Son dos maduras que comparten teléfono, una que se anuncia como argentina de 53 años y otra que pone abuela de 69 años. Creo que la que me contestó por teléfono no era ninguna de las dos sino una telefonista. Ambas cobran lo mismo (20 minutos 40, media hora 50) y hacen los mismos servicios (francés natural, posturas, masaje, etc.). Están en un piso en la calle Cid, cerca de la cafetería Picos de Europa.
Al final me decidí a probar con la abuela, por curiosidad.
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La foto tiene pinta de falsa, sacada de algún vídeo de internet probablemente, pero no desentona demasiado, es así delgada (la argentina es rellenita). Me decidí por 20 minutos de francés y folleteo a perrito. Sinceramente, por ese precio es cara, pero tenía curiosidad porque no había ninguna de 60 y tantos anunciada en Cantabria aparte de ella. La verdad, me la chupó regular, aunque le puso ganas. Luego un buen rato de folleteo solo a perrito y descargué. Hizo mucho teatro con los gemidos. Y eso fue todo. Luego duchita y adiós.
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