Media tarde, fin de mes y hasta los mismísimos del trabajo. Algo me empieza a rondar la cabeza.
"Venga Rafa que sí, que tienes razón, que te mereces relajarte de tanto estrés. Vamos a ver si cuela otra vez".
Pom, pom, pom.
-Perdone Jefe me tengo que ir, que me acaba de poner un guasap mi madre porque se ha muerto otra vez.........
-Menuda racha llevas desde el divorcio ¿Eh? Tú mismo chaval, te voy a descontar de la nómina esta y las seis anteriores.
“Coño, no ha colado. En fin, todo sea por una buena causa”. Era una buena causa, creerme. Llevaba una semana y un día muy complicado y tenía estrés para dar y tomar. Salgo a la calle móvil en mano para preguntar a Santo Google. Buscar: masaje anti estrés Madrid. Y directamente dedo al primer resultado, llamar a teléfono.
Tuuu, tuuu:
-Buenas tardes, clínica no seque, que desea?
-Sí, hola. Una pregunta por favor. ¿Los masajes los dan en tanga? Es que yo quería..........
-OIGA, ¿VD. QUE SE HA CREÍDO? Váyase a tomar por.............
“Coño, ¿dónde habré llamado?”, abro el navegador, pincho y me sale la foto de un tío con bigote y bata blanca.
“Joder que fallo. Por no acotar bien la búsqueda”.
Vuelta al Google, buscar: Madrid final masaje tetas tacones francés sola tanga feliz recibo.
Primer enlace: "Pascuala, hago de to".
“Anda mira que bien, como el carreful”. Para que buscar más ¿no?, Ni mirar el anuncio, lo primero llamar a ver si te lo cogen, porque a veces ya sabéis que la cosa está durilla para conseguir línea.
Tuuu, tuuu, tuuu, tuuu, tuuu.
Ni flores, como era de esperar. Pero a veces, será que se alineó la luna con algún planeta, la fortuna se pone de tu lado. 30 segundos más tarde, sin darme tiempo a mirar el segundo enlace.
Ring, ring. Pascuala llamando.
-¿Hola?
- Hola, soy Pascuala y tengo una llamada tuya, ¿Que deseas?
-Mira es que he visto tu teléfono en Internet y te quería preguntar ¿Cuál es tu trabajo?
-Ganchillo y macramé, no te jode.
-Perdón, perdón. Yo quería saber cuál es el menú del día.
-Ahhh, eso. Pues mira, apunta. Mariscada completa, arroz con bogavante, mer....
-Para, para hermosa. Mírate la carta por abajo anda. ¿Te queda pescadilla a la romana?
-Jo que ruin, si me queda, sí. ¿A qué hora te la preparo?
Bueno, cerramos la hora y ya me da la dirección, un lumibloque. Mmmmmm, justo pero llego en metro. Y abajo en el andén me di cuenta que no llevaba ningún detalle para una primera cita. Pues como no tenía cobertura para buscar regalo, entretuve el viaje pintándole unas florecillas en el billete. Galante que es uno, que le voy a hacer. Salgo del metro y como no, lo de siempre. Algo a lo que estamos acostumbrados los de última hora.
Pling, plong, SMS de Pascuala:
Lo siento corazón, pero había quedado con una amiga en el gimnasio. ¿Nos vemos a las mil?
SMS de Rafa:
Jo tía, habíamos quedado. Bueno va, avisa cuando se vaya el pollo.
Pling, plong, SMS de Pascuala:
No es un pollo, es una amiga.
SMS de Rafa:
Vaaaaaale perdón, entonces avisa cuando se vaya la polla.
"Un inciso para los compañeros. Vale, reconozco que está muy bien y a todos nos gusta eso que leo en las experiencias de que no es relojera, y estuve un montón de tiempo más por el mismo dinero, y etc, etc. Cada uno que haga lo que quiera, pero las horas se deben respetar, y si te quieres pasar, contratas más y lo pagas. No se si hacemos un favor con eso porque luego lo mismo la muchacha se puede encontrar con que vamos todos exigiendo y la ponemos en un compromiso. Y al final con tanto alargar las citas lo mismo tiene que anular la de la última hora y palma dinero. O peor no anula y a los de la última hora nos toca a las mil, cansada y ya el servicio no es el mismo y puede perder cliente para otro dia. No digo más, que no es el sitio"
Con lo que me vi con tiempo para tomar café. Y me dije, oye vamos a ver las fotos de Pascuala por ver que me ha elegido Google. Abrí el navegador y me pongo a ver las fotos. La leche que tía y que fotos más espectaculares, tanto que lo único que me dije fue:
“Hombre Rafa, estás de suerte y hoy no te vas a liar, solo va a ser masaje. Con estas fotos tan bonitas acabas de dar con una uruk-hay pata negra. O sea, 20 minutillos de masajito y a casita a ver el Discovery Max“. Tres cafés más tarde.
Pling plong, SMS de Pascuala:
¿Vienes ya corazón?, date prisa que solo de pensar en ti ya estoy calentita.
SMS de Rafa:
Si, de pensar en mí y de tanto Pilates que llevarás hoy. Anda, ves dándote un agua que subo en tres minutos.
