Este anuncio en Loquo me llevó a un I+D

Iba para conocer a una chica y terminé estando con dos. Experiencia peliaguda, cuando menos.

Nombre: Ana y X (no recuerdo)
Nacionalidad: Dice que española. Debe ser en los papeles porque es evidente que viene de fuera (quede claro que no me importa para nada).
Descripción y edad: ambas de estatura media, 1,60 m aproximadamente.
Ana es rubia teñida, delgadita, piel blanca y fina, mirada esquiva, algo de mili, buen pecho. Dice 24, pero son muchos más. Roza los 30.
X es morena natural, con lorzitas, piel mulata, ojos negros. Unos 25 años. Buen pecho, mayor que el de su compañera.
Lugar: Piso compartido por varias chicas en la calle de Alcalá 225 (Entre la Plaza de Manuel Becerra y la plaza de toros de Las Ventas, más cerca de la segunda).
Instalaciones: Piso viejo en muy buena zona. Poca luz, acondicionado regular, esquiva la antigüedad a duras penas. Baño a parte, limpieza bastante mejorable con poquito que se hiciera.
Tarifas: 100 euros 40 minutos con dos chicas.

Valoración del servicio: 4/10
Físico en general: 5/10
Frances: Ana es la única que feló. Con goma. Fue increiblemente breve y dentro de lo que cabe satisfactorio. Seguro que sabe hacerlo mejor.
Griego: No lo probé y no por falta de ganas. Lo explico en el relato.
Implicación general: 4/10

La experiencia
Llamo a Ana. Es simpática y tiene una voz fina y aguda, de esas de grititos que tanto ponen. Preguntas de rigor. Confirma todo lo que dice en su anuncio.

Llego al edificio y, para quienes os paséis por allí de noche, seguro que adivináis en qué piso están porque tienen cortinas rojas e iluminadas desde atrás. Recibe puntual. Me hace pasar al fondo. Habitación en tonos rojos lumeros, bien decorada. Gran espejo lateral. Cama recia. Negociamos el precio. Mi idea inicial es 70 una hora. La digo de estar una hora y media por 100. Me dice que son 120. Me planto en 100, que además es lo único que llevo en el bolsillo. Entonces me sugiere cuarenta minutos con su compañera por ese dinero. ¿Hum? No la he visto, pero vale, me pica el morbo y me doy por convencido.

Camino del baño me presenta su compañera, ya descrita. Ducha de rigor y entrada en acción. Primero los tres de pie. No me descalzo porque no me fío ni un pelo de la higiene de la moqueta roja de la habitación. Desde esos primeros momentos de contacto me doy cuenta de que una fiesta de los lunnis tendría más morbo.

Ana habla mucho y tiene poca acción. X ni siquiera habla, se nota que le falta experiencia (o ganas) y, aunque se acerca y se roza algo conmigo, en general se mantiene al margen. Por fortuna, que buenos pechos me rodean, pardiez. Ambas hacen por agradar, pero les falta soltura. Tumbo a X en la cama y le digo que la voy a lamer. Se ruboriza. Ana también se tumba. También les como la tetas a placer. ¡Qué cuatro, es lo mejor, sin duda! Cuando voy a cambiar la lamerle el coñito a Ana me pide que me limpie la boca y la lengua con una de esas asquerosas toallitas húmedas. Disfruta, pero no se deja comer con ganas, mantiene las piernas semicerradas y hace teatrillo. X se había mostrado más receptiva y eso que yo que pensaba que era la seca. Ana me dice que la folle, pero antes la doy a probar el palo en su boca. Comienza el baile de los preservativos de colores. Me coloca malamente una gomita azul. El francés es muy corto, con cierta intensidad. Se lo quita de la boca, me baja y se lo mete. Goza, lo expresa, pero lo más suelto que tiene es la lengua. Sigue parloteando. Miro y veo a las dos con los ojos cerrados.

Más tarde le toca el turno a X. Cambio de gomita. Ahora toca amarilla. Follamos en misionero. Le falta experiencia y, sobre todo, repertorio de movimientos. Penetración superficial. Le digo de ponerse encima. No mejora. Si no me muevo yo, aquello no se anima. Mientras, Ana, que sigue tumbada, continúa hablando y gimiendo sola. Me dicen de ir terminando. ¿Ya? Vaya morro, pienso, apenas han pasado 20 minutos. Cambio de nuevo porque con X veo que no me corro. Otra goma esta vez de color rojo y nos ponemos de ladito. Continúa el poco movimiento por su parte. La pongo boca abajo y la encalomo desde atrás para moverme a mis anchas. Mientras acaricio a X que sigue al lado. Agarrado con una mano a las caderas de Ana y otra en el pecho a X, me animo y logro salir de la crisis. La digo de correrme sobre su culito. Dicho y hecho. Gritos y gemidos por mi parte. X observa del espectáculo, más no exterioriza si le gusta o no. Parece un doctor con el paciente. Explosión final. Ahora sí, parece que X se ríe de nosotros. Lo que faltaba. Ana quiere quitarse los restos lo antes posible, da un salto y desaparece camino del baño.

¿Griego?, me preguntábais. ¡Qué tontería! Si casi no han dado tiempo ni para follar. X comienza a recoger la habitación. Miro la hora y han pasado 30 minutos. Me visto y no evito hacer algún comentario sobre la pasmosa rapidez del servicio que ellas ni siquiera se dignan en responder. Acojonante. Claro, saben que han hecho caja sin complicarse la vida.

Me retiro pensando en que no repetiré, ni siquiera con una de ellas a solas. Visto lo visto, probablemente estar sólo con una hubiera sido la opción más acertada, las primeras ideas siempre parecen ser las mejores.

Eso sí, imaginación para escribir su anuncio tiene un rato. Ojalá llegue a ello porque de ser cierto será la caña. Yo no lo veré.

Conclusión: Para hombres que quieran estar con dos chicas a un precio razonable, sí. Para hombres que busquen un gran dúplex, no.
(nota posterior: con el paso del tiempo he descubierto en este foro opciones mil veces mejores).

¿Recomendable? Vosotros mismos.

En este piso estuve yo hace unos meses. Conocí a Ana y a otra chica colombiana o venezolana muy morena y con un culo de impresión que aparecía en fotos con una falta de colegiala sobre una silla, no se si os suena. Me quedé con la morena del culazo. Acordé con ella un servicio completo con griego por 60€. La mamadilla normalita, y el griego muy normal también. Por cierto no tenían agua caliente y me tuve que lavar yo solito en el lavabo. En fín no repetiré.

Marco Palo, son las chicas de este anuncio con las que estuviste. Gracias.

[Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ]

Uno de los teléfonos del anuncio que enlazas coincide con los de mi experiencia y la zona también, así que me atrevería a afirmar que sí son "ellas". Lo que ocurre es que el piso no era particular, con lo cual pueden haber cambiado de chicas, como así parece.



En su momento estuve con una rubia teñida y una morena. De ser alguna de las rubias que se ven en las fotos del anuncio actual, sería la del conjunto rosita o la que lleva el vestido corto, pero... ¡Cómo pueden cambiar algunas según qué fotógrafo! Porque en la foto parece cualquier otra cosa.

Por lo demás, su cara era de rasgos latinoamericanos aunque afirmó que era española (no mentía, sería nacionalizada o hija de españoles residentes en América). Fijénse que no hago adjetivación de ningún tipo, es el dato puro y duro.

Un saludo

Gracias Marco Palo.
Un saludo.