Casting especial

Gilhooley · #1 25-11-2016, 14:52

Recuerdo que una de las primeras veces que estuve con Ana me sorprendió su disposición a hacer un dúplex con alguna de sus amigas. En aquel momento, reconozco que no eran de mi gusto y que yo no me veía en dichos menesteres a pesar de la fantasía. Por otro lado, me pareció que la oferta tenía un matiz meramente “comercial” y además no era del todo de su agrado.

Conforme se han repetido los encuentros y la complicidad con Ana, he ido imaginando lo que sería la experiencia de un dúplex, no necesariamente lésbico, con ella y otra chica. La verdad es que nunca lo he hecho y me da cada vez más morbo pensarlo e intentarlo. El problema es elegir a la tercera persona con la que deberíamos tener casi la misma sintonía que Ana y yo tenemos. Decidí proponérselo advirtiéndole de que me gustaría poner mis condiciones que deberíamos asumir los dos para conseguir un trío casi perfecto. Ana siendo tan cartesiana como yo decidió aceptar el reto.
Le planteé que ella hiciera la selección del tipo de chica que yo le definiera, intimara con ella y valorara sus condiciones y predisposición y me la presentara para mi examen de “reválida”. Mis preferencias, no limitativas, eran de, una mujer de unos 40 años, madura, morena, voluptuosa, con volúmenes y curvas, pechos con pezones grandes y oscuros, así como procaz y liberada en todos sus actos. En suma una mujer experta y rotunda que no se cortara con nada ni con nadie. Le dejé claro a Ana que, al margen de mi idea, la chica elegida también debía ser de su agrado.

Con su decisión habitual me dijo: “me pongo a ello”. Supongo que en primera instancia pensó en alguna de sus conocidas pero lo más sorprendente fue el informe escrito que me pasó sobre el casting realizado y la descripción con todo lujo de detalles de las seleccionadas, las “pruebas” realizadas y sus íntimas recomendaciones para mi examen.

El informe

Hola Luis guapetón, tal y como habíamos quedado, aunque solo han pasado dos semanas desde nuestro último encuentro , te remito para su lectura y posterior aprobación el informe escrito relacionado con la ardua y productiva búsqueda de candidatas al trío que propusiste.
Adjunto fotos de las tres finalistas para que te sea más sencilla la elección. Si me lo permites te voy hacer una sugerencia, luego por supuesto la última palabra la tienes tú, pero dado el grado de confianza que existe entre nosotros no puedo por menos que atreverme a proponerte que no descartes a ninguna. Que tengas un primer encuentro conmigo y con Elvira mi favorita.

Para realizar la prueba con Elvira se me ocurrió contactar con Jaime, un amigo con el cual hice un dúplex con su mujer hace unos meses. La experiencia no fue muy gratificante pero él se mostró partidario de repetir con otra mujer para hacerlo con total libertad. En suma, Elvira sabía que era una prueba pero Jaime no.

Jaime tiene unos cuarenta años, con buena pinta, cuidado físicamente y bien dotado….yo diría que muy bien dotado. El día que quedamos con Elvira para “la prueba” apareció tan bien arreglado como siempre, sin chaqueta, con solamente una camisa blanca por fuera de unos pantalones azul marino y como siempre con el olor a ese perfume que sabe que me encanta.

Elvira había llegado antes y me preguntó que cómo quería que se vistiera para recibirle y le contesté que cómo ella quisiera y se sintiera más a gusto. Pasó unos minutos al cuarto de baño y en cinco minutos apareció con un minivestido de rejilla negro sin nada debajo. Bueno sin nada es un decir porque mostraba sus imponentes pechos cuyos oscuros pezones, como dedales, se salían por la rejilla y su espectacular culo que a duras penas cubría el vestido. Me preguntó si le gustaba y cuando estaba a punto de tocarla y besarla apareció Jaime pillándome vestida de calle. No obstante abrí la puerta, le besé, y noté enseguida que, como no podía ser de otro modo, sus ojos se habían clavado en Elvira cuando se la presenté. Cruzamos algunos comentarios intrascendentes pero enseguida noté la evidente erección que estaba teniendo. Instintivamente, al mismo tiempo que le hacía una caricia en el cuello con mi mano derecha, con la otra le bajé la bragueta rápidamente con gran sorpresa de él y de Elvira que entendió rápidamente lo que debía hacer. Al tiempo que yo le sacaba su enorme polla, Elvira se arrodillaba para agarrarla y llevársela rápidamente a la boca. Jaime estaba un poco aturdido. Su polla aparecía como yo la recordaba…pétrea como la dura opalina rosa. Majestuosa, tan inhiesta e irreverente que resultaba una delicia a la vista. Preciosa. Tremendamente hinchada, jugosa con la piel brillante como bruñida .Me encantaba su calor, su olor y por supuesto su sabor. El capullo bermellón, enorme y distinguido coronaba esa espada de carne tan apetitosa.

