Yo, normalmente, prefiero la juventud y la frescura pero debo decir que he tenido algunas experiencias con maduritas (con su toque friky incluido), y a las que he acudido sin demasiadas expectativas, que han sido tremendamente eróticas y satisfactorias. A veces el físico, no lo es todo, y más en esto de los masajes.
Dicho lo cual diré que con esta mujer la historia fue para olvidar. Fue un arrebato del momento (que como a veces salen bien, uno sigue intentando) y para resumir y no aburrir, se puede concretar en:
-Masaje penoso (una cosa es que sea suave como ella misma me advirtió y otra que no pase de deslizar la yema de los dedos por el cuerpo).
-El resto sin interés. Pasividad absoluta.
Ya sabéis, amantes de los masajes, no os dejéis engañar.
Saludos
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