Historia de Gimnasio
Historia de Gimnasio
Desde que trabajaba en esta empresa mi vida había caído en la mas absoluta monotonía. Acepté el puesto porque me lo supieron vender muy bien, la verdad, mas responsabilidad, viajes, relaciones internacionales... y el sueldo, además, suponía una considerable mejora. Mi vida era bastante envidiada por los demás. Buen sueldo, buen coche, buena casa, un bebe precioso, una esposa atractiva... demasiado atractiva, sobre todo para varios tíos que se la cepillaban mientras yo curraba.
Así fue como todo cambió, el día que me entere de los cuernos que llevaba. Claro, llegue a casa y monté un espectáculo de cine, con gritos, insultos, puertas rotas... se me fue la cabeza, lo admito, y eso me costó caro. Denuncia por maltrato psicológico, separación, régimen de visitas al niño, vete de casa y paga manutenciones. Luego búscate donde vivir e intenta llegar a fin de mes, si es que puedes, que a mi me cuesta.
A todo esto, el trabajo que parecía una bendición, es todo lo contrario. La responsabilidad extra se quedó en atender bien los encargos de la jefa. Los viajes se quedaron en un par de visitas a un proveedor en Portugal, y las relaciones internacionales se quedaron en los rumanos que hay en la fábrica. Mis días transcurrían entre papeles, sin levantarme casi de la mesa, y oyendo reproches de mi superiora directa, que es la esposa del director general, al cual vemos un par de veces al mes como mucho, un tío joven que heredó la empresa. Lo peor de todo es que no me podía permitir el lujo de irme de aquí con mi situación personal, necesitaba el sueldo. Al menos al final del día podía seguir pasando por el gimnasio, ya que había perdido casi todo lo que tenía, al menos mantener el físico conseguido en mis muchos años de deportista.
El caso que un día después del curro me fui al gimnasio como de costumbre, y me lié con mi rutina. Hablas con uno, con otro,,,, y de repente veo que entra en la sala la persona a la que menos me apetecía ver, mi jefa. Y lo peor de todo es que ella también me vio a mi. Se limitó a saludarme de pasada y yo le hice un gesto como correspondencia. La desgracia ya era total, todo el día sufriéndola y ahora la tenia que ver la cara también en el único sitio que me servia de desconexión.
Al día siguiente mientras estaba con las mancuernas, volvió a pasar. Esta vez me sonrió amablemente y me dijo algo sobre la coincidencia de encontrarnos allí también. Maldita la gracia, no hay gimnasios en la ciudad como para que tenga que venir a este.
El caso que todos los días nos reencontrábamos allí. Yo estaba en la sala de pesas y ella pasaba hacia la sala de arriba, donde están las salas de aerobic, spining y todas esas chorradas. Incluso algún día coincidimos en la escalera de bajada a los vestuarios, con la consiguiente conversación.
El tiempo pasaba así, y poco a poco fui percibiendo en ella un mejor trato en el trabajo, menos exigencias, mas charlitas y esas cosas, con lo cual mi situación laboral mejoró ligeramente. Desde ese momento cada vez que nos veíamos en el gimnasio nos poníamos a hablar como amiguetes, y casi sin notarlo empecé a mirarla con otros ojos. Es curioso que hasta ese momento no la había visto como mujer, solo como la maldita perra que me hacía la vida imposible. Me di cuenta que donde yo veía a una bruja, había también una mujer guapa, con labios sugerentes, pechos firmes y llamativos, culo apretado y desafiante y piernas bien formadas. Todo esto se iba acentuando con los modelitos que llevaba para sus ejercicios, esas mallas y tops que tan amigos son de la imaginación. Incluso algunos días empecé a subir a ver la clase de aerobic, cosa que a ella le agradaba. Día a día los gestos y las miradas se hacían mas descarados. Las conversaciones ya no eran tan banales, y empezaba a haber alguna que otra caricia. No es que me enamorase de ella, solo que cuando la veía en el gimnasio me ponía cachondo, simplemente, porque en la oficina no me llamaba tanto la atención.