Me miró con cara de sorpresa pero pronto se centró en disfrutar de los enormes lametones que Elvira le estaba dando en el prepucio totalmente descapullado. Le ayudé a quitarse la camisa y aproveché para rápidamente quitarme toda la ropa delante de los dos que seguían de pie. Me senté en una butaca cercana y no pude resistirme a empezar a tocarme ante el espectáculo de la mamada que Elvira le estaba haciendo engullendo su enorme falo hasta los huevos. Jaime cerraba a veces los ojos de puro placer pero también los clavaba en mi coño que había empezado a chapotear por mi repetido manoseo.

Me introduje el dedo corazón y continué masajeando mi clítoris. La visión de la polla de Jaime entrando y saliendo de la boca de Elvira me excitaba sobremanera. Abrí mucho las piernas para que ellos pudieran ver mi paja en todo su esplendor. Juguetona me llevé un pezón a la boca y succioné lentamente mirando a Jaime a los ojos provocándole. Le vi acelerado jadeante igual que yo. Estaba a punto de correrme. No quería contenerme así es que me dejé ir. Tuve un orgasmo increíble. Como un terremoto que me sacudió de los pies a la cabeza me recorrieron espasmos que seguro que en la escala de Rcihter alcanzarían un grado nueve. Y acabé de rodillas, desmadejada a los pies de Jaime y Elvira.

No recuerdo cuanto dudaron esos instantes pero lo cierto es que Jaime empezó a bramar gritando que no aguantaba más. A pesar de eso Elvira agarró con más fuerza aún su polla de forma que se corrió convulsivamente en su boca que no aguantó todo el semen que había soltado. Elvira se tragó lo que pudo y el resto lo cogió con sus manos y lo restregó por su cuerpo. Ni qué decir tiene la enorme paja que yo me había hecho viendo el espectáculo que había visto.

Elvira, dando muestra de su experiencia en estas lides nos sugirió que nos refrescásemos un poco para recuperarnos. Se acabó de quitar su erótico vestido que tenía abundantes restos de la lefa de Jaime, le acabó de quitar los pantalones a él, y nos cogió de la mano a los dos para llevarnos a la ducha.

La bañera es tan grande que cabemos cómodamente los tres dentro. Entramos. Abro el grifo y regulo la alcachofa de última generación, de esas enormes, y llenas de botones. Trasteé unos segundos para que saliera el agua en forma de lluvia fina. Casi como una húmeda y constante caricia que va cambiando de color y que deja asombrados a mis amigos al ver como diferentes y cálidos colores tiñen nuestras pieles y nos llenan a los tres de cambiantes sombras alargadas.

Elvira esta lanzada, es la única que aún no se ha corrido y lógicamente quiere marcha, así que nos dice mientras se echa una almendra de jabón en cada mano con un gracioso mohín..." dejadme que os meta mano"...y directamente lleva una mano a la polla ahora lánguida de nuestro amigo y con la otra la aplica a mi sexo con dedos expertos acariciando más que lavando. Le besa él, me besa a mí y los tres enlazamos nuestras lenguas, divertidos.

Con las dos manos junto sus turgentes pechos a la altura de mi boca, me meto los dos pezones a la vez y con la lengua voy dado golpecitos rítmicos hasta que noto como se endurecen. Entonces glotona los succiono hasta que enrojecen. Son preciosos. Están calientes. Me queman la lengua y se los mordisqueo con mucha ternura. Elvira gime y se arquea ofreciéndome su pubis. Me coge una mano y me la pone entre sus piernas. Me mira con ojos brillantes. Se lo que quiere. No tiene que decir nada...

