga era como un flotador. Mientras le daba y abría aún más las piernas se chupaba una teta y yo le chupaba otra. Cabrían más cabezas entre sus tetazas.
Conclusión:
Follarla con el camisón era como follarme a la vecina que siempre sube en ascensor porque le pesa el culo. Para que os hagáis una idea, es como una señora de pueblo que va con el carro de la compra al mercadillo del pueblo y se para en una esquina a marujear.