El caso es que un día mientras entrenaba vino ella muy sonriente. Me di cuenta que me quería decir algo pero no se atrevía del todo, así que jugándomela del todo, me la llevé al servicio y la besé en la boca. De perdidos al río. Me salió bien la apuesta, porque ella me correspondió con su lengua en mis labios y sus manos en mi cuerpo. Lo que me quería decir es que si la tarde siguiente, que era sábado, me apetecía pasar con ella al circuito de SPA. Por supuesto que acepté. Resulta que el gimnasio, aparte de la planta de musculación, la planta de aerobic, judo, spining y esas cosas, tenia otra parte con un SPA de relajación, con su piscina con jacuzzi, camas de burbujas, chorros, con sus cabinas de vapor, sauna etc etc. Un autentico lujo vamos.
Inmediatamente me fui a hablar con el dueño del chiringuito, un tío joven con el que me llevaba genial, y le conté directamente el plan, pidiéndole que me dejara el SPA para mi solo y cepillarme a la tía. Cual fue mi sorpresa cuando me dijo que a él también le ponía mucho la mujer esa, y no solo a él sino a medio gimnasio. Al final iba a resultar que era un bombón. Bueno, como el tema estaba empezando a liarse un poco, llegue a un acuerdo con mi colega, él me dejaba a solas el SPA, pero él tenia que participar también. A mi no me importaba, así que acordamos que cuando ya estuviese yo lanzado con ella, entraría él a ver que pasaba.
Llegó el sábado por la tarde y me fui al gimnasio, como si nada. Al rato de estar allí con las pesas llegó ella. Llevaba unas mallas blancas apretadísimas, que le marcaban los labios del chocho a la perfección por delante, y el hilo del tanga por detrás. Arriba un top azul claro con escote que enseñaba media teta y le resaltaba los pezones. Me miró y sonrió mientras iba para la zona de SPA. Todo el gimnasio la siguió con la vista, y luego a mi cuando me fui también para allí. Vi como entraba en el vestuario de chicas, y yo me fui al de chicos. Mi amigo me dio un albornoz y me hizo un gesto cómplice.
En el vestuario estaba ya caliente a mas no poder, pero conseguí mantener la erección, y me puse el bañador ajustado que tenía. Salí a la piscina y me metí dentro. Entonces salió ella, con un bikini rosa minúsculo que le tapaba solo la zona de los pezones y su vagina y monte de venus. Espectacular.
Se quedó al borde de la piscina, mirándome con una sonrisa picarona, y sin mediar palabra se quitó la parte de arriba del bikini. Quedaron al descubierto unos pechos redondos y de buen tamaño, con un pezón pequeño y erecto. Se metió al agua y se acercó a mi, a menos de medio metro. No pude resistir y me lancé a su boca con pasión. Nuestras lenguas se encontraron y nuestros cuerpos empezaron a rozarse. Lo primero que hice fue agarrar sus tetas, perfectas, que tenían un tacto suave y estaban duras como piedras. Contra mas las apretaba con mas pasión me besaba su dueña, que ya estaba desatada completamente, se notaba que llevaba esperando aquello desde hacía tiempo. Poco a poco bajé besando su cuello hasta llegas a sus pechos, y mientras los agarraba con las dos manos comencé a besarlos y lamerlos por todos lados. Sus pezones me llamaron a gritos, poniéndose durísimos y erectos, y yo acudí con mi boca para comérmelos con placer, estaban deliciosos. Sus manos agarraban mi cuello y me apretaban contra ella, pero abandonaron ese lugar para bajar por mi espalda hasta mi culo, y de ahí, a mi pene, que estaba ya como una roca. Lo sacó del bañador para acariciarlo junto a los testículos, mientras yo hice lo propio con su coñito, que estaba depilado al cero y tenia unos labios carnosos que pedían guerra.
