Cita:
Iniciado por lara_madrileña
Y me quedo en gris si me mira..
Fija la mirada, regalando silencios, con palabras escritas en su iris que dicen todo y nada.
Al menos consigo no bajar la vista, igualando juegos mantengo su pulso.
Disimulo deseos extendidos, palabras que chocan en sus pestañas.
Y como ya soy fuerte y puedo mantener su intención, lo hago.
Ofrece todo en solo un instante,
mientras tanto ya sin respiración, sonrio y le hablo así, callada,
pero sujetando esos ojos negros para que no se me vayan.
Tan huidizos a veces, altaneros y esquivos otras,
con lo que me costó encontrarlos, si se van, corro tras ellos..
Multiplico el tiempo
Febril huella deja a su paso y no se dá ni cuenta.
Pierde gafas con la misma facilidad que datos al viento.
Sigo respirando, ya se sabe, aspiro e inspiro
Y en el camino también suspiro. Tiempo me queda de lanzarle alguna sonrisa que no choque contra ningún muro de hojalata.
Suspiros estremecidos recorriendo la risa de su tiempo,
Y él como si nada, desdibujando caminos..
|
DESDE CUANDO
Cuando dejará de doler,
Cuando te podré al fin ver,
Me pregunto si no oyes mi voz,
Llego a dudar de que existas,
Sueño con que llegue el día,
En que entre susurros tú me lo digas,
Sueño contigo y te visto para la ocasión,
Te imagino cómplice de mis versos,
Decorando de sonrisas mi corazón,
Sueño con que llegue el día,
En que en mi vida irrumpas,
Y la melancolía rompas,
En que tejas con tus manos la melodía,
Que yo a solas no puedo componer,
Cuando cerrará esta herida,
Cuando dejará de doler.
Quise buscar ángeles en la luna,
Quise viajar a otro universo,
Pero como dice el siguiente verso,
Como ese ser que habita tu cuerpo,
No hay creación alguna.
En esta perdida galaxia,
De ti no he encontrado visos,
La soledad es como la asfixia,
Una presión en el pecho,
Aquí hasta el aire llora,
Por no poder jugar con tu pelo.
No busco la virtud de lo divino,
Que no hay condena en lo carnal,
En nuestra naturaleza es el desatino,
El perdón cuando hacemos mal.
Cuando estarás conmigo,
Para por fin ser yo mismo,
Tengo tanto para darte,
Que muero en las ganas de hacerlo,
Cuando podré ser de tu corazón parte,
Para el mío entero dártelo.
Tengo mil caricias en la voz,
Tanto que decirte en mis manos,
Si ahora estás sola,
Si como yo no dejas de soñarme,
Ven y desata ahora esta ola,
Que nací para entregarme,
Como esas gotas de agua,
Que claras como su firmamento,
Por dar de beber,
Ni por un solo momento,
Dudan al dejarse caer.
Puede que deje de buscarte,
Pero sigo esperando,
Rezo porque la vida no te cambie,
Y seas tal como yo soy,
Conserva intacta tu alma,
Que si el corazón te han herido,
Yo te lo curaré,
Como tú, con tu sola mirada,
Harás con el mío.
Tú no me exigirás seguridad,
Tú me la darás,
No temerás mis miedos,
Ni huirás de mis lágrimas,
Yo beberé de las tuyas,
Y te esconderé de los tuyos.
Puede que me veas desistir,
Pero no me verás desfallecer,
Las almas gemelas van de la mano,
Una sin la otra no puede escribir,
El destino que las unió al nacer.
Cuando dejará de doler,
Cuando te podré al fin ver,
Me pregunto si podré oír tu voz,
Si como yo,
Has llegado a dudar de que exista,
Y sueñas con que llegue el día,
En que entre susurros yo te lo diga,
Que sueño contigo y te visto para la ocasión,
Te imagino cómplice de mis versos,
Decorando de sonrisas mi corazón,
Sueño con que llegue el día,
En que entres en mi vida,
Y tejas con tus manos la melodía,
Que yo a solas no puedo componer,
Cuando cerrará esta herida,
Cuando dejará de doler.
Solo tienes que confiar,
Solo he de creer,
Que algún día llegarás al mar,
Donde por calmar la sed,
Yo me dejé caer.