El podólogo
- Buenas tardes, dígame.
- Buenas tardes, tenía cita a menos cuarto.
- ¿Su nombre?
- Ana Martín.
- Sí, pase a la sala y siéntese por favor. El doctor está terminando, enseguida le atenderá.
"Sí, date prisa por favor."
...
"Venga, venga, vamos. Que ya son menos cinco."
...
- Pase por aquí, por favor. Enseguida llegará el doctor.
- Sí, gracias.
...
- Buenas tardes, Ana. Siéntese por favor.
- Buenas tardes, doctor.
- ¿Cómo van sus pies desde la última visita?
- Sigo con las molestias, a veces me siguen doliendo al andar.
"Deseando ponerlos en tus manos."
- Bien, mientras se quita los zapatos salgo un momento a por su historial.
- Sí.
"No tardes, no tardes."
...
- Bien, veamos. ¿Le duele aquí?
- Sí, un poco.
"Por fin."
- ¿Y aquí?
- Sí.
"Sí, sí, ahí también."
- ¿Y en la planta?
- Me ha dolido más esta semana.
"Así, así, no lo sueltessss."
- Veamos el otro pie.
"No pares, un poquito más."
- En este he tenido más molestias.
- ¿Le duele si aprieto aquí?
- ¡Ay!
- ¿Aquí?
- Si me aprieta un poco más sí.
"Un poquito más fuerte."
- ¿Y ahora?
- Sí.
"Aprieta más, más."
- Aquí también le dolerá, ¿no?
- Sí, si.
- Es curioso.
- ¿El qué?
"¿Ya acabó? No, por favor."
- Que tiene las mismas molestias que la semana pasada pero en los pies contrarios.
- Vaya, si es curioso, sí.
"Ten cuidado, tonta."
- ¿Doctor?
- ¿Sí?
- El masaje que me dio la semana pasada me alivió bastante un par de días.
- Ya veo, ya. ¿Y querrá que le dé otro?
- Sí, por favor.
|