Asiáticas 665155555

[Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ]

Nombre de guerra: Lisa
Nacionalidad: China
Forma de Contacto: 665155555
Fecha aproximada: Primeros de junio
Lugar: C/ Carmelo, XX
Instalaciones: El piso estaba limpio y es amplio.
Higiene: Correcta
Precio: 50€ 30 min. y 80€ la hora
Edad: Me dijo 26, aunque yo creo que andaría por la treintena.
Cara: Ni guapa ni fea, diría que es agradable.
Pelo: Negro, largo y liso.
Cuerpo: Sin curvas, era recto.
Pecho: Casi inexistente
Culo:Carpeta, en el modelo chino.
Piercings y tattos:Un tatuaje en el tobillo derecho.
Defectos corporales: Creo que ninguno.
Actitud: Nula, no colaboraba en nada.
Conversación: Inexistente prácticamente dado que no hablaba casi castellano.
Besos:Nada, te hace la cobra cuando intentas darle uno.
Fuma: No me pareció
Francés: De pena, lo hace sin pero está dos minutos chupando, no quita la mano y a penas se mete la punta en la boca.
Forniqueo: Muy flojo, no hace por agradar ni porque disfrutes.
Griego: No
Lo mejor: Diría que nada
Lo peor: Todo
¿Repetir? No
¿Recomendable? Para nada
Valoración global de la experiencia: 2 sobre 10.

Relato:
Visita a la capital y decidido a probar una oriental y, dado que no había comentarios sobre este piso (o yo no los he visto), decido hacer un I+D. Llamo por teléfono y me dice que son 3 chicas que están en la calle Carmelo y que reciben 24 horas con los precios arriba indicados. Cuando llego a la casa llamo al portero (ya que te dan el piso y la puerta por teléfono) y sólo hay dos chicas en la casa (imagino que estarían las dos en el piso) porque la otra se encontraba ocupada.
Me viene Lisa y con el vestido que llevaba parecía otra cosa y al quitárselo veo el percal pero ya había contratado una hora y tiré para adelante.
Vamos al lavabo, nos lavamos los dos y vamos a la habitación. Empiezo intentado darle un beso y sólo obtengo un pico. Rápido me dice que vayamos a la cama para empezar el francés. Hasta aquí más o menos bien iba la cosa. Cuando me tumbo me realiza el francés más pobre que me han hecho nunca, a penas se la metió dos veces o tres en la boca y ya me dice de follar. Intento insistir que siga pero me dice que luego otro rato. Empezamos a 4 patas y muy flojo. Paso a ponerme yo encima y ahí ya viene el desastre: se deja las manos en las tetas, a penas me deja tocarlas y ni me mira, intentaba buscar la cara y la giraba para el otro lado. Además tenía mala cara, como si no quisiera estar ahí y estaba intentando que pasara el tiempo lo más rápido posible y hacía gestos de incomodidad. Luego se pone ella arriba y no dura ni un minuto que le dolía las piernas. En fin, vuelvo a ponerme yo encima, acabo como buenamente puedo y como quedaba tiempo me da un masaje que a penas pasaba un poco las manos por la espalda y ya, visto lo visto, decidí marcharme para nunca volver.