Dado que estábamos en el SPA, ella me cogió y me llevo a las camas de burbujas, y me tumbé allí. Yo boca arriba, le dije que quería comerme ese coñito, así que ella se subió encima con las piernas a los lados de mis hombros y se sentó con su sexo en mi boca. Mi lengua enseguida se lanzó a lamer todo lo que podia, así como morder esos labios sabrosos. En mi inspección de la zona, mi lengua se centró en su clírotis mientras le metía varios dedos por su rosado agujerito, y con la otra mano la agarraba un pecho. Ella cada vez jadeaba mas fuerte y gritaba que no parase. Yo mientras tanto, sentía las burbujas en mi espalda, y sentía como ella agarraba mi pene con fuerza con una mano y mi cabeza con la otra. A los pocos minutos sus espasmos y sus gritos me desvelaron su orgasmo, y de su coño manaron algunos flujos que me supieron a gloria.
Sin dejar pasar ni un minuto, su boca buscó la mía y luego fue bajando por mi pecho, mi estomago hasta llegar a mi pene. Lo agarró y le dio un lametazo, y bajó un poco mas hasta mis testículos. Su lengua y su boca los chuparon un buen rato, tanto a ellos como a mi culito, todo ello sin dejar de mirarme a los ojos. Luego subió un poco y comenzó a lamérmela despacio, y metiéndosela en la boca alternadamente mientras con su mano acariciaba mi pecho.
En ese momento, se escuchó el ruido de una puerta y entro el dueño, mi colega, a la piscina. Para mi sorpresa, ella no paro de chupármela y lo miró de reojo. Se acercó a nosotros y nos dijo directamente que se iba a unir. Yo no tenia nada que decir, pero se ve que ella tampoco porque siguió chupando como una loca, y cuando mi amigo la toco las tetas soltó un gemidito. Esto le llevó a desnudarse y comenzar a meterla mano a tope. Ella le agarro la polla con una mano, pero siguió con su francés que me estaba llevando al cielo. Llevaba al menos diez minutos chupando y su cara era de vicio total. En un momento dado me miró y me dijo “Quiero beberme tu leche”. Eso fue demasiado para mi, que ya no pude aguantar mas y me corrí en su boca, para delicia mía y de ella que se lo trago todo. Me quede medio muerto en la cama de burbujas, sintiendo ese masaje en la espalda y las piernas. Ella me dijo que descansara un poco y se dio media vuelta hacia el otro chico, y sin mediar palabra comenzó a chupársela con maestría. Se lo llevó debajo del chorro de agua, al igual que antes a mi me llevo a las burbujas. Se ve que le gustaba aprovechar las posibilidades del lugar. Durante un buen rato le hizo un francés tan majestuoso como el que acababa de recibir yo, todo ello mientras se hacia un dedo despacito, con su coño justo sobresaliendo del agua para que yo lo viera. Para calmar su sed de semen, él también se corrió en su boca y ella lo trago de nuevo.
Para espabilarme un poco me metí un rato en la ducha de esencias, que con unos chorros de agua fría te deja como nuevo. Salí de allí y vi al chico en la piscina descansando, y ella no estaba. Le pregunte y me dijo que se había metido al baño turco a esperarme, que ahora iba él. Allá que me fui directo. Entré y allí estaba ella desnuda, en medio de mucho vapor. Nos abrazamos y comencé a meterla mano por ese cuerpazo. Ella comenzó a tocarme y a ponerme otra vez a mil, cosa que no tardó en suceder. Hice amago de bajar hacia su coño, pero ella me paró y me pidió que la follara. Tumbada en el banco abrió sus piernas y empezó a meterse los dedos, después fui yo con mi polla, que entró en ella sin mucho esfuerzo. Agarré sus piernas y las abrí mas, subiéndolas hacía su cabeza. Tenia una elasticidad increíble, lo que me permitía tener una visión deliciosa de mi polla dentro de su coño. Comencé a meterla y sacarla despacio, mientras ella se agarraba las tetas. El ritmo fue subiendo poco a poco.
