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Virtual y las lumis... un día de lujuria desenfrenada


Estimados compañeros, lamento tremendamente no poder colaborar con experiencias con Lumis. No sé si es que soy raro... pero es que no se me dan... ni bien ni mal... no se me dan...

Para compensar, ya que se supone que estoy escribiendo en un foro de lumis, y además poder argumentar lo anterior pues os voy a contar lo que me ocurrió ayer mismo. Pero es la historia de mi vida... con lumis.

Veréis, la pasión con amor está muy bien... es cojonudo hacer el amor. Es lo mejor. Una relación plena llena de ternura y cariño y todo eso... Pero ayer no... ayer quería follar. No quería hacer el amor... quería follar. ¿Nunca os a pasado?. Solo sexo. Sin complicaciones, sin sentimientos. FOLLAR como un animal. Por placer. Darme un homenaje de lujuria salvaje. Sin contemplaciones. Sin falso puritanismo. A lo bestia. Dejándote llevar por el placer e incluso por el egoísmo. Sin contemplaciones... sin limitaciones... sin inhibiciones...

PRIMERA PARTE: LA PAREJA

Bueno, es lo que primero tienes a mano... ya sé, ya sé, en este caso no es lo ideal... pero... pero... es lo que hay.

En fin, que pienso la estrategia más adecuada y comienza la trama. Esa mañana preparo el desayuno. Hago tostadas e incluso exprimo un gran vaso de zumo de naranja. Se lo llevo a la cama. Estoy muy amable. A todo digo: “sí cariño”. Hasta la escucho cuando habla. Ese día la invito a comer fuera, en ese sitio especial que a ella le gusta. Me visto con la ropa que sé que a ella la agrada. Regalo de ramo de rosas. Bueno... para que seguir. Ya sabéis muy bien a que me refiero. A esto sumáis que yo en mi caso, jamás preparo el desayuno, jamás exprimo naranjas, jamás digo “si cariño”, jamás la escucho, jamás la llevo al sitio que sé que la gusta, jamás regalo flores... pues eso. Debería derretirse ¿no?. Pues... bueno, pues parece que sí. Continúo. Vuelta a casa, saco del bolsillo una caja de aspirinas. Me mira con cara extrañada. Digo “cariño, tus pastillas, para el dolor de cabeza”. A lo que ella contesta “pero... si no me duele la cabeza”. Esta es la mía, ahora no tiene salida. A follar como loco. Pero... pero... mierda!!!. Me dice... estoy con la regla, y como un río. Lo siento, no me apetece. No puede ser. Y yo: “pero... pero... si a mi no me impor... pero... pero...”. Y ahí estoy yo. Con una cara de gilipollas que no me puedo tener. ¡Seré gilipollas!. Tanta energía desperdiciada... tantas esperanzas frustradas... maldita suerte... o solo es que soy un gilipollas... sin remedio.


SEGUNDA PARTE: MASTURBACION

Pues nada. Se marcha a casa de su madre. Y yo allí. Con el rabo entre las piernas y con esas ganas de follar...
Me enciendo la tele. No puedo evitarlo. Me pongo una peli porno. Joder, me la sé de memoria. Otra. También. Joder, tías nuevas. Necesito tías nuevas. Se supone que esto es un polvo salvaje. Diferente. Vale. Me pongo Canal Satélite Digital. Taquilla x. Zaping. Taquilla xx. Zaping Taquilla xy... mierda!!!!... ¿taquilla xy?, la de gays. Joder, me corta todo el rollo. Mierda, mierda, mierda. Y ahí estoy yo. Con una cara de gilipollas que no me puedo tener. ¡Seré gilipollas!. Tanta energía desperdiciada... tantas esperanzas frustradas... maldita suerte... o solo es que soy un gilipollas... sin remedio.

Vale, vale. Me apago la tele. Una paja memorable. Con la boca. Yo con mi boca. Un amigo mío dice que lo hace. Solo requiere un poco de práctica... y flexibilidad. A ver. Con esta postura... imposible. Con esta... no llego. Con esta... menos... y así... hasta que... ¡crasssssss!. Joder, mi puta hernia de disco. Joder... como duele. Y no me puedo mover... como venga alguien a casa y me vea en esta postura, con el pito colgando, a 10 ctms de mi boca... joder... como duele... Y ahí estoy yo. Con una cara de gilipollas que no me puedo tener. ¡Seré gilipollas!. Tanta energía desperdiciada... tantas esperanzas frustradas... maldita suerte... o solo es que soy un gilipollas... sin remedio.


