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Antiguo 03-03-2010, 18:00
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Con calma


Ella llegó aquel día tarde de trabajar. Tenía la cena preparada. Me esmeré algo más que de costumbre, tenía el día tonto y me apetecía mucho hacer el amor con mi recién estrenada esposa. Venía reventada después de un largo día de trabajo, pero eso no iba a ser ningún obstáculo para conseguir mi objetivo. Una vez recogida la mesa, nos fuimos al sofá a ver una de estas series americanas. Ella quedó con su cabeza entre mis piernas y yo le acariciaba el pelo y la cara muy suave y dulcemente. No tardó ni 5 minutos en quedarse dormida. No dejaba de mirarla. Es preciosa, me tiene completamente rendido a sus pies. No sé cómo lo ha hecho, pero consiguió lo que se proponía, mi amor. Yo estaba muy cerrado tras mis experiencias pasadas, pero me conquistó el corazón desde la primera mirada, desde el primer beso. Apenas llevamos un año de relación y ya nos hemos casado, lo teníamos muy claro desde el principio.
Apagué la tele y con mucho cuidado me levanté y la cogí en brazos para llevarla a la cama. Fue imposible que no se despertara, pero lo justo para agarrarse a mi cuello y dejarse llevar. Únicamente llevaba puesta una camisola sin nada debajo, que obviamente le quité. Seguía con muchas ganas de hacer el amor con ella aunque estuviera dormida. Mejor, porque iba a ser todo muy lento, muy suave, iba a hacer que se diera cuenta de todo pero se creyera que era un sueño. La acosté y empecé a acariciarla todo el cuerpo suavemente con la yema de los dedos. Recorría su ombligo y haciendo eses subía por las curvas de sus caderas hasta su pecho que rodeaba sin llegar aún a su centro. Seguí por su cara y su pelo. Me encanta esta niña, cuánto la quiero. Beso suavemente sus labios. No me corresponde en el primero, pero en el segundo abre ligeramente la boca para sentir el leve roce de mis labios en los suyos. Bajo por el cuello. Son besos cortitos, pero que recorren cada centímetro de su cuerpo bajando nuevamente a sus pechos que, ahora si, empiezo a recorrerlos. Me acerco a la aureola y mi lengua pesca su pezón para jugar con él y notar que se va endureciendo poco a poco. Lentamente me acerco al otro, no quiero que se ponga celoso. Mientras tanto con mis manos acaricio sus piernas de arriba abajo y de abajo a arriba. Mi boca va ahora a su costado, a recorrer su silueta y seguir besando la parte inferior de un pecho para ir despacio al otro y hacer lo correspondiente. Ella ya se ha dado cuenta, no abre los ojos pero su sonrisa la delata. Esa sonrisa que me vuelve loco, que me tiene completamente enamorado y entregado. Poco a poco deja abrir sus piernas para que mis manos puedan llegar cada vez más arriba y pueda recorrer toda la parte interna de los muslos. Hago el amago de llegar a ese tesoro que tiene entre sus piernas y que empieza a llamarme insistentemente, pero aún no lo haré, esta vez le toca esperar, lo voy a hacer lo más lentamente posible. Mi boca vuelve a la suya. Esta vez es la punta de mi lengua la que roza sus labios humedeciéndolos. Vuelvo a los besos cortos recorriendo ahora su cara. Subo a sus ojos, sus mejillas, sus orejas… Mi lengua se mete