Jaime nos mira excitado de nuevo. Como Elvira ha dejado de tocarle se la está meneando el mismo, muy despacio. Le doy un beso rápido y al oído le digo que disfrute del espectáculo....sonríe, se apoya contra la pared y se la menea un poco más rápido. Me excita ver esa polla enorme en su mano.
Me pego literalmente a mi amiga. La beso largamente la boca, la punta de la naricilla tan graciosa que tiene, el cuello en forma de tobogán en el que caben una hilera de cien besos y mientras sigo tocando ese coñito acuático y chapoteante, me acuclillo para saborear ese rico manjar que crece entre sus piernas. Elvira me agarra la cabeza con las dos manos. Y yo succiono su clítoris crecido como si fuera un chupete. No tengo intención de parar. Ella me pide más. Me excita escucharla. Me encanta que verbalice su placer. Su respiración agitada es un regalo para mi oído. Me dice que está a punto. Que siga, que no puede más, que no pare. Me encanta esa exigencia en el momento del orgasmo. Mueve la pelvis de forma espasmódica y me tira del pelo. Me tiene atrapada entre sus dulces muslos. Siento su entrega, se funde con mi boca. Me excita saberla tan mía. Le meto dos dedos y no dejo de lamer cada vez más rápido. Siento como se contrae su vagina. Noto como los espasmos de su vientre crecen. Se corre ahogando un grito con los ojos cerrados y la tengo que sujetar porque le tiemblan las piernas. Dejo que lentamente se siente en el fondo de la bañera y la beso riéndome. Oigo gemir a Luis y cuando me voy a incorporar veo como un chorro potente y espeso cae sobre los senos de Elvira.

Aquí, el amigo que no ha perdido el tiempo y se ha hecho un pajote de los que se guardan para el recuerdo.Nos miramos los tres en esta bañera psicodélica de agua y luces de colores y nos echamos a reír felices y relajados.

Cuando termino de leer el informe llamo inmediatamente a Ana, le doy las gracias por su espectacular casting y le pido que quede con Elvira, lo antes posible y yo pueda hacer el papel de Jaime con las dos.

silviamarnarvaez · #2 27-11-2016, 17:39

Cita:

Iniciado por Gilhooley

Recuerdo que una de las primeras veces que estuve con Ana me sorprendió su disposición a hacer un dúplex con alguna de sus amigas. En aquel momento, reconozco que no eran de mi gusto y que yo no me veía en dichos menesteres a pesar de la fantasía. Por otro lado, me pareció que la oferta tenía un matiz meramente “comercial” y además no era del todo de su agrado.

Conforme se han repetido los encuentros y la complicidad con Ana, he ido imaginando lo que sería la experiencia de un dúplex, no necesariamente lésbico, con ella y otra chica. La verdad es que nunca lo he hecho y me da cada vez más morbo pensarlo e intentarlo. El problema es elegir a la tercera persona con la que deberíamos tener casi la misma sintonía que Ana y yo tenemos. Decidí proponérselo advirtiéndole de que me gustaría poner mis condiciones que deberíamos asumir los dos para conseguir un trío casi perfecto. Ana siendo tan cartesiana como yo decidió aceptar el reto.
Le planteé que ella hiciera la selección del tipo de chica que yo le definiera, intimara con ella y valorara sus condiciones y predisposición y me la presentara para mi examen de “reválida”. Mis preferencias, no limitativas, eran de, una mujer de unos 40 años, madura, morena, voluptuosa, con volúmenes y curvas, pechos con pezones grandes y oscuros, así como procaz y liberada en todos sus actos. En suma una mujer experta y rotunda que no se cortara con nada ni con nadie. Le dejé claro a Ana que, al margen de mi idea, la chica elegida también debía ser de su agrado.

Con su decisión habitual me dijo: “me pongo a ello”. Supongo que en primera instancia pensó en alguna de sus conocidas pero lo más sorprendente fue el informe escrito que me pasó sobre el casting realizado y la descripción con todo lujo de detalles de las seleccionadas, las “pruebas” realizadas y sus íntimas recomendaciones para mi examen.

El informe

Hola Luis guapetón, tal y como habíamos quedado, aunque solo han pasado dos semanas desde nuestro último encuentro , te remito para su lectura y posterior aprobación el informe escrito relacionado con la ardua y productiva búsqueda de candidatas al trío que propusiste.
Adjunto fotos de las tres finalistas para que te sea más sencilla la elección. Si me lo permites te voy hacer una sugerencia, luego por supuesto la última palabra la tienes tú, pero dado el grado de confianza que existe entre nosotros no puedo por menos que atreverme a proponerte que no descartes a ninguna. Que tengas un primer encuentro conmigo y con Elvira mi favorita.