TERCERA PARTE: LUMIS CALLEJERAS

Pues nada. Me repongo poco a poco. No estoy dispuesto a quedarme sin el homenaje. No renuncio, no. Se me ocurre probar aquel morbo que dan las lumis callejeras. Pues nada. Cojo el coche con decisión. Voy a estrenarme con las lumis de la casa de campo. Con dos cojones... y un palito. Llego. Me doy una vuelta. Me pierdo. Mierda. Me encuentro. Sigo dando vueltas. Rotondas. Esa. Esa... esa me gusta. Me paso. No puedo dar la vuelta. Cuando llego... ya no está!. Mierda. Paro. Se me acerca otra. No me atrevo a mirarla el cuerpo. Solo la cara. Que va a pensar de mí si la miro de arriba abajo!. Dios mío! ¿cómo soy tan gilipollas?. Es algo mayor. Pero está bien. Mira a otro coche que pasa y la dice cosas. Aprovecho. Miro de refilón. Sí. Está muy bien. Botas blancas altas. Medias negras. Ligueros. Tanguita negro a juego. Sujetador. Ostiaaaaa putaaaa, que melones!!!!. Dientes muy blancos. Negra. Es negra. Vale. Más morbo. Sí. Buen cuerpo en general. Me mira. Cierra su abrigo. Ríe. Me habla. Ni Dios que la entienda. ¿Qué coño dice?. Ya. Cecenta eudos. Cecenta eudos todo. Treinta chupá. Cecenta chupá y follá. El resto... ni idea. Vale. No voy a poder conversar con ella. Pero bueno. Esto es un polvo salvaje. Al ataquerrrrrr. Sube. ¿Adónde?. No la entiendo. Menos mal que señala. Es un aparcamiento. Vale. Ya estoy ahí. Rápidamente me desabrocha. A traición. Sin darme tiempo a parar el motor, me la saca. Y comienza a chupar. Miro por la ventanilla. Aparece un padre con sus dos hijitas con uniforme escolar. Ostia!. Se acercan mucho al coche... y miran. No... joder... no... entonces la digo a la lumi que no puedo. Así no puedo. Que me lleve a otro sitio más alejado. Que es de día aún, joder. No me entiende. Se mosquea. Me exige su dinero. Coño, su dinero. Solo entiendo joputa, jodé, ladlón... Yo me muero de odio. Tranqui tía, que las niñas se acercan y miran más mientras que el padre las llama sin éxito. Vale. Saco la cartera y la arreo un billete de 500 euros. No tengo cambio. Mierdaaaa. La tía se pone como loca. Me besa la cara por todos los lados. Me la quito de encima como puedo. Voy a pedirla el cambio. Empieza a llorar. Sus dos hijos no tienen que comer... allí en su tierra. ¿Qué tierra, de donde eres?. Su marido en la cárcel, drogadicto, alcohólico, con sida... –bueno todo esto, es parte de mi imaginación porque era imposible de entender, pero creo que dijera cosas así-. Bien. No hay problema. Me has conmovido. Vete. Y gracias. Puf!!!. El dinero solo es dinero. No importa. Yo venía pasarlo bien. No un trago. Vale. Pues me voy. Mejor me voy con una escort. Después de la experiencia. Ahora es cuando veo que se acerca un tío con malas pintas a la lumi que termina de apearse de mi coche. La pega. Coño!!!, la está pegando!!!. La pega fuerte. Salgo del coche –sin pensar, os lo juro-. Me encaro. Le veo en la mano los 500 euros. Me encaro más. Me pregunta. ¿Tu policía?. “No”, contesto. “Yo, gilipollas”, le digo. Y él: ¿tú querer chulear a chica?, yo chuleo, tu no chuleas aquí. Entonces es cuando saca la navaja. Ahí es cuando me acojono. Pero, ¿dónde va?. No va a por mí. Pufff. Pero... que coño hace. Se dirige al coche. Y... me raja una rueda. Me raja otra rueda... !!!, salgo corriendo a por él... y se pira. Mierrrrrrrrdaaaaaaaaaa!!!

La lumi ya no está. Llamo a Club Repsol, ayuda en carretera. Después de una hora de ser el descojone de las lumis que se asoman por doquier señalándome... se presenta una grúa.. el tío se descojona sin preguntar. Y ahí estoy yo. Con una cara de gilipollas que no me puedo tener. ¡Seré gilipollas!. Tanta energía desperdiciada... tantas esperanzas frustradas... maldita suerte... o solo es que soy un gilipollas... sin remedio.


CUARTA PARTE: LA CASA DE PUTAS

QUINTA PARTE: EL CLUB

SEXTA PARTE: ESCORT

SEPTIMA PARTE: PSEUDO-LUMI

Bueno, ya que el ladrillo es más que importante y que además no tengo más tiempo, dejo los títulos de las siguientes “experiencias” por dos motivos, uno y principal, que no se me olvide lo que quiero contar, dos, por si a alguien le interesa la continuación que sepa lo que se va a encontrar... y pueda huir a tiempo.

Amenaza:

Continuará... si no lo remedias de alguna manera... (baneo quizás?)



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