en una de ellas para después morder el lóbulo con los labios. Susurro leve y lentamente “te quiero”. Se gira hacia mi, abre sus ojos. Esa mirada me tiene cautivo. Me sonríe y me pide un beso juntando sus labios. Voy rápido a complacer a mi amada. Nos fundimos en un beso apasionado, juntando nuestras lenguas, mezclando nuestras salivas, abriendo y cerrando nuestras bocas como si fuese una sola. Ella me abraza, me atrae hacia sí y hace que me coloque encima, entre sus piernas. Mi erección es considerable y es inevitable el roce de nuestros sexos. Emitimos un leve gemido los dos al notarlo. Los dos estamos muy encendidos y no estamos dispuestos a esperar. Empujo mi cintura hacia ella. Está muy húmeda, pero aún tengo que lubricar mi miembro. Al empujar consigo colocarla a lo largo de sus labios consiguiendo lo que pretendía. Hago hincapié a la altura de su clítoris para que vaya alcanzando poco a poco el clímax. Tras unas cuantas embestidas, consigo ir metiendo mi sexo en el suyo. Al notar la punta ella se estremece y arquea su espalda. Voy muy poco a poco, disfrutando de cada milímetro que va entrando. Al fin llego al fondo, ya no tengo más. Me muevo en círculos lentamente. Me gusta sentir que estoy dentro de ella mientras nos besamos. Físicamente no podemos estar más unidos y quiero disfrutarlo el máximo tiempo posible. Pero mi cuerpo pide otra cosa, y él solo empieza a moverse. Empiezo con movimientos de muy corto recorrido que poco a poco van aumentando hasta sacarla completamente para volverla a meter de inmediato y volver con el corto recorrido. Cuando llego al fondo ella pone sus manos en mi culo para que no salga de allí. Cada vez aumento más el ritmo y la frecuencia. Apoyo las palmas de mis manos al colchón y estiro mis brazos para ir dándole más fuerza. Veo su cara de placer desde arriba. Sus ojos cerrados disfrutando de cada una de las envestidas. Sus jadeos cada vez son mayores. Está a punto de correrse y yo le voy a dar a mi reina todo lo que quiere. Aumento más y más hasta que ella estalla de placer. No paro, ni mucho menos. Sé que ella puede enganchar otro de seguido y comienzo a apretar más. Sus uñas en mi espalda dicen que está volviendo a llegar a otro orgasmo. “Córrete, córrete”, le repito. Bajo mi cadera para apoyarla contra la suya, frotar su clítoris y aumentar su placer. Sin duda lo he conseguido ya que sus gemidos ahora son gritos de placer. Yo no puedo aguantar más y también estoy a punto de correrme. Se lo digo y me pide que lo haga. Y yo, como ya he dicho, complaciendo a mi reina. Mi miembro empezó a convulsionar y lanzar chorros dentro de ella mientras gritaba de puro placer. Me quedé dentro de ella un rato, nos gusta a los dos estar así. Ella juega a apretármela con su vagina mientras mi miembro la deleita con pequeños espasmos. Salí de ella y la invité a que se acurrucara en mi pecho a lo que accedió de inmediato. Ahora mismo soy el hombre más feliz. Estamos relajados, pero su mano juguetona se ha ido de nuevo a jugar entre mis piernas. No se me ha bajado la erección y ella empieza a masturbarme…
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  #2  
Antiguo 03-03-2010, 20:51
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Re: Con calma