Para realizar la prueba con Elvira se me ocurrió contactar con Jaime, un amigo con el cual hice un dúplex con su mujer hace unos meses. La experiencia no fue muy gratificante pero él se mostró partidario de repetir con otra mujer para hacerlo con total libertad. En suma, Elvira sabía que era una prueba pero Jaime no.

Jaime tiene unos cuarenta años, con buena pinta, cuidado físicamente y bien dotado….yo diría que muy bien dotado. El día que quedamos con Elvira para “la prueba” apareció tan bien arreglado como siempre, sin chaqueta, con solamente una camisa blanca por fuera de unos pantalones azul marino y como siempre con el olor a ese perfume que sabe que me encanta.

Elvira había llegado antes y me preguntó que cómo quería que se vistiera para recibirle y le contesté que cómo ella quisiera y se sintiera más a gusto. Pasó unos minutos al cuarto de baño y en cinco minutos apareció con un minivestido de rejilla negro sin nada debajo. Bueno sin nada es un decir porque mostraba sus imponentes pechos cuyos oscuros pezones, como dedales, se salían por la rejilla y su espectacular culo que a duras penas cubría el vestido. Me preguntó si le gustaba y cuando estaba a punto de tocarla y besarla apareció Jaime pillándome vestida de calle. No obstante abrí la puerta, le besé, y noté enseguida que, como no podía ser de otro modo, sus ojos se habían clavado en Elvira cuando se la presenté. Cruzamos algunos comentarios intrascendentes pero enseguida noté la evidente erección que estaba teniendo. Instintivamente, al mismo tiempo que le hacía una caricia en el cuello con mi mano derecha, con la otra le bajé la bragueta rápidamente con gran sorpresa de él y de Elvira que entendió rápidamente lo que debía hacer. Al tiempo que yo le sacaba su enorme polla, Elvira se arrodillaba para agarrarla y llevársela rápidamente a la boca. Jaime estaba un poco aturdido. Su polla aparecía como yo la recordaba…pétrea como la dura opalina rosa. Majestuosa, tan inhiesta e irreverente que resultaba una delicia a la vista. Preciosa. Tremendamente hinchada, jugosa con la piel brillante como bruñida .Me encantaba su calor, su olor y por supuesto su sabor. El capullo bermellón, enorme y distinguido coronaba esa espada de carne tan apetitosa.

Me miró con cara de sorpresa pero pronto se centró en disfrutar de los enormes lametones que Elvira le estaba dando en el prepucio totalmente descapullado. Le ayudé a quitarse la camisa y aproveché para rápidamente quitarme toda la ropa delante de los dos que seguían de pie. Me senté en una butaca cercana y no pude resistirme a empezar a tocarme ante el espectáculo de la mamada que Elvira le estaba haciendo engullendo su enorme falo hasta los huevos. Jaime cerraba a veces los ojos de puro placer pero también los clavaba en mi coño que había empezado a chapotear por mi repetido manoseo.

Me introduje el dedo corazón y continué masajeando mi clítoris. La visión de la polla de Jaime entrando y saliendo de la boca de Elvira me excitaba sobremanera. Abrí mucho las piernas para que ellos pudieran ver mi paja en todo su esplendor. Juguetona me llevé un pezón a la boca y succioné lentamente mirando a Jaime a los ojos provocándole. Le vi acelerado jadeante igual que yo. Estaba a punto de correrme. No quería contenerme así es que me dejé ir. Tuve un orgasmo increíble. Como un terremoto que me sacudió de los pies a la cabeza me recorrieron espasmos que seguro que en la escala de Rcihter alcanzarían un grado nueve. Y acabé de rodillas, desmadejada a los pies de Jaime y Elvira.

No recuerdo cuanto dudaron esos instantes pero lo cierto es que Jaime empezó a bramar gritando que no aguantaba más. A pesar de eso Elvira agarró con más fuerza aún su polla de forma que se corrió convulsivamente en su boca que no aguantó todo el semen que había soltado. Elvira se tragó lo que pudo y el resto lo cogió con sus manos y lo restregó por su cuerpo. Ni qué decir tiene la enorme paja que yo me había hecho viendo el espectáculo que había visto.