Dicho y hecho, pago los cafés, cruzo la calle me meto en el portal, y oigo:
-Oiga caballero, ¿Dónde va Vd.?
Hay que joderse, portero de un lumibloque y preguntando tonterías, será que me tocó el becario. Bueno, la educación lo primero y algo había que contestar.
-Cartero del banco para el décimo C. ¿Te leo a ti la carta?
-No, no. Yo era solo por.....
-Que sí, que vale. Oye voy subiendo y luego me cuentas, que ya voy un poco tarde.
Ascensor, subiendo al décimo:
“Hombre Rafa, ya que estamos aquí y por muy fea que sea, cerrando los ojos le podemos decir que toque un poco. ¿No? Calla, calla. Céntrate, masajillo y a casa que dan lo de la pesca del cangrejo en Alaska y me tiene intrigado como van las capturas”.
Puerta del 10C. Timbre y no oigo nada, lo mismo es que suena dentro al fondo. Pulso una, tres, cinco veces y na de na. En fin, a grandes males grandes remedios.
POM, POM, POM.
-¿PASCUALAAA?
Voz del piso de al lado:
-Joder vecina arregla el timbre de una vez, que en esta casa se madruga.
POM, POM, POM.
-PASCUALAAA, que ya he llegado.
-Ya va, ya va. Tantas prisas hombre, que estoy en el baño.
En el baño no, la muchacha estaba investigando por la mirilla, cosa normal que no me importa, y no tuve que sacar muy mala nota en el examen visual porque al fin abrió medio ocultándose detrás de la puerta por aquello de la discreción con los vecinos. Aunque no se para que tantas molestias si aquel pasillo estaba más obscuro que el sobaco un grillo y poco se la podía ver.
-Hola, soy Rafa y….
-Venga tira, pasa al fondo.
Y a donde vi algo de luz, allí que me encaminé. Llego a la habitación con ella detrás mío trasteando con el pestillo para cerrar la puerta y diciendo:
-Hola corazón soy Pascuala ¿Qué tal?
Se gira, la miro y......... OSTIAS, OSTIAS, OSTIAS. Me quedé sin habla, no os lo vais a creer pero es que era la de las fotos. Tenía delante de mí a un pibón del 15 en tacones, medias, tanga, picardía transparente y dos perolos como la cabeza un crio desafiando la ley de la gravitación universal de Newton. Pero es que además, guapa guapa guapa y con una sonrisa así de grande.
Mirar, a ver cómo me explico. Seguro que es por asociación de ideas no lo dudo, pero ahora que estoy contando por primera vez una batalla de estas me siento un poco como Dominguín cuando saltó de la cama dejando en ella a la diva. Y si a Ava Gardner se la describió como "el animal más bello del mundo" yo, de Pascualita, también digo lo mismo.
Y lo reconozco, me porté como un tarugo maleducado pero es que no le dije ni hola. Respiré hondo dos veces, eché mano al bolsillo de atrás, saqué pasta para la mariscada extra plus, la enganché de la cintura y casi en volandas al lio. Hora y pico más tarde (y no estaba pasado de hora, como os decía soy muy mirado para eso, pero recordar que al final fue la mariscada con todos los extras) volví algo en mi recostándome para buscar un poco de aire. Dejé por un momento de mirarle las tetas y eché un vistazo alrededor.
-Anda, pues sí que tenéis esto bonito, con tanta vela y trapos coloraos colgando de las paredes.
-Claro hombre, eso es por el ambiente de los masajes. Por cierto ¿tú no habías dicho que querías uno? Si te apetece, voy por el aceite y.....
-Espera Pascualita, guapa. No te lo tomes a mal pero es que yo ya voy teniendo cierta urgencia, casi que nos saltamos el masaje y vamos con lo del final.
-Bueno, como tú digas. ¿Y en qué final estabas pensando?
-Hombre, costando lo mismo y puestos a elegir, que sea con felicidad ¿no?
-Vale, relájate.
Y ahí tenéis a vuestro humilde narrador, con Pascualita de rodillas en medio de sus piernas echándose la melena hacia atrás con una mano y empezando a acariciar mi entrepierna con la otra. El caso es que mi cuerpo se empezó a tensar.
"Oh, oh, algo no va bien", porque la chica esta no acaricia mal no, todo lo contrario, pero muy pronto me parecía a mí para empezar con apreturas.
-Relajateeeeee.
Ya con la melena en su sitio, Pascuala cogió la postura y colocando sus labios en el centro mismo empezó con lo de la felicidad. Y yo vuelta a tensarme hasta que CATACLAS, el gemelo de la derecha arriba del todo.
-Uy, ay, ufff, ay, uisss. Hasta el punto que incluso Pascuala se dio cuenta que mucho grito era para un orgasmo.
-Oye, ¿Te pasa algo?
-No, si, esque se me, ay, uiss... Total, que se giró a mirar y poniendo los ojos como platos vio mi gemelo. No es para menos porque aquello se retorcía como un saco culebras.
