--------> Experiencia copiada de "sociedad puteril"
Si alguno habeis pensado en ir a ver a esta colega, no tireis el dinero, mejor que os deis una paja.
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Aunque no lo parece, es la misma, una bulgara, o al menos eso me dijo, y seguro que aparece con otros nombres y otros teléfonos pues encima de la mesa tenía al menos cinco o seis teléfonos móviles. También tenía tres o cuatro barritas de incienso encendidas, ¡vamos!, una visita super discreta, sales de allí con un pestazo...
Yo no he visto otra cosa igual, para empezar, a mi me recibión con ropa de andar por casa normal y corriente, un pantalón corto y una camiseta, pero con bastante suciedad encima, las bragas ni las vi porque se las quitó al mismo tiempo que los pantalones. Vaya, de lo más sexy que os podais imaginar. A mi que se me empina con una facilidad pasmosa, vamos que no había forma. Rápido a lo suyo, ponte el globo y a chupar... ¡¡eeehhh!!, quieta, calientame un poquito antes, ¿noooo? unas caricias o algo... bueno sus caricias... ¡¡¡que arte, Dios, que arte!!!, así que, a cambiar de tercio, ¡¡aaaaa follar!!!, a los diez segundos para y dice, vamos a cambiar a cuatro patas, bueno, vale, ayá vamos. La muy zorra, ni fingía siquiera una pizca de placer, le molestaba que le tocara los pezones, de besos, ni hablar, en fin, como si me hubiera dado una paja; y por si acaso alguien lo piensa, no soy ningún viejo asqueroso y sucio con el que de asco estar, que todavía a mis cuarenta y pocos que no aparento estoy de buen ver y muy aseado.