Foro Spalumi de información y opiniones sobre acompañantes

De hace meses, aunque lo cuento ahora porque me gusta dejar pasar tiempo.

Su anuncio no especifica qué tipo de masajes da, pero aún con esa incertidumbre llamé y me informó por teléfono del precio de 40 euros la hora, sin especificar servicios. Sin preguntar yo por detalles adicionales me dirijo a su casa situada cerca del Metro de Usera a ver qué me depara el destino.

Me recibe muy amable en un pequeño piso, con apariencia de haber sido renovado hace poco, muy limpio él, muy limpia ella, y me pide limpieza a mi, así que para el baño antes de nada. No hay camilla, solo tatami. Está vestida con ropa cómoda, no especialmente elegante, ni sexy: comoda y limpia. No es muy guapa ni tiene un gran cuerpo; en realidad es bajita, pero tampoco está descuidada. Es una mujer discreta de unos 50 o 60 años y muy agradable en el trato.

No pongo foto a cara descubierta porque después de los últimos cambios legales sobre protección de datos puede ser un problema para mi y sobre todo para el foro.

Me tumbo boca abajo y se acerca mucho para decirme como colocar la almohada debajo, como colocarme yo, como creando un ambiente pero sin ser explícita. Ya en posición empieza a acariciarme unos segundos y empieza con un masaje en las piernas. No parece malo, aplica algo de fuerza, usa mucho los codos y antebrazos, y era bastante agradable.

No hace como algunas que se tiran media hora con los gemelos para gastar tiempo, sino que sube pronto a muslos y glúteos pero sin tocar mis genitales directamente, aunque algún roce cerca se escapaba, pero no muy explícito. Me gusta más así, que la temperatura vaya aumentando gradualmente sin ir a saco.

No habla si no das pie a ello, así que si quieres estar tranquilo y relajado lo estás, y si quieres charleta te la da (en mi caso hubo fases para las dos opciones)

El masaje en hombros y espalda también me gustó y no tardó demasiado en pedirme darme la vuelta. Os imaginaréis que yo ya estaba totalmente empalmado, pero el masaje continuaba por mis piernas, pecho y estómago, con algún roce accidental en donde ya sabéis. Yo estaba disfrutando muchísimo porque es el tipo de masaje que me gusta, donde el ambiente se caldea poco a poco sin brusquedades ni una palabra más alta que otra... viendo como se acerca el momento pero que no acaba de llegar.

Pero el momento llega, y con mucha suavidad y lentamente empieza a acariciarme el pene, sin descuidar de vez en cuando testículos y algún otro recorrido por los alrededores manteniendo una suave y lenta aceleración de los acontecimientos. Y el final ya lo sabéis.

Ha sido uno de los mejores masajes con paja que me han dado últimamente. Nada de tocarla a ella (ni lo sugirió ni lo pedí), así que ni mucho menos sexo oral o penetración. Pero lo disfruté un montón, por un precio competitivo y con un trato bastante amable y cercano. No se me ocurre ningún punto negativo a no ser que busquéis una chica joven, guapa o con cuerpazo.