Tras unos minutos de jugueteos, manoseos y besos. Jessi se había sacado el corpiño y yo la ayudé con las braguitas. Me ofreció su lengua y pasamos a jugar con su piercing lingual. Yo estimulé sus pezones mientras acariciaba su suave sexo. Me invitó a tumbarme en la cama y ella me estimuló los pezones y acabó en mi entrepierna, primero chupándome los testículos, luego recorriendo arriba y abajo el tronco del pene, usando con maestría otra vez su piercing, dando pequeños golpecitos con su lengua a lo largo de todo mi miembro para finalizar metiéndosela en la boca, de forma profunda, húmeda y rítmica. A mitad del francés paró para beber agua y así el trabajo oral saliera mejor y más húmedo. No es de las que saliva en exceso; el contraste de su boca fresca tras beber agua con mi pene fue excitante y algo de agua que quedaba en su boca chorreo por mi pene empapando mis huevos y mi entrepierna.
Cuando fue mi turno se tumbó y abrió las piernas. Jessi tiene el clítoris pequeño pero muy accesible, sus finos y prominentes labios me excitaban y me esmeré en proporcionarle una buena comida de coño, en su ejecución me ayudé por momentos con un dedo en su punto G. Su sexo se mojó progresivamente, que no de inmediato. Jessi cerraba los ojos, suspiraba y daba gemidos suaves de tanto en cuando me pedía que continuara. Con mi boca y labios empapados por su humedad nos morreamos de nuevo y Jessi volvió a dedicarse a mi sexo con su boca.
Llegó el momento de ensamblarnos, me puso un condón, sin lubricante me montó primero suavemente y luego enérgicamente, durante un buen tiempo y con cambios de ritmo pareció excitarse. Luego a cuatro primero paralelos al espejo y luego de frente yo de pie al borde de la cama y ella arrodillada en ella, me pedía que le diese fuerte que le gustaba sentirla bien dentro en esa posición. Tras una innumerables embestidas le pedí que se tumbara nuevamente boca arriba al borde de la cama y me dedique a comerle nuevamente su coñito suave y húmedo y así recuperarme del esfurzo. Luego tiempo de ponerme encima, ella con las piernas bien levantadas bombeé un buen rato hasta correrme mientras ella me miraba sonriente y dándome pequeños azotes en mi culo y acercándose a mi y beándome tiernamente, acabé exhausto y sudoroso.

Mientras nos relajábamos un poco y recuperábamos el aliento, ella bebiendo agua y yo una cerveza que amablemente me ofreció al principio charlamos un buen rato, una conversación bastante interesante e inteligente por su parte. Duchita charla mientras nos vestíamos y "pal" hotel.

Tal vez, no sea la chica con más experiencia con la que he estado en la cama, pero sabe como explotar sus armas, belleza, dulzura, picardía. Te hace sentir cómodo y no es una chica que se comporta más como una novia que como una devoradora que sobreactúa en ciertos momentos.

El problema viene cuando sales del piso, y piensas... que? la llamo y vuelvo a subir? Pero después te acuerdas de que tienes obligaciones y poco dinero y te rajas.

Valoración: implicación un 9. Te hace creer que está contigo porque le gustas, y eso a mi me puede

Lo mejor/lo peor: Lo mejor ella: su cuerpo y cómo es. Lo peor, la crisis y no poder verla más a menudo, voy 3 o 4 veces al año a Barcelona pero ya tiene un lugar destacado en mi lumiagenda viajera. Repetiré seguro la próxima vez que vaya por Barna. Por cierto dice que siente debilidad por los madrileños.