Elvira, dando muestra de su experiencia en estas lides nos sugirió que nos refrescásemos un poco para recuperarnos. Se acabó de quitar su erótico vestido que tenía abundantes restos de la lefa de Jaime, le acabó de quitar los pantalones a él, y nos cogió de la mano a los dos para llevarnos a la ducha.

La bañera es tan grande que cabemos cómodamente los tres dentro. Entramos. Abro el grifo y regulo la alcachofa de última generación, de esas enormes, y llenas de botones. Trasteé unos segundos para que saliera el agua en forma de lluvia fina. Casi como una húmeda y constante caricia que va cambiando de color y que deja asombrados a mis amigos al ver como diferentes y cálidos colores tiñen nuestras pieles y nos llenan a los tres de cambiantes sombras alargadas.

Elvira esta lanzada, es la única que aún no se ha corrido y lógicamente quiere marcha, así que nos dice mientras se echa una almendra de jabón en cada mano con un gracioso mohín..." dejadme que os meta mano"...y directamente lleva una mano a la polla ahora lánguida de nuestro amigo y con la otra la aplica a mi sexo con dedos expertos acariciando más que lavando. Le besa él, me besa a mí y los tres enlazamos nuestras lenguas, divertidos.

Con las dos manos junto sus turgentes pechos a la altura de mi boca, me meto los dos pezones a la vez y con la lengua voy dado golpecitos rítmicos hasta que noto como se endurecen. Entonces glotona los succiono hasta que enrojecen. Son preciosos. Están calientes. Me queman la lengua y se los mordisqueo con mucha ternura. Elvira gime y se arquea ofreciéndome su pubis. Me coge una mano y me la pone entre sus piernas. Me mira con ojos brillantes. Se lo que quiere. No tiene que decir nada...

Jaime nos mira excitado de nuevo. Como Elvira ha dejado de tocarle se la está meneando el mismo, muy despacio. Le doy un beso rápido y al oído le digo que disfrute del espectáculo....sonríe, se apoya contra la pared y se la menea un poco más rápido. Me excita ver esa polla enorme en su mano.
Me pego literalmente a mi amiga. La beso largamente la boca, la punta de la naricilla tan graciosa que tiene, el cuello en forma de tobogán en el que caben una hilera de cien besos y mientras sigo tocando ese coñito acuático y chapoteante, me acuclillo para saborear ese rico manjar que crece entre sus piernas. Elvira me agarra la cabeza con las dos manos. Y yo succiono su clítoris crecido como si fuera un chupete. No tengo intención de parar. Ella me pide más. Me excita escucharla. Me encanta que verbalice su placer. Su respiración agitada es un regalo para mi oído. Me dice que está a punto. Que siga, que no puede más, que no pare. Me encanta esa exigencia en el momento del orgasmo. Mueve la pelvis de forma espasmódica y me tira del pelo. Me tiene atrapada entre sus dulces muslos. Siento su entrega, se funde con mi boca. Me excita saberla tan mía. Le meto dos dedos y no dejo de lamer cada vez más rápido. Siento como se contrae su vagina. Noto como los espasmos de su vientre crecen. Se corre ahogando un grito con los ojos cerrados y la tengo que sujetar porque le tiemblan las piernas. Dejo que lentamente se siente en el fondo de la bañera y la beso riéndome. Oigo gemir a Luis y cuando me voy a incorporar veo como un chorro potente y espeso cae sobre los senos de Elvira.

Aquí, el amigo que no ha perdido el tiempo y se ha hecho un pajote de los que se guardan para el recuerdo.Nos miramos los tres en esta bañera psicodélica de agua y luces de colores y nos echamos a reír felices y relajados.

Cuando termino de leer el informe llamo inmediatamente a Ana, le doy las gracias por su espectacular casting y le pido que quede con Elvira, lo antes posible y yo pueda hacer el papel de Jaime con las dos.

Gilhooley, te sigo con atención desde hace tiempo y me encanta comprobar que a medida que crece el número de relatos que publicas, con ellos crece también la maestría con que los ejecutas...se trasluce en cada línea la sensibilidad que te presupongo. Siendo un relato tan sumamente masculino, has sabido en la escena lésbica, imprimirle una visión femenina muy muy cercana a la realidad de cualquier mujer. Por ello no puedo por menos que felicitarte y animarte a que no dejes de sorprenderme con tus nuevos relatos ...si algún otro dia eres el artifice de algún otro casting tan peculiar , cuentanoslo ....besos y enhorabuena.