En ese momento reapareció mi amigo, que se puso al lado de su cabeza, y ella comenzó a chupársela de nuevo. Mientras yo la penetraba y notaba su coñito apretado y suave, veía como su lengua y sus labios hacían las delicias del compañero. Mis empujones eran cada vez mas fuertes, sus tetas se movían con violencia, y ella no paraba de gemir. Se metía la polla de mi amigo enterita en la boca, hasta lamer sus testículos con la polla dentro, garganta profunda absoluta.
Después de un rato cambiamos de sitio, nos fuimos a la sauna finlandesa, para terminar de caldear el ambiente, si no estaba ya bastante caliente. Se puso a cuatro patas y el jefe del lugar la taladró por detrás, yo me senté tranquilamente para que ella me la comiera, aunque no empezó con eso directamente y se lanzó a un beso negro de lujo. Mientras mi amigo la embestía con fuerza, se empezó a meter mi polla en la boca y a lamerla con dedicación. Yo notaba los empujones que la daba y veía sus pechos balanceándose brutalmente, mientras ella emitía unos gemidos ahogados, lo mas que podía hacer con una polla entera en la boca. Juraría que se corrió un par de veces, pero con tanto placer recorriéndome no preste mucha atención a eso.
Cuando nosotros dos estábamos ya a punto de reventar, la hembra insaciable nos dijo que quería notarnos a los dos dentro. Mi compi se tumbo en el suelo y ella le cabalgó rápidamente, recostándose sobre él. Yo desde arriba vi como se metió dos deditos en el culo, en espera de que llegara mi aparato, que se puso al trabajo. Puse el capullo en la entrada mientras ella con la cabeza girada hacia mi me miraba y gritaba que la follase el culo. Fui empujando despacio, sintiendo ese agujero apretado, hasta que la metí entera. Empezamos a movernos, entrando y saliendo de su coño y su culo, sintiendo sus gritos y gemidos. No paraba de gritarnos que la folláramos, que la rompiésemos el culo. Al poco rato cambiamos de posición, se dio la vuelta ella y se sentó encima de mi amigo, metiéndose su polla por el culo, yo desde arriba penetré su coñito, que estaba chorreando. Después de varios empujones noté como la chica comenzó a gemir de manera especial, y notaba pequeños espasmos en su coño. Estaba en medio de un multiorgasmo que la dominaba. Sus jadeos y sus gritos me ponían a mil, y ver sus movimientos involuntarios me llevaron al borde del orgasmo. Cuando ya no podía mas, me levante y ella se puso de rodillas. Nos pusimos los dos de pié a su lado y ella con la mano y con la boca nos terminó de rematar, hasta que nos corrimos por su cara para disfrute suyo, y nuestro claro esta. Después vinieron 5 minutos de felación pausada, mientras se relamía con lujuria.
Sudando como locos, nos dimos una ducha termal y otro ratito a la piscina, burbujas y chorros. Tuvimos una conversación los tres bastante picante, antes de quedarme medio dormido con tanta relajación.
Como el SPA tenia que volver a abrirse al público, nos duchamos y salimos tranquilamente. Me despedí de ella con un beso en la mejilla, y me quedé allí con mi colega, que tenia la misma cara de alucinado que yo. En mi vida habría pensado que esa mujer fuese capaz de lo hacer lo que acababa de hacernos.
Desde ese día , mi vida retomo un poco la felicidad que siempre había tenido .El trabajo era otra cosa, ya no me presionaba nadie, se escuchaban mis ideas y había ascendido y todo. Evidentemente todo era cosa de la jefa, con la que follaba regularmente en sitios varios. En el fondo soy su juguetito sexual, cosa que no me desagrada en absoluto.
En cuanto a mi amigo, seguimos buscando candidatas a la sesión SPA. Hay una recepcionista de allí que lleva muchas papeletas, pero no se si fructificará la cosa, ya os contaré.
FIN
R.M.
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