Nacionalidad: sudamericana, no puedo concretar mas.
Forma de Contacto: 600276282
Hilo profesionales: creo que no tiene
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Fecha aproximada: hace tiempo
Lugar: su piso
Instalaciones: correctas, un bajo con una habitación y cuarto de baño. Suficiente para los menesteres que nos ocupan. Quizá barrer mas a menudo sería recomendable.
Higiene: Correcta por ambas partes.
Precio: 150 € una hora, ver anuncio.
Edad: es joven pero no sabría precisar.
Cara: se nota de donde viene, aunque es atractiva.
Pelo: una generosa melena morena.
Cuerpo: bastante femenino.
Pecho: lógicamente operado, no son dos piedras. Buen cirujano.
Culo: grande sin ser enorme. No está blandengue.
Piercings y tattos: no sabría decir.
Defectos corporales: nada que yo viera.
Actitud: le pedí por whatsapp que fuera pasiva y creo que la pasividad se le fue un poco de las manos... Lo explico en el relato.
Conversación: la justa.
Besos: sin lengua, no sé si porque no lo hace o porque no le gusta.
Fuma: diría que no.
Francés: profundo, tragasables, aunque sin demasiada saliva.
Forniqueo: como dije antes, pedí que fuera pasiva...
Griego: sin límites.
Lo mejor: la puedes follar a tope sin rechistar ni media palabra.
Lo peor: quizá demasiada pasividad.
¿Repetir? En principio no
¿Recomendable? Si te gustan las trannys es muy femenina.
Valoración global de la experiencia: 6 (lo explico)
Relato:
Andábame yo una tarde de invierno por los Madriles con ganas de probar una transexual ya que nunca había tenido el placer.
Contacto previo por la mañana con ella para ver si está disponible, y a su respuesta afirmativa me adecento y parto raudo y veloz para nuevos ministerios.
Aviso de mi llegada y me abre la puerta sin mas dilación.
Detrás me encuentro una mujer alrededor del 1.75 de estatura a lo que hay que añadir unos generosos tacones, que por cierto, no se quita en ningún momento.
Dos besos de rigor y me invita a desnudarme, lo que hago sin miramientos, para después pasar a la habitación.
Entre picos rozamos sables y la verdad que me voy poniendo a tono, ella se pone de rodillas sobre la cama y comienza un francés tan profundo como efímero. Tampoco me preocupa pues es mi primera vez con una chica de estás características y la verdad he venido a probar el griego.
Ella misma sin yo decirle nada deja de chupar y empieza a restregarse con mi polla hasta que se acerca peligrosamente a la penetración. En ese momento, en un alarde de mente fría le pido preservativo y para dentro. La primera enculada cuesta un poco pero una vez abierta la puerta entra sin ningún esfuerzo.
Después de unas cuantas embestidas me termino corriendo mas producto del calentón que tengo yo encima que por la propia situación.
Me ducho, recojo mis cuchillos y abandono las cocinas.
Salgo con 150 euros menos en el bolsillo, pero... ¿Decepcionado? En parte si, en parte no. Mi estreno con una transexual no ha sido por todo lo alto, pues creo que el papel de pasiva fue excesivo. Pero al fin y al cabo es la primera vez que me dejan hacer griego sin ninguna pega (la mayoría me dice que es demasiado grande, pero creo que son excusas baratas).
Juzgad vosotros pecadores.
Un saludo.
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