Pues bien, animado por las fotos, allá que fui...
Recibe por Vallecas, en su casa. Un bajo humilde, con la camilla en el salón (que está directamente según entras) y una habitación pequeña en la que la puerta no se abre del todo porque da en la cama. En la cama una toalla de baño pequeña y, debajo, una colcha de usos múltiples.
La chica puede que fuera, hace tiempo, la de las fotos. Pero que nadie espere encontrársela, porque se llevará una decepción.
Brasileña, de piel un poco cetrina (como muchos brasileños) y bastante simpática. Rubia oxigenada, de bote. 170 de altura y más de 60 kilos de peso. Yo le calculo unos 30 y pocos años. Tiene celulitis en el culo (que en tiempos debió estar bien) y las tetas de tamaño aceptable pero ya algo caidas. Los pezones grandes y oscuros. Lo peor la tripa, caída y con estrias y fea cicatriz, probablemente de la cesárea.
Intenté no mirarla mucho para que no me diera el bajón. Al fin y al cabo son 50 pavos por 45 minutos con el final que quieras (80 por una hora) en pelotas.
Empezó el masaje boca abajo. Un buen masaje con acéite, la verdad, me sorprendió (parece ser que trabajó antes en un centro de masajes no eróticos).
Pies, piernas, culo, espalda, cuello, brazos, restriegue de tetas, tripa y piernas por mi espalda, culo y piernas. Y "date la vuelta".
Y me doy la vuelta.
Se acomoda sobre mis piernas, a la altura los huevos y se mete la polla en la boca. Directamente, sin masaje delantero ni nada.
Francés más que aceptable, bueno. Con la polla hasta el fondo, bien salivado y trabajado con la lengua, con comida de huevos.
Yo mientras, me concentro en no pensar en su cuerpo y no miro mucho para que no se me baje la erección. Le toco las tetas (bueno, una, la que me queda a tiro) y me dejo hacer.
Me come el culo, con preservativo en la lengua, me dice cosas acerca de que se va a quedar caliente y con ganas de follar (es una tía caliente, sin duda). Y también me dice que no me corra en su boca, que no le gusta.
Y poco más... que me la acabé yo mientras me comía los huevos y que no miró el reloj en ningún momento. Estuve algo más de una hora.
Zapatillas de multiples usos, toalla limpia (pero no del todo seca) y ducha limpia (aparentemente) pero estrechita (agua caliente de verdad, lo que agradecí pues hacía algo de frío, aunque tenía un buen calefactor en la habitación.
Me había cobrado por adelantado (a mí eso me importa bien poco, la verdad) así que nos despedimos con dos besos y hasta la
próxima (o sea: nunca).
Para alguien que le gusten los masajes, que sea poco exigente con el cuerpo de la chica y que quiera follar con una tía implicada, que le pille bien por el metro Miguel Hernandez y le gusten brasileiras (tengo la sensación de que follando tiene que ser una cachonda total y que se debe implicar bien), pues supongo que es recomendable. Pero que luego no me pidan responsabilidades por la recomendación...
Hala! Saludos. Ahí queda el I+D.