-Espera, tranquilo que solo es una pequeña contractura. No te preocupes que yo se dar masajes y te lo arreglo.
Y ahí la tenéis tirando de riñones como un aizkolari intentando colocar mi pierna en ángulo correcto para relajar el músculo. Ni por esas. No dudo que sabe dar masajes no, pero como resulta que Pascualita es todo dulzura y suavidad de la cabeza a los pies con unas manecitas ajustadas a la presión exacta para llevar a un hombre al cielo, y por mucha voluntad que puso para enfrentarse al pedazo de madera en que se había convertido mi pierna, la verdad es que avanzaba poco en la tarea.
Y si, empeño todo. Hasta el punto de tener que utilizar todo su peso dejando ya la gracia a un lado y adoptando la postura, manera y energías de una lavandera de las de antes intentando amasar mi gemelo.
Al verla de esta guisa tuve un pequeño arrebato de hombría.
"Venga Rafa, ayúdala un poco y date tu un par de golpes en el gemelo, que si no vamos a estar aquí hasta mañana". Me incorporé un poco, pero se ve que con los dolores cargué el peso donde no debía y pasó lo que tenía que pasar, CATACLAS el gemelo de la izquierda en sintonía con el de la derecha.
-Auurrrggggg.
Mira, yo ahí ya me rendí. Caí derrotado hacia atrás perdiendo la poca dignidad que me quedaba. La pose de machoman para los Village People toda. ¿No dicen las mujeres que debemos conectar con nuestro lado femenino y dejar salir los sentimientos? Pues esta se debió quedar contenta porque se llevó taza y media de gemidos y lamentos.
Estábamos como para una foto. Yo derrengado sollozando y la pobre de rodillas con sus manecillas en mis muslos y cierta carita de preocupación.
-¿Y qué hacemos ahora?. Yo colaboraba ofreciendo soluciones.
-Ay, ay, ay, ay.
-¿Quieres que llame a alguien?
"Eso, estoy para que venga el SAMUR ahora y me pille a mí en pelotas, a ti en tacones y luego le cuento al jefe que he tenido un accidente laboral camino a casa."
-No, no, gracias. Déjalo, vamos a esperar un poco a ver si uisss, ay......
Bueno, dejamos pasar un rato y moviendo los tobillos con cuidado me recuperé un tanto. Y cuando ya me vi con fuerzas de ponerme los calcetines solo, me fui vistiendo a dios gracias sin pasar por la humillación de pedir ayuda.
- Entonces, ¿ya te vas? ¿No te quedas un rato más?
- Mira hija de verdad que te lo agradezco pero va a ser lo mejor, otro día si eso ya me quedo más tiempo.
Pues eso, muack muack, pasillo obscuro tanteando las paredes y al rellano a esperar al ascensor.
-Oye, no te olvidarás de mi ¿Verdad? ¿Me lo prometes?
-Tranquila Pascuala te juro por mis hijas que esta no se me olvida.
Me subo al ascensor en el que bajaba una pareja mayor. Buenas, buenas, y móvil en mano buscando la aplicación esa de buscar taxi. Ting, planta baja.
-Salga usted primero joven, que va más deprisa.
Y mira que puse cuidado al moverme pero se me volvieron a tensar los gemelos y mis rodillas se convirtieron en gelatina. Y ahí tenéis al
príncipe de la discreción, la chaqueta por un lado, el móvil por otro, medio de rodillas y agarrándome a la puerta del ascensor para no caer cuando largo era.
-¿Se encuentra bien caballero? ¿Le han hecho algo?
-Déjalo Manolo, no te líes con esta gentuza, que seguro que va drogado.
-No señora no, es que ay, ay, ay.
Menos mal que había allí un sofá, y conseguí recomponer un tanto la estampa. Plin, plin, plin: Don Rafael, su taxi matricula MXXXX, espera en C/ xxxxx, gracias por usar xxxxxx. Voy hacia la salida y claro faltaba el portero con su sonrisilla.
-Menudo masaje ¿Eh? Tráete otra carta mañana si no has quedado a gusto.
La madre que....., luego dicen que si hay asesinatos. Me subo al taxi (a la calle tal, número cual). "Vamos a ver si está todavía el del bigote y me da hora para arreglar esto mañana."
Tuuu, tuuu.
Este teléfono no acepta llamadas de degenerados. Tuuu, tuuu………….
-Joooder que día llevo.
-Le noto a usted cansado, lo que le hace falta es relajarse un rato hombre. Si quiere, yo le puedo acercar a un par de sitios de confianza.
-Sí, tengo el cuerpo yo ahora como para que me deje en el HOT que nos pilla de camino. Déjelo buen hombre, se lo agradezco pero vámonos para casa.
En fin, ya es hora de ir terminando el relato pero antes, os estaréis preguntando por mi erección. Lo mismo estáis preocupados por si la perdí. Pues no, no. No la perdí, solo se había escondido. Porque cuando por la noche me acordé de sus tetas, miré hacia abajo y allí estaba.
Y si Pascuala, sí. Reconozco que tus tetas merecen un buen pajote, pero después de un día tan largo, al final solo fue una pajilla.
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Modo Lineal