Cita:
Iniciado por jfacman Ver Mensaje
Ella llegó aquel día tarde de trabajar. Tenía la cena preparada. Me esmeré algo más que de costumbre, tenía el día tonto y me apetecía mucho hacer el amor con mi recién estrenada esposa. Venía reventada después de un largo día de trabajo, pero eso no iba a ser ningún obstáculo para conseguir mi objetivo. Una vez recogida la mesa, nos fuimos al sofá a ver una de estas series americanas. Ella quedó con su cabeza entre mis piernas y yo le acariciaba el pelo y la cara muy suave y dulcemente. No tardó ni 5 minutos en quedarse dormida. No dejaba de mirarla. Es preciosa, me tiene completamente rendido a sus pies. No sé cómo lo ha hecho, pero consiguió lo que se proponía, mi amor. Yo estaba muy cerrado tras mis experiencias pasadas, pero me conquistó el corazón desde la primera mirada, desde el primer beso. Apenas llevamos un año de relación y ya nos hemos casado, lo teníamos muy claro desde el principio.
Apagué la tele y con mucho cuidado me levanté y la cogí en brazos para llevarla a la cama. Fue imposible que no se despertara, pero lo justo para agarrarse a mi cuello y dejarse llevar. Únicamente llevaba puesta una camisola sin nada debajo, que obviamente le quité. Seguía con muchas ganas de hacer el amor con ella aunque estuviera dormida. Mejor, porque iba a ser todo muy lento, muy suave, iba a hacer que se diera cuenta de todo pero se creyera que era un sueño. La acosté y empecé a acariciarla todo el cuerpo suavemente con la yema de los dedos. Recorría su ombligo y haciendo eses subía por las curvas de sus caderas hasta su pecho que rodeaba sin llegar aún a su centro. Seguí por su cara y su pelo. Me encanta esta niña, cuánto la quiero. Beso suavemente sus labios. No me corresponde en el primero, pero en el segundo abre ligeramente la boca para sentir el leve roce de mis labios en los suyos. Bajo por el cuello. Son besos cortitos, pero que recorren cada centímetro de su cuerpo bajando nuevamente a sus pechos que, ahora si, empiezo a recorrerlos. Me acerco a la aureola y mi lengua pesca su pezón para jugar con él y notar que se va endureciendo poco a poco. Lentamente me acerco al otro, no quiero que se ponga celoso. Mientras tanto con mis manos acaricio sus piernas de arriba abajo y de abajo a arriba. Mi boca va ahora a su costado, a recorrer su silueta y seguir besando la parte inferior de un pecho para ir despacio al otro y hacer lo correspondiente. Ella ya se ha dado cuenta, no abre los ojos pero su sonrisa la delata. Esa sonrisa que me vuelve loco, que me tiene completamente enamorado y entregado. Poco a poco deja abrir sus piernas para que mis manos puedan llegar cada vez más arriba y pueda recorrer toda la parte interna de los muslos. Hago el amago de llegar a ese tesoro que tiene entre sus piernas y que empieza a llamarme insistentemente, pero aún no lo haré, esta vez le toca esperar, lo voy a hacer lo más lentamente posible. Mi boca vuelve a la suya. Esta vez es la punta de mi lengua la que roza sus labios humedeciéndolos. Vuelvo a los besos cortos recorriendo ahora su cara. Subo a sus ojos, sus mejillas, sus orejas… Mi lengua se mete en una de ellas para después morder el lóbulo con los labios. Susurro leve y lentamente “te quiero”. Se gira hacia mi, abre sus ojos. Esa mirada me tiene cautivo. Me sonríe y me pide un beso juntando sus labios. Voy rápido a complacer a mi amada. Nos fundimos en un beso apasionado, juntando nuestras lenguas, mezclando nuestras salivas, abriendo y cerrando nuestras bocas como si fuese una sola. Ella me abraza, me atrae hacia sí y hace que me coloque encima, entre sus piernas. Mi erección es considerable y es inevitable el roce de nuestros sexos. Emitimos un leve gemido los dos al notarlo. Los dos estamos muy encendidos y no estamos dispuestos a esperar. Empujo mi cintura hacia ella. Está muy húmeda, pero aún tengo que lubricar mi miembro. Al empujar consigo colocarla a lo largo de sus labios consiguiendo lo que pretendía. Hago hincapié a la altura de su clítoris para que vaya alcanzando poco a poco el clímax. Tras unas cuantas embestidas, consigo ir metiendo mi sexo en el suyo. Al notar la punta ella se estremece y arquea su espalda. Voy muy poco a poco, disfrutando de cada milímetro que va entrando. Al fin llego al fondo, ya no tengo más. Me muevo en círculos lentamente. Me gusta sentir que estoy dentro de ella mientras nos besamos. Físicamente no podemos estar más unidos y quiero disfrutarlo el máximo tiempo posible. Pero mi cuerpo pide otra cosa, y él solo empieza a moverse. Empiezo con movimientos de muy corto recorrido que poco a poco van aumentando hasta sacarla completamente para volverla a meter de inmediato y volver con el corto recorrido. Cuando llego al fondo ella pone sus manos en mi culo para que no salga de allí. Cada vez aumento más el ritmo y la frecuencia. Apoyo las palmas de mis manos al colchón y estiro mis brazos para ir dándole más fuerza. Veo su cara de placer desde arriba. Sus ojos cerrados disfrutando de cada una de las envestidas. Sus jadeos cada vez son mayores. Está a punto de correrse y yo le voy a dar a mi reina todo lo que quiere. Aumento más y más hasta que ella estalla de placer. No paro, ni mucho menos. Sé que ella puede enganchar otro de seguido y comienzo a apretar más. Sus uñas en mi espalda dicen que está volviendo a llegar a otro orgasmo. “Córrete, córrete”, le repito. Bajo mi cadera para apoyarla contra la suya, frotar su clítoris y aumentar su placer. Sin duda lo he conseguido ya que sus gemidos ahora son gritos de placer. Yo no puedo aguantar más y también estoy a punto de correrme. Se lo digo y me pide que lo haga. Y yo, como ya he dicho, complaciendo a mi reina. Mi miembro empezó a convulsionar y lanzar chorros dentro de ella mientras gritaba de puro placer. Me quedé dentro de ella un rato, nos gusta a los dos estar así. Ella juega a apretármela con su vagina mientras mi miembro la deleita con pequeños espasmos. Salí de ella y la invité a que se acurrucara en mi pecho a lo que accedió de inmediato. Ahora mismo soy el hombre más feliz. Estamos relajados, pero su mano juguetona se ha ido de nuevo a jugar entre mis piernas. No se me ha bajado la erección y ella empieza a masturbarme…


