No he encontrado referencias a esta chica en los foros, y no me extraña porque acaba de empezar en este mundillo de los masajes con final feliz.
Describo a Karina:
NOMBRE: Karina
TELEFONO: 602459312
DIRECCION: zona Manuel Becerra
NACIONALIDAD: Española
EDAD: 23-25
FECHA DE LA EXPE: hace unos días
TARIFAS APLICADAS: 1 hora en tatami masaje cuerpo a cuerpo con relax manual: 50€; con francés con: 60€; completo: 70€
TIEMPO QUE DURÓ EL SERVICIO: 70 mins
DESCRIPCIÓN FÍSICA: 1’60, bien rellenita, tetas grandes y naturales, piel blanca, cabello pelirojo, ojos verdes, dientes blanquísimos..
FUMA: Sí, me lo dijo ella, pero no se lo noté.
AMBIENTACIÓN: correcta
INSTALACIONES: sencilla pero todo limpio. Proporciona toallas y sandalias de goma (no desechables, así que multiuso supongo)
TATUAJES: Sí, cuatro: hombros, pie, espalda
BESA EN LOS LABIOS: Piquitos
FRANCES: si pero con.
GRIEGO: no se lo pregunté
IMPLICACIÓN: Para mi buena, aunque yo creo que siempre depende del feeling que tengas con
CHICA RECOMENDABLE?: Como masajista no. Como follaamiga, sí.
EXPERIENCIA: encontré un anuncio de otra chica -Carmen- a la que llamé pero estaba ocupada a la hora que me venía bien. Me dijo que en la casa había dos chicas más. Pedí me las describiera. Michelle, alta, delgada y rubia y Karina, bajita, rellenita y peliroja. Como prefiero las altas a las bajas y las delgadas a las gordas, reservé con Michele.
Me presento a la hora fijada y me recibe Carmen, una chica alta (calculo 1'70 y no llevaba tacones), pelo castaño recogido, enfundada en una bata blanca de masajista. De cara normal, ni guapa ni fea. Me conduce a una habitación y antes de sellar el encuentro le solicito conocer a sus compañeras.
Asoma la cabeza primero Karina, y su rostro me parece atractivo: cabello pelirojo, ojos verdes, cara redondeada y bonita sonrisa. Cuando asoma su cuerpo, ya me gusta menos, porque aunque viste una camisola, se nota que está rolliza.
Después pasa Michelle, quien responde a la descripción que me dio Carmen, pero su rostro no me hizo tilín, así que sin dudarlo, cuando regresa Carmen le digo que me quedo con Karina.
La habitación es la de las fotos, así que no la describo. Regresa Karina y me ofrece ducha, que acepto por costumbre. El baño está afuera y es amplio y limpio.
Regreso a la habitación acompañado por Karina y me tumbo mientras ella sale a limpiar el baño. Han apagado la luz blanca y solo queda encendida la luz roja de la mesilla. Vuelve Karina y se quita la camisola. Debajo lleva sujetador pero no braguita. Se quita el sujetador quedándose totalmente desnuda. Está rolliza toda ella, piernas, brazos, abdomen y tiene unas tetas súper apeteccbles. La noto un poco turbada, tímida y es que luego me dirá que lleva en el negocio solo un mes y medio. De masajes no tiene experiencia (ni idea), pero ganas le pone.
Es conversadora si tú quieres. De trato agradable, tiene una voz dulce, con lo que me pasé la primera media hora conversando. Cuando llegó el turno de que sus tetas sustituyeran a sus manos, me relajé y dejé de hablar.
Al rato me doy la vuelta siguiendo sus instrucciones y comienza a acariciarme el pene, con suavidad. Ahora que la puedo mirar de frente puedo afirmar que su cuerpo no me pone, pero su rostro me encanta. Ese pelo lacio cayendo sobre sus hombros, esos ojos verdes y grandes, y esa sonrisa profident me ponen un montón. Karina nunca ha ejercido de lumi, así que no tiene esa picardía que da la experiencia. Creo que entre nosotros hubo feeling y se comportó como una novia. Se dejó acariciar, besar los pechos y no se opuso a que le praticara un cunnilingus. Según ella, se corrió dos veces. Aunque yo me sentía muy excitado y con buena erección, no me corría, así que le pedí un francés. Me puso un preservativo, no sin cierta dificultad y se la metió en la boca. A pesar de sus esfuerzos para que me corriera, no me venía, así que le pedía un completo como último recurso. Se montó sobre mí, luego yo sobre ella, luego a cuatro patas, pero nada de nada. Que aunque estaba bien empalmado (como el duque), no me corría. No es la primera vez que me ocurre que salgo del masaje sin haberme corrido. Bueno, pues ya se nos había pasado la hora y yo tenía prisa, así que me pegué una duchita, me despedí de ella y me marché con la idea de VOLVER. Sí, porque aunque el masaje no valió la pena, aunque no me corrí, disfruté.
Y Karina, que está en este negocio porque no hay trabajo, se lo curró.
Un saludo a todos.
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