Estando de visita en Madrid me llama la atención, que ademas de papelitos del tipo "compro oro", me parece ver que en los parabrisas tambien hay tarjetas de lumis. Disimulando, cojo una y confirmo que asi es. No sé si asombrado o sorprendido, me escondo un poco y llamo. Me responde la tal rosa y con algo de acento latino, me dice que esta libre, que puedo pasar a verla y comerla de postre
Acepto y le pido la dirección, me encamino hacía allí y en menos de 5 minutos llego. Me abre y es la chica de la foto, solo que un poco más llenita, lo justo para tener un buen par de peras y un culo que me volvió loco.
Me besa dulce y sensualmente, me dejo hacer y me pide los 50 pavos. Se los doy, los guarda y vuelve a besarme, hasta que mi soldado se pone firme y pasamos al baño. De vuelta, seguimos con besos más apasionados y magreos.
Se sienta en la cama y comienza un francés delicioso, mientras disfruto de sus pechos. Después de un rato, la indico que se tumbe y bajo al pilón. Cuando se estremece, continúo un poco más hasta que le pido follar. Tiene un chocho muy rico, jugoso y esponjoso, que me encanta. Disfruto follándolo y cuando me folla, cosa que no siempre ocurre.
Vamos cambiando de posturas hasta que estoy a punto de explotar, se lo digo y me pide echarlo en sus pechos con un poco de cubana. Bastan unas pocas sacudidas para correrme como un bendito y en abundancia. Se sorprende y me pregunta si llevaba tiempo sin eyacular, y le digo que no mucho (un par de días, no más)
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Me ofrece una ducha, que acepto aunque no consigo que sea conjunta, vuelvo al cuarto, me visto y me vuelve a besar. Me acompaña a la puerta donde me besa de nuevo y nos despedimos
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56 minutos de reloj desde que llame para que me abriera hasta que salí por la puerta.