Que bonito.......ojala y puedan estar los dos asi........por siempre......te deseo lo mejor


:):):)



No esperes que lleguen las circunstancias ideales ni la mejor ocasión para actuar, porque tal vez no lleguen nunca.
__________________



No hay nada imposible, porque los sueños de ayer son las esperanzas de hoy y pueden convertirse en realidad mañana.
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  #3  
Antiguo 04-03-2010, 23:38
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Re: Con calma


Cita:
Iniciado por THOR259 Ver Mensaje
Que bonito.......ojala y puedan estar los dos asi........por siempre......te deseo lo mejor


:):):)



No esperes que lleguen las circunstancias ideales ni la mejor ocasión para actuar, porque tal vez no lleguen nunca.

Muchas gracias Thor259 por tus deseos. Esto no deja de ser un relato que ha salido de mi imaginación, bueno al menos parte, otras si son sentimientos reales que las palabras no llegan a expresar la fuerza con las que los sentí y que estarán siempre en mi.
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  #4  
Antiguo 05-03-2010, 00:56
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Re: con calma


Felicidades por tu relato, jfacman. Lo definiría como de una sensualidad salvaje ¡Bien narrado!
UN SALUDO
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  #5  
Antiguo 05-03-2010, 05:13
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Re: Con calma


Cita:
Iniciado por jfacman Ver Mensaje
...Ella llegó aquel día tarde de trabajar. Tenía la cena preparada. Me esmeré algo más que de costumbre, ......... No dejaba de mirarla. Es preciosa, me tiene completamente rendido a sus pies. No sé cómo lo ha hecho, pero consiguió lo que se proponía, mi amor. Yo estaba muy cerrado tras mis experiencias pasadas, pero me conquistó el corazón desde la primera mirada, desde el primer beso....

Me gustan mucho estás lineas ....;)
Enhorabuena!
__________________
....La ola del Mar aumento su tamaño ...y trajo una Sirena...a un Puerto Desconocido ...

"Es bueno cambiar la rabia por compasión....la gente que te escupe en la cara sin conocerte,no merece la pena..." G.Z.

"Dios sólo hay uno, los demás....¡No hay color!!"
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  #6  
Antiguo 05-03-2010, 12:10
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Re: con calma


Cita:
Iniciado por VERDI Ver Mensaje
Felicidades por tu relato, jfacman. Lo definiría como de una sensualidad salvaje ¡Bien narrado!
UN SALUDO
Muchas gracias, Verdi. Me gusta esa definición que has dado.

Un saludo.
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  #7  
Antiguo 05-03-2010, 12:13
Párvulo
 
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Re: Con calma


Cita:
Iniciado por SirenaBonita Ver Mensaje
Me gustan mucho estás lineas ....;)
Enhorabuena!

Y a mi me gustas mucho tú.......

Gracias

Besos.
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  #8  
Antiguo 05-03-2010, 14:05
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Mensajes: 228
Gracias: 10
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Re: Con calma


Me ha parecido genial. Has transmitido a la perfección lo que es el sexo con amor. Esa sensación de que hay una verdadera comunicación, no sólo de los cuerpos. Cuando se ha sentido eso, se sabe que no hay nada mejor.

Gracias por tu bello relato.
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  #9  
Antiguo 05-03-2010, 19:10
 Avatar de moteroputero
Sabio supremo
 
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Ubicación: Invernalia...
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Mensajes: 1,305
Gracias: 2
Agradecido 6 Veces en 4 Posts
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Re: Con calma


Estupendo relato. Poco mas que añadir. Bueno si, que la envidia por el tipo protagonista me corroe ;).
__________________
"El lobo, siempre sera lobo. Estara en casa, feliz y tranquilo. Pero siempre volvera al bosque a mojarse, pasar frio y a que se le embarre el pelo. Y a CAZAR. Y si no vuelve, siempre habra alguien que le echara."
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